Gladys Humenuk supo cultivar una amistad con el presidente Javier Milei. Así logró convertirse en subsecretaria de Coordinación Administrativa en el gobierno de La Libertad Avanza (LLA). Pero su ascenso puede convertirse en caída en un santiamén: hoy divide su tiempo entre una guerra autónoma con los gremios de la Casa Rosada y un intento de operativo desgaste hacia su jefa directa, nada más y nada menos que la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, El Jefe.
Es licenciada en marketing, integró Corporación América y fue segunda candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires, debajo del financista Juan Napoli. Ahora trabaja bajo la órbita de la Secretaría General de la Presidencia, con la oficina más cercana al despacho de Milei, y detenta gran poder en la toma de decisiones del gobierno.
Desde ese lugar de poder privilegiado, Humenuk busca con sigilo desgastar a su jefa. "Está celosa de Karina, pero no le da para estar ni en el quinto círculo de confianza de Javier", le dijo a Letra P alguien al tanto de la creciente tensión en Balcarce 50, que -afirma la fuente- también se explica por desmanejos del presupuesto de su área.
Alguien que frecuenta un despacho cercano afirma que, de forma inconsulta, le sacó las horas extra a los mozos, lo que generó malestar en toda la Casa de Gobierno, y "se generaron problemas con la comida que le sirven al Presidente". La critican, además, por gozar de "privilegios de la casta": tiene seguridad y chofer oficial al que alguna vez mandó a buscar a su hijo a un boliche durante la madrugada, comentan en los pasillos.
El apodo con el que busca destronar a Karina
En su entorno cercano, alejado de los oídos de la hermandad presidencial, Humenuk se hace llamar "Mileina", jactándose de la relación de cercanía que alguna vez tuvo con Milei, un vínculo que muchos le reconocen. Otros, sin embargo, afirman que la relación actual se redujo al mínimo, sólo "se cruzan cada tanto".
La aparición que la puso en el centro de la escena por unos segundos ocurrió el 15 de diciembre, cuando el jefe de Estado realizó el último sorteo de su dieta como diputado por la Ciudad de Buenos Aires. Fue la primera vez que Milei habló en público desde que había asumido, el domingo anterior a esta fecha. Lo hizo desde su cuenta oficial de Instagram.
Desde el despacho presidencial, que paneó para los miles de seguidores que veían el vivo, Milei mostró la banda y el bastón que se ganó en las elecciones y se permitió mostrar trambién a Humenuk, a quien definió como una de sus mejores amigas, junto a la hoy ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello.
Un pasado en Corporación América
La funcionaria, a quien no se le conoce otro rol en la función pública que el cargo actual, desfiló por Aeropuertos Argentina 2000, compañía que pertenece al Grupo América de Carlos Eurnekian, y por donde también pasaron Milei; el jefe de Gabinete, Nicolás Posse; el ministro de Interior, Guillermo Francos; y el titular de Justicia, Mariano Cuneo Libarona, quien defendió a la familia del magnate en distintas causas penales, entre las que se cuenta la denominada Causa de los Cuadernos.
En ese ámbito privado, Humenuk se desempeñó como jefa de Control de Gestión de la compañía, lo que quizá explique que el líder de La Libertad Avanza haya pensado en ella a la hora de designarla como subsecretaria de Coordinación Administrativa, bajo la órbita de Karina. Entre sus atribuciones formales se encuentra el manejo de las cuestiones administrativas, financieras, de recursos humanos, informáticos y de materiales de esa área.
En la planta de personal de la Casa Rosada su nombre es mala palabra desde que amenazó con despedir gente y quitar horas extra, pese a que prácticamente nadie le conoce la voz y son muy pocos quienes la vieron alguna vez en su lugar de trabajo. Suele entrar por la avenida Rivadavia, atravesar el Salón de los Bustos y subir por la explanada a su oficina, tal como lo hace el Presidente y los funcionarios de alta jerarquía.