El ministro candidato Sergio Massa pidió a los intendentes y las intendentas de la provincia de Buenos Aires ir en busca del voto radical y presentó un plan de obras y seguridad para los distritos, anabólicos para el sprint final de la campaña de cara al ballotage del 19 de noviembre que disputará con el libertario Javier Milei. La cumbre organizada en La Plata por el gobernador Axel Kicillof, de la que también participó la dirigencia distrital que ganó las elecciones y gobernará a partir de diciembre, terminó con una foto de unidad que contrasta con la división al otro lado de la grieta protagonizada por dirigentes del PRO y de la UCR respecto del apoyo o no al candidato de La Libertad Avanza.
El arribo del titular del Palacio de Hacienda a la gobernación fue “sorpresivo”, según indicaron las fuentes a Letra P. En la reunión, celebrada en el Salón Dorado, agradeció el trabajo hecho en la campaña y pidió seguir en esa línea, “ser amplios” e ir “en busca del voto radical”, especialmente en el interior de la provincia, donde el partido centenario se hace fuerte. Además, les presentó un plan de obras y seguridad para la provincia y los municipios. “No es necesario que les diga lo que tienen que hacer, yo también fui intendente”, dicen que les dijo a los presentes.
Massa también les dijo que junto a Kicillof iban a seguir coordinando la campaña nacional con la bonaerense y alinear la comunicación y el mensaje que se llevará al electorado.
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En la búsqueda del voto boinablanca ya estuvo y sigue estando el gobernador. Durante una rueda de prensa posterior al encuentro, Kicillof reveló que el martes por la mañana había hablado con intendentes de esa fuerza, aunque evitó dar detalles de lo hablado e indicó que no iba a meterse en la dinámica interna de otros partidos.
“Nosotros vamos a estar en diálogo no sólo con los radicales sino con todas las fuerzas que creen en la verdad, la memoria y la justicia, que creen en la educación pública, en la salud pública, que creen en la infraestructura, en el desarrollo nacional y que quieren su bandera”, dijo Kicillof.
Massa llegó a la gobernación bonaerense minutos antes de las 12 y se reunió en privado por más de media hora con Kicillof. En ese momento, 60 kilómetros al norte, en la Ciudad de Buenos Aires, Patricia Bullrich daba una conferencia de prensa junto a su compañero de fórmula, Luis Petri, en la que anunciaba que ellos dos, a título personal, respaldan a Milei en el ballotage. Cerca de allí, en tanto, al cierre de esta nota, dirigentes del radicalismo comenzaban a llegar a la sede nacional de la UCR para discutir qué postura institucional tomar. Frente al corredor que armó la prensa, la dirigencia boinablanca fue manifestándose a favor de la “libertad de acción”, ni Milei ni Massa.
Bullrich terminaba de responder preguntas cuando en las escalinatas de la gobernación, en La Plata, rodeados de decenas de dirigentes con poder territorial, Massa y Kicillof posaban para la foto. La imagen de unión en el territorio del 37 por ciento del padrón electoral nacional donde el peronismo fue un vendaval pareció ser el mensaje de Unión por la Patria. Las usinas de comunicación distribuían la instantánea mientras al otro lado de la grieta todo era un tembladeral.
