A 25 días de haberse iniciado el gobierno libertario, en el que sus principales referentes repitieron como un mantra la orden de Javier Milei de ir a todo o nada con el paquete de reformas, se conoció la primera voluntad del oficialismo de negociar algunos artículos del proyecto de ley ómnibus que se tratará en el Congreso. Al menos así se desprendió este jueves de una primera reunión del ministro de Interior, Guillermo Francos, con el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, que se dio en un marco de otra ronda de encuentros individuales entre funcionarios nacionales y mandatarios del interior para acercar posiciones políticas en la previa de la sesión extraordinaria prevista para el 25 de enero.
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Según pudo saber Letra P, Francos negoció con Torres y Guillermo Montenegro, el intendente de General Pueyrredón que también participó de la reunión, hacer modificaciones en tres artículos que cambian la Ley de Pesca, que están incluidos en el proyecto de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, como son los cambios en la obligatoriedad de descarga en puertos nacionales, la competencia en la asignación de cupos de captura y la eliminación de la obligatoriedad de contratar personal de nacionalidad argentina.
“Con los cambios de la ley ómnibus, toda la cuota de recursos pesqueros que se licite podría descargarse en cualquier puerto, quitándonos algo tan preciado como es el control y la trazabilidad. Estamos hablando de buques que no tienen cámaras en bodegas y que no hay un control digital en redes como hay, por ejemplo, en otros países”, había explicado Torres en la previa uno de los puntos que el chubutense consideraba polémicos.
La permeabilidad del Gobierno a realizar cambios quizá estuvo sustentada en el volumen político del reclamo. Es que, tan sólo unos días antes Torres mantuvo contactos no sólo con sus pares de Tierra del Fuego, Río Negro y Santa Cruz, sino también con el presidente del bloque PRO, Cristian Ritondo, y el titular de la bancada Hacemos Coalición Federal, Miguel Ángel Pichetto, que manifestaron la misma preocupación ante estos puntos de la ley ómnibus. "No iba a tener los votos, y no había forma que salga así como está", dijo una fuente al tanto de las conversaciones cruzadas.
Una hora y media antes de ver al mandatario de Chubut, Francos recibió al gobernador de San Luis, Claudio Poggi, con el que dialogó sobre las "dificultades financieras de esta provincia derivadas de la gestión anterior". Si bien no hubo precisiones sobre si la administración nacional girará algún tipo de fondo económico para socorrerlos, las partes aseguraron a este medio que la reunión fue en muy buenos términos. Todo indica que la fotografía que difundieron, sonrisa mediante, lo confirma.
El tema financiero, central en la agenda de Francos y Poggi, fue una constante también en la reunión del ministro de Interior con otros mandatarios, que buscaron, al menos todavía sin éxito, tener compensaciones por la marcha atrás en la modificación del Impuesto a las Ganancias, la reducción al mínimo de los fondos discrecionales y la paralización de la obra pública, algo que también llevaron en forma de reclamo al jefe de Gabinete, Nicolás Posse, quien por ahora no demostró la misma capacidad de diálogo que el titular de Interior.
Gira de gobernadores
El aparente inicio de la temporada de rosca entre la Casa Rosada y los mandatarios se veía venir de lejos. Quizá anticipando el clima de tensión que desató la queja de, al menos, estos gobernadores patagónicos que respaldaron a Torres, el vocero presidencial, Manuel Adorni, había adelantado que el gobierno estaba "abierto al diálogo y a corregir eventuales errores". "Estamos abiertos al diálogo y a discutir no sólo ese punto sino cualquier otro que pueda generar alguna controversia. Tenemos mucho expertise pero como cualquier ser humano uno puede cometer alguna cuestión a corregirse", remarcó el funcionario en su habitual conferencia de prensa este jueves.
Si bien en estos primeros días de gestión la mayoría de los ministros se mostraron permeables a recibir en sus despachos a los representantes de la oposición, los sindicatos y las distintas organizaciones sociales, todavía se desconocen los alcances reales de las negociaciones, por lo que se podría decir que los ejes centrales de ajuste y desregulación de la economía se mantienen intactos.
Pese a eso, el jefe de Estado y su mesa chica se mostraron entusiasmados en aprobar las reformas cuanto antes. "Los partidos tienen 90 minutos, no terminan hasta el pitazo final. Estamos confiados de que todo va a salir adelante”, aseguró Milei este jueves en diálogo con FM Delta.
La agenda de encuentros continuará muy cargada para el oficialismo. A las 14 el ministro de Defensa, Luis Petri, almorzó con Torres; su par de Economía, Luis Caputo, hará recibirá al jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, con el reclamo de la coparticipación federal como tema central; mientras que el titular de Infraestructura, Guillermo Ferraro, verá primero a Torres, y luego al chaqueño Leandro Zdero y a Poggi.
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El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, también recibirá en su despacho a su par del mismo ministerio cordobés, Julián María López; en tanto que la canciller Diana Monino viajará rumbo a Río Gallegos, desde donde se trasladará a la Base Marambio en la Antártida Argentina, junto al presidente.
De todos modos, si bien la administración nacional tendió por primera vez este tipo de puentes, mantiene todavía la designación de cuatro interlocutores válidos para intentar blindar lo máximo posible los proyectos. Además de Francos se anotan el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem; la vicepresidenta, Victoria Villaruel; y el secretario de Relaciones Parlamentarias y con la Sociedad Civil, Omar de Marchi. El cuarteto mantuvo una extensa reunión a puertas cerradas este miércoles para analizar las trabas parlamentarias que les imponen algunos sectores de la oposición.
