En la entrevista con Alejandro Fantino del último lunes, Javier Milei trató de ignorante al senador Martín Lousteau por haber cuestionado el pliego como embajador de Israel de su rabino, Axel Wahnish, que el radical firmó tras una negociación. Con su bravuconada, el Presidente volvió a complicar el nombramiento del religioso, pero también el de otros cinco postulantes diplomáticos.
Son los casos de Guillermo Nielsen, candidato a la representación argentina en Paraguay; Gerardo Werthein (Estados Unidos), Mariano Caucino (India), Ian Selecki (Francia) y Sonia Cavallo (OEA).
El problema que tiene Victoria Villarruel es que los seis pliegos están en el mismo expediente y no se pueden votar por separado. La única manera sería poner en el orden del día de la sesión un único dictamen y el equipo de la vicepresidenta está rastreando algún antecedente en el Congreso que habilite esa maniobra.
Aún en caso de hallarlo, no será una decisión fácil para el oficialismo abrir el recinto y someterse a un debate reglamentario con Unión por la Patria, que sólo aportó firmas para los pliegos de Werthein, Selecki y Caucino. La otra opción de Villlarruel sería que Milei retire la postulación de Wahnish, una derrota que el Presidente difícilmente esté dispuesto a aceptar.
La declaración del Presidente que volvió a cerrar el Senado fue en relación a las idas y vueltas por el pliego de Wahnish, que Lousteau demoró una semana en firmar por una discusión que tuvo con el rabino en la comisión de Acuerdos.
El economista reclamó un dictamen de la Cancillería para tener garantías de que la mudanza de la Embajada a Jerusalén no complicara el reclamo por la soberanía sobre las Islas Malvinas, por tratarse de un territorio en disputa. El rabino argumentó que la sede estaría en el sector occidental, que no está en litigio, pero el senador quería un respaldo jurídico de la diplomacia argentina para estar tranquilo.
Lousteau recién aceptó firmar el dictamen tras una visita a su despacho de la canciller Diana Mondino y del propio Wahnish. En la entrevista con Fantino, Milei se refirió al senador de forma despectiva y complicó todo otra vez.
“Hay algunos que no sé si lo hacen por ignorantes o porque tienen mala intención. Nosotros vamos a mudar la embajada a Jerusalén occidental. Eso es territorio de Israel. Lo cual, digamos, no es un problema”, fue la frase del Presidente.
Milei no dijo nada sobre el dictamen de Cancillería que Mondino le prometió a Lousteau, ni mucho menos sobre el reclamo de soberanía de las Islas Malvinas.
Este jueves, durante un discurso en la Universidad de Florida, el Presidente embarró la cancha refiriéndose a Lousteau como “un torpe, mediocre y pésimo economista”, en este caso por el debate respecto al rol del Estado en la oferta de repelentes.
El senador le contestó este viernes. Sostuvo que Argentina vive su peor epidemia de dengue "sin recomendaciones del Ministerio de Salud" y le pidió a Milei comprar repelentes en Miami, porque en Argentina valen cuatro veces más.
No están los votos
El acuerdo con pinzas que logró Villarruel en diciembre para elegir autoridades se convirtió en un ancla para abrir el recinto.
Aquella vez, la vice reunió 39 votos y al poco tiempo perdió a la dupla santacruceña, que integran Natalia Gadano y José María Carambia. Junto al gobernador patagónico Claudio Vidal, se enfrentaron al Presidente por el cierre de las obras de las represas de Santa Cruz, que dejaron 1.800 personas sin trabajo.
Cuando se trataron los pliegos, Carambia le aseguró a Letra P que no los aprobaría. “Si no hay plata, que nombre personal de carrerea”, señaló. Tanta es la furia con Milei que ni siquiera votaron a favor de habilitar su salida del país.
Sin el binomio austral, Villarruel tiene lo justo para abrir sesionar sin el peronismo y Lousteau aprovechó para hacer su juego. La vice busca sumar aliados para no quedar tan ajustada y por ahora no lo consigue.
Ayuda peronista
La apuesta de siempre es el trío santiagueño, leal al gobernador de esa provincia, Gerardo Zamora. Su esposa, Claudia Ledesma Abdala, firmó el pliego de Werthein, al igual que Sergio Uñac y Lucía Corpacci. El empresario dejó buenos recuerdos como presidente del Comité Olímpico Argentino.
El sanjuanino también votó a Caucino y la catamarqueña a Selecki. No será fácil que se presten a una sesión para facilitar que el rabino de Milei sea nombrado embajador. El oficialismo seguirá intentándolo. Otra no tiene.