SIN OPOSICIÓN

Villa María se convirtió en el kilómetro cero del Partido Cordobés de Martín Llaryora

Accastello, Gill y el amarillo Capitani, unidos en el plan transversal del gobernador de Córdoba. El salvataje del festival, foto de la paz y la herida abierta.

Los adláteres del gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, refunfuñan cuando el sinónimo elegido para el Partido Cordobés es el de Partido Único, como es de uso extendido en la oposición resistente. El espíritu del proyecto -insisten- tiene un fin altruista: unir esfuerzos para lograr soluciones y no perderse en los laberintos de la rosca. Villa María se convirtió en el primer punto del mapa donde aquella propuesta, que surgió en un brainstorming en la víspera del 2023 electoral, logra su forma acabada. O casi.

Allí, un peronista que integró el staff de gobierno de Juan Schiaretti; otro, que armó para Sergio Massa en la campaña nacional; y un referente de Horacio Rodríguez Larreta en la provincia conviven en la criatura transversal del nuevo jefe del Panal.

En la ciudad cabecera del departamento San Martín, la interna justicialista entre el intendente Eduardo Accastello y su antecesor en el cargo, Martín Gill, encuentran un remanso en este cordobesismo de puertas abiertas.

El primero dejó el ministerio de Industria del cordobesismo para gobernar una ciudad peronista estratégica en el corredor de la ruta 9. El segundo, y pese a las diferencias con su otrora mentor, aceptó un acuerdo interno para no poner el riesgo el bastión y hoy está al frente del Ministerio de Cooperativas del gobierno de la provincia.

La sucesión villamariense no estuvo exenta de chispazos, pero los vientos de la transversalidad se encargaron de barrer el polvo. Sin embargo, la incomodidad no se iba a poder dibujar ante la proximidad del Festival de Peñas, la Viña del Mar mediterránea.

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Apenas asumió, Accastello insinuó que el gran evento peligraba por problemas de fondos. Usó un término lapidario al definirlo como deficitario, aunque usó el antónimo para quitarle dramatismo. Para que reine la paz, Llaryora salió al cruce a través de la Agencia Córdoba Turismo que comanda, nada más ni nada menos, que el retador en la elección municipal, el entonces integrante de Juntos por el Cambio, Darío Capitani.

El peronista y el amarillo protagonizaron el primer registro fotográfico de la unidad, si se quiere, de la versión full del Partido Cordobés.

Accastello agradeció el apoyo del sector comercial y empresarial; a productores y al gobierno de Córdoba. De paso, adjuntó la factura política: “Sin su acompañamiento, sería muy difícil que hoy estuviéramos presentando esta gran grilla del Festival. Su apoyo es fundamental para que volvamos a ser un evento superavitario”.

Capitani tuvo participación en el acto. Aprovechó el espacio para felicitar al intendente por continuar con la apuesta cultural y económica que supone el festival. La puesta terminó con la gran foto de familia y la réplica viva del llaryorismo a la oposición que lo acusa de querer anular a la oposición.

No todo lo que brilla es oro

Ninguno de los protagonistas hablará del final de la oposición en Villa María y hay razones atendibles. Detrás del mascarón transversal -que sirve para mantener a raya las trifulcas- hay recelos.

Capitani dirá que no depondrá su anhelo de gobernar su ciudad. Sin embargo, el plato fuerte son las tensiones históricas entre Accastello y Gill.

El gillismo intentó reducir a cero el ruido durante la transición. En concreto, remarcaron todo el tiempo que fue correcta. Cierto es que integrantes del staff recién llegado denunciaron en medio locales la falta de información contable que, la pata saliente, desmintió.

La denuncia del propio Accastello de un manejo deficitario del Festival de Peñas caló hondo. También el incumplimiento del acuerdo electoral que terminó con la unidad electoral.

Letra P pudo saber que los espacios en el gobierno municipal para el gillismo que se habían acordado no tuvieron su correlato práctico. La confirmación surge del seno del accastellismo. “No están en gobierno municipal”, dicen sin vueltas.

Pasa en las mejores familias, también en el Partido Cordobés de Llaryora.

Eduardo Accastello ganó las elecciones de Villa María. 
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