Objetivo ley ómnibus XS: la CGT mostró su poder de movilización para meterle presión al Senado
La central obrera sacó a la calle su aparato, ratificó el paro, apuntó contra la reforma laboral y anticipó que irá "bloque por bloque" para frenar la ley.
"Esta CGT no va a resignar ni un ápice de todos los derechos conquistados a lo largo de la historia", fue la frase de guerra que lanzó Héctor Daer en una conferencia al cierre de la marcha en el Salón Felipe Vallese de la sede de la central. A su lado, Pablo Moyano, el otro cosecretario general, le advirtió al gobierno de Javier Milei que "la conflictividad va ir creciendo" y que el paro del próximo jueves 9 "va a mostrar el descontento y va a ser histórico".
Los dos anunciaron que la agenda de la mesa de conducción se centrará ahora en visitar a todos los bloques del Senado y abrir diálogos con los gobernadores para que se frene la ley aprobada el martes en Diputados.
La gran marcha de CGT
Bajo el lema "La Patria no se vende", la marcha mostró el poder del aparato de movilización de los gremios de la central, con el acompañamiento de las dos CTA, la UTEP y partidos de izquierda, y una columna del gobierno bonaerense encabezada por AxelKicillof, quien luego se reunió a solas con Daer, Moyano y el resto de la conducción cegetista.
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En la central dijeron que hubo una asistencia de 300 mil personas, pero las estimaciones imparciales hablan de una cifra mucho menor. En total, la movilización llegó a ocupar unas diez cuadras sobre Avenida Independencia, Paseo Colón y avenida Nueve de Julio, en columnas prolijamente ordenadas, con la CGT a la cabeza y el resto de las centrales obreras detrás. Solo hubo un incidente al final de la jornada, entre la Policía y un grupo de la izquierda trostkista que había quedado sin desconcentrar sobre Diagonal Sur.
Al frente se ubicaron los gremios que mostraron mayor poder de convocatoria: Camioneros, UPCN, con Andrés Rodríguez al frente; la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Abel Furlán, La Fraternidad, Sanidad, Luz y Fuerza, Judiciales y los docentes de UDA, entre otros.
En la previa a la marcha, la CGT difundió un documento en el que le advirtió que el gobierno de Milei "implementa un ajuste brutal que sufren especialmente los sectores de menores ingresos, las clases medias asalariadas, jubilados y pensionados" y que en el Día del Trabajador "todos los derechos sociales, laborales, sindicales y previsionales se encuentran amenazados". "Es un día de reivindicación y defensa de las conquistas y derechos adquiridos que se pretenden vulnerar sin respetar la voz de las y los trabajadores", señaló la central en el documento.
Contra la reforma laboral
Para la central, la marcha de este miércoles pone primera a un plan de lucha que se nutrirá de la confictividad gremial de base, tendrá un momento importante con el paro general del 9 de mayo (el segundo de la era Milei) y continuaría con nuevos desafíos en la calle contra el gobierno, con versiones sobre una posible nueva movilización cuando el Senado trate la ley ómnibus XS. En ese cronograma de lucha, en la CGT enumeran también el paro de transporte terrestre, marítimo y aéreo convocado para rechazar la ley ómnibus y la vuelta del impuesto a las ganancias por la confederación de gremios del sector para el próximo lunes.
Este miércoles, en la conferencia de prensa tras las movilización, Daer despegó a la central de cualquier posible entendimiento con el gobierno en torno al proyecto de reforma laboral, que el Ejecutivo mandó al Congreso la semana pasada, poco después de una reunión entre el ministro del Interior Guillermo Francos y el jefe de Gabinete Nicolás Posse con los líderes de la CGT.
Diálogo con el Gobierno
“Queremos aclarar que no hemos discutido ni negociado ningún proyecto, ni dictamen, ni media sanción que ocurrió en la Cámara de Diputado. Además, queremos ratificar en nombre de los mas de 300 mil compañeros que se movilizaron que esta CGT no va a resignar un ápice de los derechos conquistados”, sostuvo.
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La conferencia de la CGT por el Día del Trabajador. Foto: Pilar Camacho
“La ratificación del paro general del 9 de mayo va a mostrar el descontento de los trabajadores. Nosotros tenemos en agenda ir a visitar a todos los senadores para que no voten la ley", dijo el titular de Sanidad. Y Moyano afirmó que los 33 senadores del peronismo "van a votar en contra de la ley". "Estoy convencido. Llegaron a sus bancas cantando la marcha y con la foto de Perón y Evita. No pueden votar a favor de una ley que va contra el pueblo trabajador". Por eso, dijo, la CGT debe ir "a buscar a aquellos que no pertenecen a Unión por la Patria”.
"Espero que no ocurra nuevamente lo del fantasma de la Banelco", advirtió el camionero, en referencia a la sanción de la reforma laboral en el año 2000.
Respaldo de Kicillof
En ese marco, Kicillof mostró ayer el apoyo político más importante a la marcha de la CGT. Junto al gobernador estuvieron sus ministros Andrés Larroque, Walter Correa, Gabriel Katopodis, Carlos Bianco y Cristina Álvarez Rodríguez e intendentes del conurbano como Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Federico Otermín (Lomas de Zamora).
El gobernador, que viene mostrando sintonía con la central obrera, estuvo en la marcha al frente de columna propia junto a ministros e intendentes. “Estamos aquí para apoyar la unidad del movimiento obrero en un momento muy difícil para nuestro país: estamos ante una nueva embestida contra los derechos de las y los trabajadores, que busca llevarnos hacia un modelo de país primario, agroexportador y sin soberanía”, destacó Kicillof.