Empieza a caer la tarde en La Plata, las humaredas que impregnan la ropa de olor a chori y la música fuerte delatan que aquí pasará algo. El movimiento habitual se alteró en la Plaza San Martín de La Plata, que en unos minutos tendrá una jornada especial por los dos hechos que se darán con sólo 100 metros de diferencia: tras la asunción de su segundo mandato frente a la Asamblea Legislativa, el gobernador Axel Kicillof cruzará la avenida 7 para dar su primer discurso de la nueva era frente a la militancia. La otra novedad es la presencia de Cristina Fernández de Kirchner para respaldar al bonaerense, figura central y en ascenso de la resistencia peronista frente al gobierno de Javier Milei.
Las agrupaciones políticas, sindicales y movimientos sociales ya se agrupan en la plaza, con La Cámpora en primera fila, sobre el borde de la calle 6, a metros del escenario emplazado en la puerta de la gobernación. Los autos oficiales improvisaron un estacionamiento sobre la avenida 7 entre 50 y 51, mientras que los colectivos que trajeron a la militancia hicieron lo propio frente al Pasaje Dardo Rocha. Oficiales de Infantería y de Control ciudadano cruzan sus motos sobre calle 50 y desvían a los vehículos.
Los vendedores ambulantes que ocuparon durante el día los espacios de la plaza con sus mantas, ya cedieron el terreno para que la militancia espere, entre bombos y redoblantes, el comienzo de la Asamblea Legislativa que verán en pantalla gigante, a la espera de su final, lo que dará inicio al plato fuerte de la tarde noche: por esa pasarela caminará Kicillof entre saludos y selfies para subirse al escenario que ya lo espera. Por primera vez, luego de su jura y el discurso ante los integrantes del parlamento, el gobernador hablará ante la militancia.
Espaldarazo
La alteración del protocolo con un discurso post asunción en la calle, frente a una plaza que -presume el gobierno- se llenará de militancia, tendrá el plus de la presencia de CFK, en lo que será su primera aparición pública en el llano tras dejar la vicepresidencia.
La llegada a La Plata para compartir con Kicillof el escenario montado especialmente para la ocasión frente al edificio de la gobernación indica, además de un fuerte gesto al mandatario, la confirmación de que más allá de haberse quedado sin cargo seguirá en el centro de la escena política.