Los alarmantes números de pobreza e indigencia en Argentina dados a conocer este jueves por el INDEC impactan en Santa Fe . En el Gran Rosario la indigencia casi se triplicó en un año, pasando del 6,2% al 18,2%. En el Gran Santa Fe la pobreza supera la media nacional y se ubicó en 59,8%.
“Calculamos un aumento en la demanda de entre el 25 y 30% desde que comenzó el año”, grafican fuentes del Ministerio de Desarrollo Social santafesino para ponerle números a la acuciante situación. La Municipalidad de Rosario (en donde la indigencia se triplicó en el último año, según los números oficiales) marca que la asistencia es inclusive del doble. Días atrás, dio a conocer a través de su Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat un relevamiento donde se encontraron con un 40% más de personas cartoneando. “Es peor que la postpandemia”, dicen en el área conducida por Nicolás Gianelloni.
Las preocupaciones son varias, pero una se destaca: la cantidad de adultos mayores que piden ayuda está en aumento. “Es el emergente nuevo, me hace acordar a los 90’. Hoy con la jubilación mínima no alcanza y necesitan ayuda adicional. Eso estaba cubierto en los últimos años y volvió a aparecer”, agrega un referente sobre lo que se observa sobre todo en las grandes urbes.
En ese contexto, la ausencia o retiro de la Nación pesa y la demanda va por cuenta no sólo de los otros Estados, sino también de organizaciones. El Banco de Alimentos de Rosario, por ejemplo, pasó de asistir 280 a más de 340 entidades, con una lista de espera de más de 700. “A principios de año hicimos un censo para ver cómo se encontraban en asistencia y nos encontramos que el 70% de las organizaciones habían dejado de recibir subsidios o si seguían recibiendo el mismo monto que 2 años atrás”,le dice a Letra P la directora ejecutiva del BAR, Nadia Montes.
Sin embargo, algunos mecanismos parecen aceitarse a pocos meses de finalizar el año. Mientras que el gobierno provincial espera firmar un convenio en el cortísimo plazo, Cáritas ya hizo lo propio firmando una ayuda junto al Ministerio de Capital Humano.
Parando la olla con lo que hay
Que el Gobierno de Javier Milei hizo uso de la motosierra e intentó plasmar un cambio de paradigma en materia de asistencia social no es novedad. El corte en seco a las organizaciones sociales, denuncias mediante, hizo que los pedidos se trasladen a provincias y municipios. En Santa Fe, inclusive, se está llevando a cabo un reempadronamiento de cada una de ellas, a los fines de “ordenar, transparentar e institucionalizar” el vínculo.
Los comedores fantasma y otras irregularidades fueron denunciadas meses atrás, pero fuentes del Ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano santafesino, que comanda Victoria Tejeda, sostienen que la intención es dar respuesta. “En política alimentaria en diciembre destinábamos mil millones de pesos y hoy es casi tres veces más. Hay una demanda creciente y a su vez y una decisión de atenderla”, detalla un vocero.
“Reempadronamos a todas las organizaciones, a las instituciones y sus beneficiarios y eso nos está dando un padrón unificado de toda la red de contención que hay. Antes algunas instituciones manejaban todo y hoy ya no. Eso cambió todo el mapa de la ayuda social en la ciudad”, agregan fuentes del gabinete del intendente rosarino Pablo Javkin.
La cifra que no sorprende en Santa Fe
“No nos sorprendió el número. Pensé que iba a ser mayor” admite el párroco Fabián Monte, vicepresidente de Cáritas Rosario. “Es lo que vemos todos los días, con una demanda que se incrementó un 40% en los últimos ocho o nueve meses y se refleja con el incremento en la gente en situación de calle”, revela a Letra P.
“Es una locura. Se nota mucho más en las familias numerosas y en los barrios abunda eso. Es palpable la falta de trabajo”, añade el pastor evangélico David Sensini, que también destaca la sintonía con el gobierno de Maximiliano Pullaro. Parte de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA), el evangelismo hizo pie y a través de Walter Ghione vehiculiza parte de la ayuda alimentaria en el territorio provincial.
En el Banco de Alimentos dan cuenta de una doble problemática: además del pedido de más ayuda, ya no hay tantas donaciones. En este punto coinciden también desde el sector eclesiástico, que ven como los fieles que ayudaban hoy ajustan su propio bolsillo. “Trabajamos con grandes industrias que hacen las donaciones, que desde hace algunos meses bajaron. Por eso nos enfocamos en el sector productivo y con el desperdicio de frutas y verduras, trabajando también con los Mercados de Productores”, dice Montes.
Del corrimiento de la Nación al intento de generar acuerdos para evitar un diciembre conflictivo
Sin atisbos de acercamiento durante un gran período de tiempo, finalmente parece acercarse el anuncio de un convenio entre el gobierno provincial y el área que maneja Sandra Pettovello. “Vamos a intentar cerrar el operativo y el convenio para los próximos diez días. Venimos trabajándolo hace tiempo”, anticipan fuentes de la gestión de Pullaro a Letra P.
La sombra de diciembre con su carga histórica hace que los distintos niveles del Estado ya trabajen para evitar crisis sociales y episodios violentos. “Va a crecer la pobreza y por eso hay que construir alternativas como lo hace Rosario para resistir a las crisis”, aportan fuentes del municipio, mirando como las ferias populares siguen en aumento.
“Siempre es especial diciembre. No vemos una mejora rápida. Ojalá, pero no se ve que haya un repunte rápido”, afirma a su tiempo el referente de Cáritas. “Este mes hemos renovado el convenio con la provincia que se actualizó en un 30%. Ahí atendemos 17 mil bolsones de mercadería. Son artículos que damos a las personas, a lo que se le suma que acabamos de firmar con la Nación un convenio por tres meses que nos permite tener 15 mil bolsones más”, cierra el cura. Toda ayuda hoy es bienvenida.