EL AJUSTE

Rosario: con el termómetro de la pobreza en alza, Pablo Javkin busca nutrir la billetera de la ayuda social

Le pedirá al Concejo un "refuerzo" de $2 mil millones porque lo presupuestado para todo el año alcanzó para nueve meses. Preocupan los "nuevos indigentes".

La pobreza y la indigencia que reflejó el INDEC son una realidad que se palpa en las calles de Rosario y que prenden las alarmas de los despachos. En consecuencia, el gobierno de Pablo Javkin pedirá al Concejo un refuerzo presupuestario para la Secretaría de Desarrollo Humano, que en nueve meses gastó los recursos de todo el año.

Ante esa realidad, el Ejecutivo le solicitará al Concejo un refuerzo de dos mil millones de pesos para que Desarrollo Humano pueda afrontar el último trimestre del año. Para dimensionar el pedido, el presupuesto anual de la dependencia, proyectado para todo el año, era de tres mil doscientos millones, y se terminó en nueve meses. Si bien no es algo extraño que suceda en contextos de alta inflación y con una crisis social galopante que alimenta la demanda, sorprende el número: es un 60% más de lo planificado.

Los números que preocupan a Pablo Javkin

En el Palacio de los Leones notaron, especialmente a partir de mayo, un fuerte crecimiento en la demanda espontánea de asistencia, calculan que de un 60%. Se trata de nuevas personas que se acercan a dependencias estatales -la propia Municipalidad, un distrito, un centro Cuidar, un centro de salud- a pedir ayuda por algún tipo de vulnerabilidad, ya sea alimentaria, habitacional o por ser víctima de violencia de género. Notaron, también, que cada vez más los casos son de adultos mayores.

cartoneros.jpg

“A diferencia de otras épocas, está roto el tejido familiar”, explica Gianelloni. “Hay mucho crecimiento de la demanda por tema de adicciones, hay mucha más violencia intrafamiliar”, dice y suma: “Hay gente que no pide ayuda por lo simbólico de ir a pedirle ayuda al Estado, por eso ampliamos el trabajo individual con la familia”. Los barrios más afectados son los del oeste y noroeste de la ciudad. Esa realidad, de cara a un diciembre caliente, puede traducirse en conflicto social.

En materia alimentaria, la Municipalidad vio crecer la demanda tanto de los casos espontáneos que se acercan a cualquier oficina pública a pedir ayuda -los “nuevos indigentes”- como así también la que se viabiliza mediante organizaciones sociales. En Rosario hay cerca de 800 merenderos o comedores empadronados para recibir algún tipo de ayuda estatal, para los que hubo que aumentar alrededor de un 30% el presupuesto en los últimos meses.

La Casa Gris vive la misma realidad

En el gobierno provincial siguen de cerca la situación y notan la misma realidad. En el Ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano, conducido por Victoria Tejeda, manejan el mismo número: 30% de crecimiento en la demanda de alimentos en toda la provincia. Son datos parciales de un relevamiento que aún no terminó por comedores, merenderos y copas de leche. En términos nominales, mientras que en diciembre de 2023 la Provincia invertía unos mil millones de pesos por mes, hoy debe desembolsar dos mil ochocientos millones de pesos.

El gobierno de Maximiliano Pullaro canaliza la ayuda mediante la Tarjeta Única de Ciudadanía -que permite comprar alimentos en comercios adheridos-, la tarjeta institucional -destinada a comedores y merenderos- y el programa social de nutrición, destinado a niños y niñas de entre dos y doce años de edad. Hay otros programas provinciales que aportan a un abordaje más profundo del problema, algo que propulsan ambas administraciones. Mencionan, por ejemplo, el Nueva Oportunidad, que capacita a jóvenes de hasta 35 años y los retribuye con una beca incentivo.

Quiénes pagan el ajuste en Rosario

De acuerdo a los números del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, la pobreza ya había crecido a fines de 2023 a 36,6% y la indigencia a 10,8% en el Gran Rosario. Sin embargo, la crisis se acentuó en el primer semestre de 2024, cuando la pobreza alcanzó al 46,8% de los habitantes y la indigencia a 18,2%. Es decir, hay 632 mil pobres en el aglomerado y 245 mil indigentes.

Para muestra, basta un botón: hace unas dos semanas, la Municipalidad informó los resultados del relevamiento de cartoneros en la ciudad, un estudio que no se hacía desde 2021. Descubrieron que había un 40% más de personas haciendo ese trabajo que tres años atrás y que el 13% había comenzado en el último año. Son, entre otros, quienes están pagando el ajuste.

El distrito con el índice de pobreza más bajo fue la Ciudad de Buenos Aires.
Javier Milei, a pura motosierra.

Las Más Leídas

También te puede interesar