La Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó un fallo que impide a la tabacalera Bronway de Rosario esquivar el pago de un tributo interno. El dueño de la empresa, Darío Rubén Ippolito, es “el otro señor del tabaco”, por las semejanzas del caso con el de Pablo Otero, de Tabacalera Sarandí, contra quien el tribunal superior había fallado la semana previa.
Bronway Technology SA es un empresa que no pocas veces fue centro de polémicas, a menudo acalladas por las influencias de sus dueños en espacios empresarios e institucionales.
La Corte Suprema de la Nación, por unanimidad, revocó esta semana una resolución de la Cámara Federal de Rosario que, pese a rechazar una cautelar de Bronway para que no se le aplique el umbral del impuesto a los cigarrillos, había aceptado que se admitiera una disposición de la AFIP que posibilitaba fijar de modo manual el impuesto, surgido para desalentar el consumo de un producto perjudicial para la salud.
Eso le permitía a la tabacalera rosarina esquivar desde 2022 el impuesto. Y pagar menos tributo les permite tanto a Otero como a Ippolito que sus productos se vendan a un precio mucho menor.
La empresa Bronway tiene su sede en el barrio rosarino de Nuevo Alberdi, en el kilómetro 1 de la ruta nacional 34, y fue gravitante en el mercado de venta de cigarrillos argentino, aunque no opera desde 2023, ya que la AFIP no le extiende estampillas fiscales por la omisión en el pago del impuesto interno al tabaco.
La raíz en Rosario
Su principal accionista es un hombre que fue investigado por haber incorporado a Mario Roberto Segovia, conocido como Rey de la Efedrina, al circuito de contrabando de cigarrillos.
Efectivamente, en 2005 Segovia fue investigado por primera vez por un delito penal y fue por contrabando de tabaco, en una causa donde también estaban Lionel Loria, accionista de Bronway, e Ippolito, que es a la fecha su accionista principal.
Ippolito es un empresario elusivo que al igual que Segovia y sus socios proviene de Villa Gobernador Gálvez. Un hombre conocido hace muchos años por negocios siempre en la cornisa de la ley y que se destaca por moverse con abogados penalistas desde sus inicios.
En Rosario recientemente quedó entreverado en una disputa tribunalicia precisamente con Pablo Otero de Tabacalera Sarandí , quien lo denunció ante la Cámara Nacional de Empresas Tabacaleras que integran Bronway, For Men de Santa Fe y Cigarrillos y Tabacos de Jujuy. Otero ganó notoriedad pública meses atrás cuando el presidente Javier Milei se refirió a él como "Señor del Tabaco" en medio de las discusiones por la primera ley Bases.
Bronway es investigada penalmente por la utilización de estampillas falsificadas en sus paquetes. Pero desde mucho antes se proyecta en su actividad, iniciada con la venta de unidades a bajo precio y con la sombra del contrabando. La empresa comercializaba las marcas Boxer, Dolchester y Pier.
Ippolito y sus negocios, en la Legislatura de Santa Fe
A mediados de 2019 el exintendente de Rosario y entonces diputado provincial Héctor Cavallero presentó un voluminoso pedido de informes en la Legislatura santafesina sobre las actividades ocultas del Rey del Tabaco de Rosario a quien, sin embargo, conectaba en un ámbito institucional con las actividades que durante años se le atribuían sin pasar de las murmuraciones.
Afectado por una enfermedad que causó su muerte meses después, Cavallero conectó a Bronway con el decomiso de 24 toneladas de tabaco en dos partidas ilegales que llegaban desde Misiones por el puente Rosario-Victoria el 27 de mayo de 2019.
Recordaba que El rey de la efedrina había empezado en el contrabando de cigarrillos en Rosario en 2005 y que en Argentina eso se supo porque la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) pidió ayuda para dar con una persona llamada Mario Roberto Segovia, señala por mandar a España dos contenedores con 375 mil paquetes de cigarrillos marca Dorchester que se intentaban ingresar de forma fraudulenta como artículos de bazar.
El informe del diputado Cavallero decía que la investigación iniciada en Argentina permitió saber que Lionel Loria tenía una empresa de estructuras metálicas en Villa Gobernador Gálvez e integraba una sociedad llamada Bronway. Figuraba en los documentos de transportes con un teléfono de la calle San Luis de Rosario, contacto vinculado a un distribuidor llamado Darío Rubén Ippolito y a Bronway SA, junto con Segovia, que empezó sus actividades como fabricante de CD y DVD’s para luego adjuntar el procesamiento de tabaco.
Tabacalera y depósito fiscal
Bronway comenzó su actividad como tabacalera en 2017. Su domicilio legal era Juan B. Justo 2147 de Villa Gobernador Gálvez que, según el informe legislativo de 2019, es el mismo que el depósito fiscal Binder.
Binder es la razón social de dos galpones de mercaderías aduanera donde se lo veía a Ippolito, quien se hacía presente y les comentaba a los trabajadores que era el propietario, quienes lo consideraban un hombre atento y cercano. Para 2013 la Secretaría de Delitos Económicos de Santa Fe lo tenía identificado a Ippolito como dueño, aunque en el control legal, indicaban en esa repartición provincial, figuraba como titular Domingo Serpa.
El depósito Binder tiene dos direcciones, uno en Circunvalación y Uriburu y otro en la calle Favario al 9100. Fuentes ligadas a esos espacios indican a Letra P que Ippolito mantiene allí su influencia, aunque ambos aparecen en divulgación institucional bajo el dominio del Grupo Selsa, que ofrece en distintas localidades depósitos fiscales con servicio de transporte aduanero.
Entre algunas de las referencias de los investigadores del señor del tabaco de Rosario figura que el 22 de enero de 2022 Gendarmería Nacional secuestró en Formosa un camión con 1.800 kilos de marihuana y 480 cajas con filtros para fabricar cigarrillos que procedían de Paraguay.
El destino era una empresa santafesina (For Men) y el depósito fiscal de destino era Binder. En este depósito fiscal fue también descubierto en 2015 el cargamento fallido de 40 kilos de cocaína conocido como “Narcoarroz” gestado por traficantes colombianos con destino a Marruecos, a quienes la semana pasada la misma Corte de la Nación dejó firmes las condenas.
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El cargamento de cocaína oculto en bolsas de arroz hallado en el depósito fiscal Binder, relacionado a Ippoliti.
En 2019 también Ippolito fue denunciado por venta fraudulenta de cigarrillos y evasión impositiva en una pesquisa del fiscal Santiago Marquevich, quien ordenó allanar Bronway a partir de la captación de cigarrillos de esa firma con estampillas adulteradas. Por ese caso el empresario obtuvo falta de mérito.
“Es como si por dos remeras truchas compradas en La Salada allanaran la fábrica de una marca internacional de prendas deportivas”, dijo el abogado Martín Marini, del estudio que representa a Ippolito.
El mismo abogado sostuvo en su momento que Ippolito venía sosteniendo un conflicto judicial contra las dos empresas internacionales que monopolizan el negocio de la venta de cigarrillos en Argentina “por la aplicación de la ley de impuestos internos que traba la posibilidad de vender un producto de calidad a un precio accesible y popular”.
A ese último argumento la Corte Suprema nacional lo desestimó expresamente este lunes remarcando que el afán del impuesto es preservar la salud pública y la reducción del consumo del tabaco. Y así derogó la cautelar dictada por la Cámara Federal de Rosario que le permitía la empresa de Ippolito eludir el pago del impuesto interno. Una semana antes había hecho lo mismo con la de Pablo Otero, el otro monarca del producto, aunque de dominios más extendidos.