Victoria Villarruel recibió este viernes al mediodía en el Senado al jefe de Gabinete, Nicolás Posse. Además de almorzar, hicieron una recorrida por el palacio, pero la vicepresidenta prefirió que no hubiera ninguna foto. La visita, oficialmente, tuvo como propósito organizar la exposición del ministro coordinador prevista para el miércoles en el Senado, la primera desde que asumió en diciembre.
El informe viene demorado: la Constitución nacional lo obliga a exponer en alguno de los recintos del Congreso al menos una vez al mes. El jefe de ministros de Javier Milei preveía ir al Senado en abril, pero prefirió esperar que la ley ómnibus XS y el paquete fiscal pasaran el filtro de la Cámara de Diputados.
Este jueves, cuando en los plenarios de comisiones del Senado no fue posible dictaminar ambos proyectos, se especuló con postergar la visita de Posse, quien no atraviesa su mejor momento en el Gobierno, por su tensión con Karina Milei. Finalmente, el jefe de Gabinete pidió ratificar su visita y estará el miércoles desde las 11. Será la primera vez que se le escuche la voz en público.
La oposición le envió más de 2.500 preguntas, la mayoría referidas a la marcha de la economía, aunque también deberá responder sobre los proyectos parlamentarios que pide Milei y la oposición se resiste a sancionar.
Sin foto para Victoria Villarruel y Posse
El dato llamativo de este viernes fue que la vicepresidenta prefirió no exhibir fotos con el jefe de Gabinete, uno de los funcionarios más cercanos a Milei.
La falta de imágenes sembró dudas sobre la tensión entre Villarruel y Posse, uno de los que más la presionó para que en marzo no convocara a la sesión del Senado en la que se rechazó el DNU 70/23. Además, ambos se disputan el control de la bicameral de fiscalización de inteligencia, que aún no empezó a funcionar.
La decisión de la vice de abrir el recinto tensó la cuerda con la Casa Rosada, donde no tiene funcionarios cercanos. Los voceros del Gobierno recelan de su buena relación con los referentes opositores de la cámara alta y le exigen que se traduzca en leyes.
En el oficialismo del Senado, por el contrario, le reprochan al Gobierno la falta de ayuda para conseguir votos. Este miércoles, Posse tendrá la oportunidad de acerca posiciones. Su visita interrumpirá las negociaciones por la ley ómnibus XS y la reforma fiscal. El lunes, la primera se debatirá en un plenario, con la presencia de invitados. El martes se repetirá y, si hay acuerdo sobre las modificaciones, se buscará dictaminar.
Ese día recién se convocaría a la comisión de Presupuesto para llegar a un acuerdo sobre el paquete fiscal. No es nada fácil para el oficialismo.