Elisa Carrió se anotó un triunfo este martes en el Congreso como líder del bloque Coalición Cívica. Junto a la UCR, a sus exsocios de Hacemos Coalición Federal y a un sector de Unión por la Patria (UP) logró que se aprobara una reforma del impuesto al tabaco. De esta manera, Pablo Otero, dueño de la tabacalera Sarandí, deberá pagar lo mismo que el resto de las empresas competidoras.
La votación fue con un ajustado 82 a 77, con 69 abstenciones. El impuesto fue propuesta por Natalia Sarapura (UCR), Juan López (Coalición Cívica) y Oscar Carreño (HCF). La iniciativa tenía un resultado incierto porque UP no había tomado postura. La mayoría se abstuvo y un sector decidió avalar el impuestazo tabacalero, liderado por Victoria Tolosa Paz. La ex ministra se mantuvo en contacto con la oposición dialoguista para coordinar una votación que cerró el debate de la ley ómnibus XS, el primer triunfo legislativo del Gobierno.
Otro dato decisivo fueron las 28 ausencias, incluidas las de tres figura libertarias: Marcela Pagano, Beltrán Benedit y Rocío Bonacci. Por el PRO, no estuvieron Alejandro Bongiovanni, Daiana Fernández Morlero, Alvaro González -no participó de toda la sesión-, Marilú Quiroz y Ana Clara Romero. Por ese bloque, Aníbal Tortoriello votó a favor.
Hubo más desmarques que inclinaron la cancha: las radicales Mariela Coletta y Danya Tavela, de Evolución, la línea de Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti, rechazaron el impuesto. Facundo Manes y Pablo Juliano se fueron del recinto.
El enemigo de Elisa Carrió
Como contó Letra P, el Señor Tabaco estuvo en las sombras del tratamiento de la ley ómnibus. En su versión original, uno de sus artículos proponía eliminar el impuesto interno, que es el único que paga Sarandí, beneficiada por fallos judiciales.
En ese proyecto se establecía una suba de la tasa del Impuesto Interno a los cigarrillos del 70% al 73% y se eliminaba el mínimo para igualar la presión tributaria de Tabacalera Sarandí al resto del mercado.
La sorpresa en la oposición dialoguista fue que ese artículo no apareció en los borradores que intercambiaron con el Gobierno. La interna entre los dialoguistas estalló: la UCR, HCF y los partidos provinciales -sobre todo de provincias tabacaleras- anunciaron que tratarían de incorporar ese fragmento en la ley ómnibus.
Triunfo dialoguista
Los bloques no buscaban ganar sino exponer al lobby de Señor Tabaco. Acusan al PRO y a sectores de UP de haber presionado al presidente Javier Milei para excluir el impuesto al tabaco. En las reuniones que tenían en la Casa Rosada, Guillermo Francos prometió sumar el tema en una futura reforma tributaria, pero no fue tenido en cuenta.
De esta manera, el impuesto al tabaco fue parte de las disidencias de HCF y UCR y del dictamen de la Coalición, que por protocolo plantean durante la votación en particular. No esperaban lograr una mayoría en el recinto para imponerla. “Esto es un lobby infernal de la tabacalera Sarandí y Philip Morris”, denunció Germán Martínez, jefe de UP, quien se abstuvo como la mayoría de su bloque.
Los dialoguistas creen que hubo un gesto de LLA porque si bien anunció su rechazo, no se preocupó por bloquear la votación. No parecía ser su tema.