Un plenario de comisiones en la Cámara de Diputados comenzó a tratar proyectos para limitar el uso de los decretos de necesidad y urgencia (DNU), una de las principales herramientas que usó el presidente Javier Milei para gobernar con minoría en el Congreso. Hay consenso opositor en darle un plazo de vigencia, mientras no sean discutidos en el parlamento, pero aún discuten la cantidad de días.
Otro debate es la bicameralidad: Unión por la Patria y la radical Carla Carrizo quieren garantizar la intervención de los dos recintos para avalar o rechazar un DNU.
La discusión continuará la semana siguiente con la expectativa de dictaminar el miércoles 30, según el emplazamiento aprobado por la oposición en la última sesión. La Libertad Avanza y el PRO buscarán estirar el tiempo para evitar una derrota. No podrán impedir el dictamen, pero apuestan a romper la UCR y sumar partidos provinciales para no quedar en minoría en el recinto. En la oposición están seguros de tener los números, aunque en cualquier caso, si la ley es sancionada Milei podrá vetarla.
El tratamiento se lleva a cabo en las comisiones de Asuntos Constitucionales, Peticiones, Poderes y Reglamentos, coordinadas por Nicolás Mayoraz (LLA) y Silvia Lospennato (PRO). Hay 16 proyectos para modificar la ley 26.122, de autoría de Cristina Fernández de Kirchner, sancionada en 2006, que regula el uso de los DNU. Reglamenta el artículo 99 de la Constitución, en su reforma de 1994.
La norma le da vigencia a un DNU desde su publicación y sólo queda derogado si ambas cámaras lo rechazan. En la práctica, le permite a quien ocupe la presidencia gobernar con la venia de un sólo recinto y es lo que las iniciativas presentadas buscan evitar.
El futuro de los DNU
El autor de uno de los proyectos y el impulsor del debate es el diputado Oscar Carreño (Encuentro Federal), quien propone un plazo de 60 días de vigencia de los DNU y un tratamiento legislativo “a la inversa”, esto es, que el Gobierno requiera la validez de las dos cámaras.
De esta manera, si sólo una lo rechaza el trámite se da por concluido aunque no se hayan agotado los tiempos.
El cordobés dijo que está dispuesto a revisar el plazo de vigencia de los DNU y citó el ejemplo de Brasil, donde hay un prórroga por el mismo plazo si un decreto es tratado por una sola Cámara. De esta manera, habilitó a extenderlo a 120 días. Hay proyectos más ambiciosos que reducen el plazo a 30.
La iniciativa también habilita a una aprobación parcial y se amplía 16 a 24 los miembros de la bicameral de trámite legislativo, que debate los decretos. "Es importantísimo que reformemos esta ley, sino, el próximo Presidente de la Nación va a hacer algo muy simple: sacar un DNU donde va a derogar todos los de este gobierno”, sostuvo el diputado.
En Unión por la Patria coincidieron en poner plazos de vigencia del DNU -que es el corazón del debate-, aunque insistieron en garantizar la intervención de ambos recintos. “La bicameral es un principio constitucional y es imprescindible, porque en el acto de formación de una norma intervienen las dos cámaras”, sostuvo el santafesino Diego Giuliano.
Coincidió la radical Carrizo, quien en su proyecto solicita un plazo extra entre la primera y la segunda cámara, como en Brasil. La diputada cercana a Lousteau ratificó la necesidad de reducir las materias que pueda tocar un DNU, para evitar que haya algunos voluminosos, como el 70/23, que rechazó el Senado.
El acuerdo opositor
Fuentes de UP señalaron a Letra P que el plazo de vigencia del DNU es un debate abierto, porque, en definitiva, es un tema encadenado con la bicameralidad.
El jefe de UP, Germán Martínez, defendió la ley vigente, pero aceptó discutir una corrección."Las leyes son totémicas. Con la misma convicción que tuvo para avalar la ley 26.122, vamos a discutir una reforma. Depende de nosotros, de la mayoría que construimos, poder avanzar", invitó al diálogo al resto de la oposición. Propuso reducir los cambios a "dos o tres puntos" y mantener el corazón del texto escrito por Cristina.
El radicalismo tuvo el respaldo al debate de Carrizo, Pablo Juliano y Fernando Carbajal, el sector rebelde, que suma 11 de los 34 miembros. Por la CC se expresó Juan López y en EF también expuso Juan Brügge.
En la discusión estará en juego también la agenda legislativa para negociar entre la mayoría que logró activa estas comisiones e incluye a UP, EF, un sector de la UCR y la Coalición Cívica. Garantizan el dictamen pero tienen que contar los números finos para volver a imponerse en el recinto.
El oficialismo y el PRO anticiparon que intentarán bloquear el debate. "Me preguntan si no es ahora el momento de tratarlo, cuando será. Mi pregunta es: ¿Por qué no fue antes? ¿Por qué caer en un debate conjunto con un emplazamiento para dictaminar?", sostuvo la macrista Silvana Giúdici.
Lisandro Almirón fue el único orador de LLA. "Argentina es presidencialista y no tiene tradición de gobierno parlamentario. Hay un tema de hipocresía: este no es un tratamiento natural. Tenemos un andamiaje en el que las mayorías imponen la gobernabilidad a quien le toca gobernar”.