Todos contra todos

Sin Sergio Massa y con faltazos K, el acto de la CGT perdió volumen político

En lo orgánico, la central obrera no definió su preferencia electoral, pero la dirigencia dejó entrever sus preferencias a título personal. Consenso o competencia en las PASO.

“Necesitamos que nos digan hacia dónde vamos y digamos a dónde queremos ir”, fue la frase con la que el cotitular de la CGT Héctor Daer desdibujó la presagiada proclama con la que la central obrera iba a apoyar a Sergio Massa en una eventual candidatura. Fue al contrario: el líder sindical pidió consenso o, en su defecto, usar las PASO. En un acto en el que se promocionó la unidad, hubo ruidosos faltazos, de cristinistas y del invitado especial que iba a ser agasajado: el ministro de Economía, que formó parte de la comitiva presidencial a Brasil.

De movida, en el estadio Defensores de Belgrano, el triunvirato quedó trunco en el mismo escenario con la ausencia del secretario adjunto de camioneros, Pablo Moyano. En su lugar subió su padre, el histórico de la cúpula, Hugo Moyano. “A veces por mirar nuestro propio ombligo nos olvidamos los lugares a los que representamos”, cuestionaron por lo bajo fuentes de la central obrera, en referencia a la interna entre los "Gordos" y el moyanismo del primogénito.

La gremial lanzó un decálogo sin demasiada novedad: llamó a un pacto con las partes, a institucionalizar el Consejo económico y social, pidió la reducción de la jornada laboral y abogó por una renegociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que modifique los plazos y pautas de las condiciones sobre los servicios de la deuda. En lo electoral, pareció abrir el paraguas: luego del encuentro con el titular de la cartera económica en el quinto piso del Palacio de Hacienda durante la corrida cambiaria de la semana pasada, se esperaba un acompañamiento cegetista formal al líder del Frente Renovador y sus aspiraciones presidenciales. No lo hubo.

Massa nos manifestó su intención de ser candidato. Nosotros vamos a apoyar al candidato del peronismo, y si no hay consenso, que haya PASO”, indicaron fuentes de la CGT a Letra P al término del acto.

No fue lo la única modificación con respecto a la previa: los dirigentes del movimiento obrero querían salir a mostrar unidad, pero el acto no pudo disimula los faltazos. Horas antes, el secretario adjunto del Sindicato de Mecánicos (SMATA), Mario ‘Paco’ Manrique, largó su ausencia con aviso y fulminó a sus compañeros de la CGT en diálogo con FutuRock: “No estoy de acuerdo con las formas y la lectura del documento porque no se lleva en la práctica nada adelante”. A las 13.30 el consejo directivo estaba reunido en el estadio Obras Sanitarias, pero no había noticias de Moyano. Al mismo tiempo, el titular de UPCN, Andrés Rodríguez, ingresó con la proclama: “Massa es un muy buen candidato a presidente”.

Media hora más tarde llegó Hugo Moyano y entró sin hacer declaraciones sobre el faltazo de su hijo o su preferencia presidencial. En ese entonces ya circulaba la carta de Massa en la que pidió disculpas por no asistir. “La tarea me llevó a Brasil para trabajar en la consolidación de la relación económica y comercial con nuestro hermano país”, señaló en la misiva que encabezó con un “estimados compañeros” y cerró con la ”convicción de creer en una sola clase de hombres, los que trabajan”.

El faltazo fue la constante entre los gremios ligados al kirchnerismo. El secretario general de Canillitas, Omar Plaini, "estaba en un acto en Ensenada”, justificaron desde su entorno. El líder de La Bancaria, Sergio Palazzo, llegó tarde y en su entorno no disimularon el malestar por el aumento del piso de Ganancias que decretó Hacienda cuando el diputado tiene encajonado en el Congreso un proyecto para llevar a 10 salarios mínimos el mínimo no imponible. El dirigente principal de la UOCRA Gerardo Martínez, tuvo un problema de salud, pero firmó el documento. Y el titular de la UOM, Abel Furlán, tampoco estuvo, aunque el exlíder Antonio Caló puso su nombre en el mensaje orgánico.

La interna cegetista tuvo su capítulo dedicado cuando el miembro de la cúpula de la CGT Carlos Acuña abrió el acto cuestionando a la derecha y se quejó de los que "nunca laburaron en su vida". Durante el discurso de cierre, Daer fue interrumpido por la arenga de la tribuna de enfrente. "Somos los soldados de Moyano", le cantaron. El triunviro los dejó correr y la militancia de la UOCRA respondió. Cuando Sanidad hizo lo propio, su líder los pudo callar y continuó con sus palabras. "Estamos presentes sabiendo el lugar que nos toca en este momento crítico pero pensando en el futuro a dónde queremos llevar a nuestro país", concluyó.

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