Florencio Randazzo sabe que la batalla que decidió emprender junto a Juan Schiaretti no es sencilla. Como el cordobés, el diputado entiende que la polarización extrema de la discusión política en el país obedece a razones que tienen que ver con la política, los medios de comunicación y los factores de poder y “gravita en una órbita diferentes” a los problemas que tiene la sociedad. Sin embargo, el ex ministro de Interior y Transporte dice que “la grieta ha agudizado todos los problemas que tiene la Argentina” y que, como dirigente, tiene la “obligación moral” de combatirla. Con ese leitmotiv recibió a Letra P en su despacho, apuntó contra el ministro de Economía y candidato a Presidente del oficialismo, Sergio Massa y le puso fecha y nombres a un posible “gobierno de coalición”. Randazzo, sin pelos en la lengua, afirmó: "Cree que somos todos pelotudos, yo no lo puedo creer". "Es poco creíble escucharlo decir que va a enfrentar la inflación cuando es el actual ministro de Economía", argumentó.
-El más cercano es pasar las PASO para luego ir a la elección de octubre habiendo transitado un tiempo que nos permita tener una mayor visibilidad a nivel nacional. El gobierno cordobés acaba de ser ratificado en las urnas después de 20 años de gobierno y ese es nuestro modelo. Ahí se respetan las instituciones, la libertad de prensa, la división de poderes y hay una visión de un Estado austero e inteligente que atiende a cuatro cuestiones centrales que son la Educación, la Salud, la Seguridad y la Justicia. Además de tener un plan conjunto con el sector privado para que la Argentina sea más competitiva.
-Por ahora, el tiempo para armar un frente común ya pasó. Vamos a competir el 13 de agosto, el 22 de octubre y después veremos. Pero seguimos creyendo que la Argentina necesita un gobierno de unidad nacional.
-¿Pero las charlas que alguna vez existieron pueden retomarse?
-Por supuesto que hay que hablar con todo el mundo y conformar un espacio común si nos ponemos de acuerdo en el sentido que le queremos dar al gobierno que viene.
-¿Hay un límite?
-El límite son los extremos que exacerban la grieta.
-¿Quiénes serían?
-El kirchnerismo y Cambiemos. Ahora, hay dirigentes de Cambiemos que ha tenido una actitud proclive a ese tipo de acuerdo como han sido Horacio Rodríguez Larreta y otros que se han opuesto como Patricia Bullrich y Mauricio Macri, que están del lado de quienes abonan a la grieta.
Massa, Alberto, Cristina, la inflación y el FMI
-¿Cómo se imagina una eventual gestión de Sergio Massa?
-Está claro que Massa, junto con Cristina Kirchner y Alberto Fernández son los responsables de este gobierno que está haciendo un verdadero desastre. Desde que Massa asumió, el dólar devaluó más de 100 puntos, la inflación era de 60% y termina en 154%, hay 20 tipos de cambio diferente, hay restricción a las importaciones, yo no sé cómo esperan que sea diferente si ganan.
-Pero que los van a votar igual...
-El negocio de la grieta es tan grande que vemos a la gente discutiendo si votar a quienes agudizaron todos los problemas en cuatro años o a la continuidad de este desastre que es la expresión más cabal del fracaso de este Gobierno integrado por Massa, por Agustín Rossi y por (Eduardo) Wado de Pedro. A mí me cuesta pensar en eso, por eso creo que hay una enorme posibilidad de salir de la grieta con una fórmula que exprese otra cosa.
-¿Cómo se llega a los sectores del electorado que están discutiendo en medio de la polarización?
-Es muy complicado, principalmente porque hay una cantidad enorme de recursos que son del Estado y están siendo usados por estas dos coaliciones, aparentemente sin ningún tipo de control. Pero sería un error no intentarlo.
-¿Cómo se resuelve el problema de la inflación?
-Como se resolvió en todas partes del mundo. Acá hay que generar trabajo para que las familias puedan vivir mejor y eso no se resuelve con planes, que han condenado a la indignidad a millones de argentinos. Tenemos que dejar de pensar que somos diferentes, todos los países tiene una receta para resolver el problema de la inflación y los únicos que no podemos hacerlo somos nosotros por la incapacidad de los dirigentes y es algo que trae limitaciones a la hora de conservar el poder adquisitivo, impide tener precios de referencia o trae complicaciones para el acceso al crédito. Tenemos que volver a ser un país normal.
-¿Qué se hace con el FMI en ese contexto?
-La deuda que contrajo (Mauricio) Macri no fue lo más conveniente, pero es mentira que eso sea una limitante para crecer. Hay que terminar con ese relato mentiroso porque la Argentina en los últimos tres años y medio no le pagó ni un solo peso al fondo. Tenemos que llegar a un acuerdo que sea a mediano y largo plazo que nos permita pagar, porque a las deudas hay que honrarlas, y que el compromiso de un pago no vaya en contra de que la Argentina crezca y se desarrolle.
-¿Qué pasa después de las PASO?
-Hay que profundizar este tipo de debates. Tenemos que decir qué Argentina queremos y desde qué lugar lo decimos, porque es poco creíble escuchar a Massa decir que va a enfrentar la inflación cuando es el actual ministro de Economía. Cree que somos todos pelotudos, yo no lo puedo creer. Y que Cambiemos diga qué va a hacer respecto a eso. Nosotros tenemos para exhibir que somos una forma del interior federal, que hemos gobernado una provincia importante como Córdoba y que la gente acompaña ese tipo de gestiones porque ha cambiado cosas. Con esa base, queremos discutir el futuro y no quedarnos en el pasado.
La previa en las provincias y "los pituquitos de Recoleta"
-¿Cómo analiza el comportamiento electoral que se está manifestando desde la provincias?
-En el conjunto de las provincias argentinas están dando resultados electorales muy claros que tienen en Córdoba un buen ejemplo. Se trata de resultados que expresan la postura de quienes defienden su propia identidad productiva y que entienden que el kirchnerismo ha tenido una política desacertada respecto al tema, por eso pierde escandalosamente Santa Fe. Además, el gobierno acaba de perder Chubut, se perdió en San Juan y fíjate que en todas las provincias en las que ganaron, en la previa no fue ningún dirigente del gobierno nacional. Son una mancha venenosa y está claro que la gente ya dio de baja este Gobierno y no queremos volver a repetir la experiencia.
-¿Se puede trasladar?
-La verdad es que a veces es complicado. Nosotros aspiramos a que lo que pasa en Córdoba se visualice para ser una alternativa real.
-¿El objetivo es mostrar el modelo Córdoba?
-Tenemos ese como ejemplo más claro. Ahí hay un conjunto de valores comunes a quienes integramos este espacio que son el valor de la palabra, el compromiso, la transparencia y la gestión, que es lo que mejora la calidad de vida de la gente. Schiaretti ha realizado una enorme gestión en Córdoba y yo lo he hecho cada vez que tuve la responsabilidad, con los documentos, con los pasaportes, con los trenes, con la SUBE. De eso se trata la política.
-¿Cómo ve la discusión en torno a “los pituquitos de Recoleta”?
-Más allá de la definición de Martín Llaryora, hay que reconocer las diferencias que existen entre el AMBA y las provincias del interior del país, y que hacen que la Argentina crezca de una forma que no es la más conveniente porque nosotros tenemos que generar las condiciones para que quienes viven en el interior y los que viven en los grandes conglomerados urbanos tengan las mismas posibilidades.
-¿Cómo se genera empatía con el electorado del AMBA a partir de esa lectura?
-Hay que plantearle un modelo de gestión diferente en el que la Argentina vuelve a tener servicios de calidad, en donde los chicos pueden estudiar en la escuela pública y atenderse en los hospitales sin dificultades. Para que puedan vivir más seguros, con un sistema de Justicia que funcione y con la posibilidad de acceder a un trabajo digno. De esa forma se conquista al electorado, de ninguna otra forma.
-¿Cómo observa el fenómeno de Javier Milei?
-Milei es una respuesta a 40 años de fracaso de la política. No importa lo que diga, él expresa la bronca de millones de argentinos que sienten que en los últimos 40 años los han cagado, así de simple.