El fracaso de la UCR en las elecciones porteñas del armado comandado por Martín Lousteau y encabezado por Lucille Levy no hizo mella en el liderazgo que Maximiliano Pullaro le reconoce al presidente de la Unión Cívica Radical. El gobernador de Santa Fe le rehuye a la rosca nacional y sigue "descansando" en el senador.
El apoyo de Maximiliano Pullaro a Martín Lousteau
Como ante cada pedido que le hacen figuras radicales de todo el país -como destacan a su lado-, Pullaro viajó a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a bancar la candidatura de Lula Levy. De hecho, tuvo un rol protagónico en uno de los actos más importantes de la campaña, a menos de un mes de las elecciones, en donde se encargó del capítulo de seguridad en la presentación de propuestas. "Hermano", le llegó a decir el santafesino al senador porteño.
El magro octavo puesto dejó expuesto al armado comandado por el exministro de Economía y el vicerrector de la Universidad de Buenos Aires, Emiliano Yacobitti. “Fuimos a acompañar porque cuando no se sabía si a nosotros nos iba a ir bien o mal, Martín nos bancó”, resaltan en el entorno del santafesino, con memoria. Además, remarcan que era la lista oficial de la UCR y “Maxi siempre las apoya cuando se lo piden”. ¿Críticas? Ninguna: “Es fácil juzgar lo que hacen los demás desde Santa Fe, la función de los que ganan es ayudar a los que pierden a que empiecen a ganar”.
Maximiliano Pullaro, el líder comarcal
Más allá del apoyo a Lousteau y su grupo, Pullaro mantiene su decisión de no meterse en la rosca nacional. El gobernador le rehuye, considera que su liderazgo es comarcal y ha contado más de una vez que “no se halla” en Buenos Aires. No importa que lo vean como presidenciable, tanto él como su grupo se cansan de repetir que sólo tienen ojos para la Bota. “Hoy, la mejor contribución que podemos hacer es gobernar bien Santa Fe. Es disruptivo que en vez de tomar los cargos de manera utilitaria un tipo diga ‘me eligieron para gobernar Santa Fe’”, dicen a su lado.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/CacuCandido/status/1925362649300115642&partner=&hide_thread=false
Sin embargo, es innegable que Pullaro, por ser el titular de la provincia más importante que gobierna el radicalismo, tiene una voz distinta y cada vez más escuchada en la tropa boina blanca. A su lado, lo relativizan: “Pasa con todos los gobernadores, porque son buenos gobernadores que tienen la economía acomodada y hacen andar a sus Estados, muestran que los radicales sabemos gestionar”. No significa que el pullarismo no juegue a nivel nacional.
Por ejemplo, no los sorprendió la renuncia de Gastón Manes a la presidencia de la Convención Radical -”Nadie que entra por la ventana se va por la puerta”-. A pesar de eso, es con los pies en el plato de Evolución y detrás del liderazgo de Lousteau, al que le valoran que “dice lo que piensa sin consultar encuestas” y que “es honesto”: “Hablamos con todos, pero es para rescatar el liderazgo de Martín”. Por lo que se ve, aún está vigente aquella opinión del gobernador sobre Lousteau: “Es el tipo más brillante de la UCR”.
El vaso medio lleno en la debacle porteña
El resultado no amilanó al pullarismo, que el sábado previo a las elecciones envió a una comitiva a la capital, a pesar del corte en la Autopista Rosario-Buenos Aires por la inundación a causa de las intensas lluvias. El grupo, que estuvo en el búnker radical el domingo, fue encabezado por el secretario general de la gobernación, Juan Cruz Cándido, uno de las figuras más estrechas de Pullaro, y algunos de sus colaboradores más cercanos, como el director de Regulación Dominial, Mariano Rodríguez Grancelli, y la directora de Economía Social, Celeste Ruiz Díaz.
En Santa Fe consideraban que la derrota “era previsible” porque “se acentuó una polarización que se llevó votos de todos los demás”, pero no negaban que, igual, les cayó mal. Más allá de esa lectura, consideran que Levy debería seguir al frente porque en poco tiempo hizo una buena campaña y se instaló como una nueva figura. “Es el riesgo que corrés cuando querés generar nuevos cuadros, pero hoy la conocen”, valoraron.
Hay, además, un análisis matemático que hacen en el pullarismo sobre los resultados que les aporta elementos para eludir el clivaje libertario o antilibertario. Surge de sumar los votos que sacaron Silvia Lospenatto, Horacio Rodríguez Larreta, Paula Oliveto y la propia Levy: algo más de treinta puntos. La conclusión que sacan es que sigue habiendo en Buenos Aires un sector antiperonista que “no se banca la puteada, el ajuste despiadado, la edificación menemista de Javier Milei”.