Mientras espera que se calmen las aguas de la tensión cambiaria para sentarse a rediseñar la estrategia de la segunda etapa de la campaña electoral, Unión por la Patria (UP) lidia con las sugerencias de renuncia de Sergio Massa al Ministerio de Economía que agitaron dirigentes de su propio espacio. El candidato presidencial no se irá por ahora, a pesar del debate abierto en su espacio, mientras empoderó a su mano derecha en materia económica, Guillermo Michel.
“Le voy a pedir a Massa que termine ese viaje que tiene que hacer la semana que viene, que baje al llano y deje el Ministerio de Economía en manos de otro. Necesitamos un candidato que no tenga la responsabilidad todos los días del Ministerio de Economía", dijo el martes por la noche el Eduardo Valdés en la pantalla de C5N.
El diputado no es el único que piensa que Massa debe renunciar a su cargo de ministro de Economía, pero fue el primero en decirlo públicamente, mientras se mide el impacto de la devaluación anunciada el lunes, la escalada de los precios y el dólar blue que se escapa de control. La propuesta de Valdés tuvo eco este miércoles en la voz del secretario general del gremio de Canillitas, Omar Plaini, que sugirió que Massa debía dejar “el Ministerio a algún economista con conocimiento que también se haga cargo de la papa caliente”.
Las declaraciones de ambos dirigentes enfurecieron al corazón del massismo y también al círculo camporista que forma parte de la conducción de la campaña de Massa. Se preguntaron si detrás hubo alguna intencionalidad premeditada. “Opinadores precoces”, fue la descripción más suave que salió del búnker ubicado en Mitre al 300. En la mesa chica del Frente Renovador descartaron la opción, al menos "por ahora". El debate público llenó el vacío de la comunicación de los voceros oficiales de la campaña durante las horas posteriores a la elección.
Plaini recibió una reprimenda interna del massismo y tuvo que salir a aclarar que no quiso decir lo que dijo. “En ningún momento pedí la renuncia de nuestro candidato a presidente, lo que planteé como opinión es sugerir que pueda dejar a alguien de su extrema confianza, para que pueda recorrer el país llevando la propuesta de UP a cada rincón”, escribió el gremialista en su cuenta de Twitter.
Valdés le aclaró este miércoles a Letra P que su declaración no fue un pase de facturas a Massa, sino “por el contario”, que considera que el ministro “es lejos el mejor candidato que puede tener el peronismo”, que valora especialmente su gestión y que por eso propuso que se dedicara a recorrer el país en ese rol. El mismo mensaje le dio directamente al aspirante presidencial.
https://publish.twitter.com/oembed?url=https%3A%2F%2Ftwitter.com%2Fomarplaini53%2Fstatus%2F1691871214552142188%3Fs%3D20&partner=&hide_thread=false
La discusión todavía no está saldada puertas adentro. El doble de rol candidato-ministro siempre estuvo en debate: fue Massa quien habló de la supuesta “incompatibilidad” cuando todavía no había sido consagrado como candidato. El plan cambió después, cuando la campaña se puso en marcha.
El ministro sugirió a principios de julio, en una entrevista en Radio Con Vos, que podía renunciar a su cargo después de las PASO para dedicarse de lleno a la candidatura. Entonces se mostraba agotado por tener que usar “los dos sombreros”. En su entorno se hablaba de la posibilidad de que dejara en su lugar a Michel, titular de la Aduana, que fue nombrado este martes para coordinar una unidad de negociación de precios con las empresas de consumo masivo. Es un hombre de extrema confianza de Massa y encabezó la conferencia que el Ministerio organizó el martes a la noche, tras un día de extremo caos financiero. Quedó a cargo de la botonera en el momento más sensible para la economía.
Aquellas declaraciones de Massa generaron alarma en el Fondo Monetario Internacional (FMI). El ministro recibió un llamado de la directora ejecutiva del organismo, Kristalina Georgieva, que le transmitió su descontento. El Fondo veía en la figura del ministro un garante del cumplimiento de los términos del acuerdo y un ordenador en términos políticos puertas adentro.
El panorama cambió después de las PASO. El lunes, el Gobierno devaluó un 22% la moneda. La decisión se tomó el domingo a la noche, después de que conoció el resultado electoral. Con pocos votos, el ministro perdió autoridad para pelearle al Fondo la medida que más reclamaba. Horas más tarde, el organismo celebró la devaluación en un comunicado y anunció el desembolso de los 10.750 millones de dólares que demoró hasta que se contaran los votos.
Lo que viene
Massa viajará la semana que viene a Washington para cerrar la letra chica de la negociación y volver con el anuncio del desembolso por los primeros U$S 7.500 millones que se votará el miércoles en la reunión del directorio del organismo. Aprovechará para tomar aire tras el golpe de las elecciones y el cachetazo del triunfo de Javier Milei.
El pedido de renuncia se agita para su regreso de Estados Unidos. “Nuestro candidato no puede ser el vocero de la devaluación. No podemos ser anunciantes de malas noticias”, dicen los que promueven puertas adentro el paso al costado del ministro. Piden un Massa candidato, que salga al territorio, recorra el país con propuestas y venda esperanza. La disyuntiva es compleja. Massa no puede quedar atado a las malas noticias, pero tampoco aparecer como el capitán que abandona el barco.
El ministro no volvió a hablar públicamente después del domingo a la noche, cuando se lo vio golpeado en el búnker del barrio de Chacarita. Fue un revés por partida doble, el número desinflado de UP y la derrota de Malena Galmarini, en Tigre. El martes se reunió con el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, que llegó a Buenos Aires preocupado por los números que Milei cosechó en su provincia. Fueron casi 50 puntos, el doble del oficialismo. Como contó Letra P, el equipo de Massa puso la lupa encima de los magros resultados de las provincias y ajustará las clavijas de los gobernadores.
El equipo de campaña de UP ya trabaja sobre el plan de la nueva etapa de la campaña y empezará a el jueves a rediseñar estrategias discursivas, territoriales y comunicacionales para octubre. Espera que se depuren las primeras reacciones de dirigentes que, entienden, hicieron “interpretaciones incorrectas” del mensaje del electorado y afinan un nuevo mensaje que empezará a rodar cuando Massa regrese de Estados Unidos. El objetivo es entrar al ballotage.