Diego Frutos, presidente de la junta vecinal Villa Mascardi y una de las primeras y principales víctimas de los ataques vandálicos y personales de la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu, fue tentado a postularse como candidato a diputado nacional en la lista de Javier Milei y Victoria Villarroel por Río Negro. La versión fue confirmada a este medio mientras el liberalismo ajusta los detalles legales para competir en la provincia, que este año renueva tres lugares en la Cámara de Diputados.
Fue la diputada y compañera de fórmula del libertario la encargada de llamar a Frutos para detallarle el ofrecimiento, en base a un vínculo que ambos tienen desde hace muchos años en Buenos Aires. “Es así, lo estoy evaluando”, confirmó el dirigente a Letra P, explicando que su relación con Villarroel “viene desde hace muchos años, antes de la política”. Agregó que evalúa si la propuesta “suma o no”, y si podría estar a la altura del desafío y la responsabilidad.
“Hago un análisis profundo para saber si realmente estoy preparado para afrontarlo. Me parece una responsabilidad muy grande y no quiero defraudar”, afirmó este miércoles, justo en el día que el oficialismo rionegrino lanzó la candidatura de Luis Di Giácomo, quien buscará retener su escaño en la Cámara baja.
Milei aún no tiene sello partidario habilitado en Río Negro para los comicios nacionales. En las recientes elecciones provinciales del 16 de abril, que ganó el senador Alberto Weretilneck, el candidato a gobernador libertario fue el intendente de Campo Grande, Ariel Rivero, quien compitió con el partido provincial Primero Río Negro.
El referente de Milei en la provincia dijo a Letra P que aún están en negociaciones para formalizar las candidaturas nacionales, sin desmentir ni confirmar la posibilidad de hacerlo con el partido FE, creado por el fallecido sindicalista Gerónimo Momo Venegas, histórica figura de los obreros rurales enrolados en la UATRE.
Tampoco Frutos conoce el partido que lo llevaría en su tramo, aunque está seguro que sería con Milei y Villarroel a la cabeza: “Sería por propuesta directa de Javier y Victoria. Yo no estoy en los armados partidarios internos”, dijo.
Todo deberá ser resuelto este sábado antes de la medianoche, último plazo del calendario electoral nacional para la presentación de listas y candidaturas.
Frutos no tenía militancia partidaria previa, sino que comenzó a elevar su perfil a partir de que el grupo mapuche tomó tierras de Parques Nacionales vecinas a su casa “La Cristalina” y empezó a avanzar sobre propiedades vecinas, destrozando y quemando edificios.
“Me inventaron lo del acercamiento a Patricia Bullrich(cuando era ministra de Seguridad del entonces presidente Mauricio Macri) en su momento, por un café que nos tomamos en Buenos Aires, donde yo necesitaba exteriorizarle la desazón y angustia de los vecinos de Villa Mascardi por habernos dejado solos cuando dio la orden de retirar a la Gendarmería”, explicó, desmintiendo totalmente su pertenencia al PRO o a Juntos por el Cambio.
Dijo que su reclamo también fue dirigido al gobierno nacional del presidente Alberto Fernández cuando se reunió con la entonces ministra Sabina Frederic. “Me reuní tres veces con Frederic, con foto incluida, y nadie puso nada”, agregó.
Frutos describió que el conflicto comenzó en septiembre de 2017 cuando se produjo la toma, con cortes de ruta y en las primeras incursiones a los alrededores vandalizaron varios edificios, entre los que estuvo su cabaña “La Cristalina”.
Entre dos desalojos, el primero en 2017 -cuando efectivos de Prefectura mataron al joven Rafael Nahuel- y el siguiente el año pasado, cuando le restituyeron la propiedad, Frutos fue apedreado, encerrado en la ruta y golpeado luego de sacarlo a la fuerza de un auto en el que se refugió. “Ese fue el peor, pero sufrí cuatro o cinco ataques. Al principio teníamos algún diálogo, pero una vez me llamaron y me apedrearon, y se cortó”, explicó.
En esta situación, Frutos fue levantando su perfil y enfrentando públicamente a quienes integran esa comunidad. Llegó a liderar marchas de apoyo a los vecinos del paraje, una de las cuales contó el año pasado con la presencia de Bullrich.
También varias veces desafió a los repetidos y controvertidos cortes de ruta totales de la comunidad mapuche en el lugar hasta que fue desalojada. Fue en uno de ellos en los que recibió la golpiza acompañada por una puñalada, que debido al abrigo que tenía sólo le rasgó la campera.
Esa agresión derivó en la causa penal que aún se ventila en los tribunales de Bariloche y fue impulsada por la fiscal Betiana Cendón, de la justicia rionegrina, quien acusó a los hermanos Juan Pablo y Cristian Colhuan de correr a Frutos entre los autos del piquete, amedrentando a “la gente para que no lo ayude”.
Luego lo sacaron a golpes y empujones de un vehículo en el que se había resguardado, lo tiraron al suelo y le propinaron golpes de puño y patadas en el cuerpo, intentando apuñalarlo.
La fiscalía calificó el delito como “lesiones leves” y recalcó que todos los testimonios del suceso “tienen soporte audiovisual”, por la filmación de un camionero con un celular.
La defensa de los agresores elevó un recurso considerando que debía intervenir la justicia federal por considerar que el delito de lesiones cometido contra Frutos era parte del conflicto denominado “Villa Mascardi”, que estaba en trámite ante un juzgado federal. Sin embargo, el recurso fue rechazado en una primera instancia en la justicia rionegrina y luego por el Superior Tribunal de Justicia de Río Negro, por lo que llegó a la Corte Suprema de Justicia, donde los ministros Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti desestimaron el planteo en mayo y el proceso volvió a la justicia provincial.