Patricia Bullrich no hará cambios en su estrategia de cara al próximo debate presidencial y en la recta final de las elecciones del 22-O: la candidata de Juntos por el Cambio (JxC) mantendrá su eje par intentar “sacar a Sergio Massa del ballotage” y aprovechará al máximo los que considera "errores" de su rival de la Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, como fue el de acusarla "sin pruebas" de “poner bombas en jardines de infantes” durante la última dictadura militar. Al libertario sólo le responderá cuando se sienta atacada, pero si él insiste con el pasado en la juventud peronista de la exministra de Seguridad, en su equipo evalúan pasar a la ofensiva y hasta presentar una denuncia por calumnias e injurias.
Con una visión optimista de la performance en Santiago del Estero, según el razonamiento del comando halcón, ella logró romper la polarización que buscan instalar tanto el ministro de Economía como el referente liberal. Según pudo reconstruir Letra P, la dirigente del PRO está conforme porque considera que rompió con el "ninguneo" de Massa y Milei y logró instalar -con un ejemplo práctico- el supuesto pacto entre ambos por el estilo ligth de sus cruces. “Ellos no se atacaron fuerte porque saben que su negocio es competir en la segunda vuelta”, precisó uno de los estrategas de Bullrich.
Ese mantra explica también la reacción del comando halcón ante la última acusación de Milei. En declaraciones al canal de noticias A24, el economista dijo: “Ella era una montonera tira bombas. O sea, ha puesto bombas en jardines de infantes. Era parte de una organización terrorista”. Cuando escuchó esa frase, Bullrich se dio cuenta de que su objetivo de romper con la polarización entre Massa y Milei fue cumplido.
El paso siguiente de la aspirante de JxC es seguir confrontando con el economista de LLA, pero sólo cuando él la ataque, algo que ella le dejó en claro a varias de las figuras de la coalición que le pedían que tuviera una postura más ofensiva frente el referente liberal. La mesa chica bullrichista está convencida que los embates del libertario no sólo lo exponen como una persona “violenta y machista” sino que también que le dan una centralidad a la exministra con temas que “no la afectan”. Esto no quita que, frente a la acusación de poner bombas en jardines de infantes, Bullrich pueda denunciarlo por calumnias e injurias. Al cierre de esta nota, esa opción estaba en pleno debate entre las figuras de mayor confianza de la exministra de Seguridad: será ella quien decida si se avanza con la idea.
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No fue la única frase de Milei que acaparó la atención en el equipo de Bullrich: el economista reveló que volvió a hablar con el expresidente Mauricio Macri, algo que fue negado por el entorno del exmandatario. En JxC, y particularmente en el PRO, ven en esos movimientos una forma del candidato de LLA de generar un ruido en la coalición. La novela podría terminar con una desmentida del fundador del PRO, pero todavía no se tomó la decisión.
El eje de diferenciación con Milei pasa a ser más entre JxC y LLA. En su nuevo spot, Bullrich le enrostra al libertario el músculo territorial que la coalición opositora posee, con gobernadores ya en ejercicio y los que resultaron electos en los comicios de este año.
Todo este contexto le permitiría a Bullrich encarar el segundo debate en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en donde el eje principal será Seguridad, tema en el que se siente más cómoda. Ahí es donde apuntará todos su cañones para exponer la diferencia entre el "cambio con experiencia" que representa JxC en detrimento del "cambio con caos" que traería Milei.
Con ese objetivo mantendrá el mismo eje de preparación que tuvo para el primer debate con prácticas en un estudio de televisión con figuras del macrismo que interpreten a Massa, Milei, Juan Schiaretti y Myriam Bregman. De esta última esperan que vuelva a la carga con las críticas por las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, lo que le permitirá Bullrich potenciar su discurso de "bancar a las fuerzas de seguridad" y soportar la presiones de diferentes sectores políticos.