Consejero superior por el claustro de Graduados en la Universidad de Buenos Aires (UBA), Matías Rojo es el continuador de la alianza entre su padre, el peronista Carlos Rojo, titular de la Asociación de Médicos Municipales, con el radical y vicerrector, Emiliano Yacobitti, y asegura que ese armado “se tiene que trasladar electoralmente” de cara a 2025.
Rojo es médico psiquiatra y, al mismo tiempo que empezó a estudiar, se inició en la militancia de Nuevo Espacio en la facultad de Ciencias Médicas, donde su padre no ejerció ningún cargo pero marcó de cerca el pulso de todas las gestiones. Matías Rojo fue presidente del centro de estudiantes, consejero en el claustro de Graduados y, una vez iniciada la gestión de Ricardo Gelpi en el rectorado con Yacobitti como copiloto y mandamás político, pasó a ocupar una silla en el Consejo Superior.
“Medicina es la pata peronista de Nuevo Espacio”, dice en diálogo con Letra P sobre la agrupación que nuclea a radicales -en muchos casos con pasado en Franja Morada- con peronistas referenciados en los Rojo. “A diferencia de mi viejo, que está afiliado y participa, yo me identifiqué con el peronismo, pero no estoy afiliado”, explica. Rojo padre es secretario técnico y profesional del Partido Justicialista porteño, mientras que Matías armó 100 barrios, un espacio porteño que el año que viene proyecta presentar como partido.
LA UBA como bloque opositor
Matías Rojo destaca que en la UBA, ante el recorte presupuestario impuesto por el Gobierno, la confluencia entre radicales y un sector del peronistmo se estableció como un bloque homogéneo, pero advierte que se trata de un proceso que ya se viene dando en las 13 facultades que componen la institución bicentenaria.
Ese armado transversal que en la UBA lleva el nombre reformismo y conduce la institución sumó en las elecciones estudiantiles de este mes alianzas con otros sectores del peronismo como el que lidera Juan Manuel Olmos, presidente de la Auditoría General de la Nación, en Derecho, en las elecciones de Graduados. También en Farmacia, donde Nuevo Espacio y Sinapsis -referenciado en la JUP- le ganaron el centro de estudiantes a la izquierda. Rojo se entusiasma con que el año que viene esa transversalidad se replique en las elecciones de medio término.
-¿Está funcionando la UBA como frente opositor a Javier Milei?
-Sí, funcionamos como bloque homogéneo, priorizando a la universidad como objetivo principal. Más allá de que hay tres facultades opositoras -Sociales, Filosofía y Letras y Exactas-, hay una única universidad. Estamos yendo todos para el mismo lado.
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Matías Rojo durante la campaña para las elecciones de Graduados de Medicina.
-¿Esto tiene que ver con la avanzada de Milei?
-Aceleró un proceso que ya estaba iniciado, porque el Consejo Superior está compuesto por gente que pertenece al kirchnerismo, al peronismo, al radicalismo, pero podíamos discutir, ponernos de acuerdo y lograr cosas en común. Así empezamos a soñar con traspasar los límites de la universidad. La idea es que todo este armado de la UBA se traslade al plano electoral.
-¿En 2025?
-No sé si el año que viene, pero sí trabajar para que se produzca de acá a tres años. El objetivo es ir juntos para incluir al peronismo, una parte del radicalismo. Esperamos contar con un sector de La Cámpora y que de acá a tres años haya un armado opositor, no sólo en la Ciudad de Buenos Aires.
-Tu militancia por fuera de la UBA está en 100 barrios. ¿Es parte de esa idea?
-Durante la pandemia, ante la falta de representación, salimos a armarlo. Cuenta con actores de la universidad, pero también tiene terminales en Sutecba, Médicos Municipales, clubes de barrio, centros de jubilados. El año pasado llegamos a llenar Ferro. En marzo del año que viene lo lanzamos como partido y vamos a convocar a un frente con el radicalismo y el peronismo. Haremos un acto en el que imaginamos a Yaco, a Martín Lousteau, mi viejo y a Olmos.
Estrategias ante el veto de Javier Milei
Después de la sanción de la ley de Financiamiento Universitario, Milei anunció que la vetará. Autoridades, estudiantes y gremios de las universidades nacionales acordaron la realización de una marcha al Congreso para los primeros días de octubre sobre la que darán detalles en una conferencia en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) el 24 de septiembre.
-¿Cómo se posicionan ante el anuncio del "veto total" de Milei a la ley de financiamiento universitario?
-En lo inmediato, tenemos que tratar de convencer a la sociedad y convocar a una segunda marcha lo más rápido posible, teniendo en cuenta que la primera, en abril, tuvo una gran convocatoria. Trabajamos con los sindicatos docentes, no docentes, la CGT incluso. Estamos en diálogo con diputados peronistas y radicales que quieren bancar a la universidad.
Salarios y el rol de Alejandro Álvarez
-La UBA declaró la emergencia salarial. ¿Cómo proyectan este cuatrimestre?
-Lo venimos discutiendo y no le vemos una solución en lo inmediato, porque podés convivir con paros de acá a meses o, en algún momento, tomar la decisión drástica, como un paro por tiempo indeterminado. Por ahora, no hay ningún acercamiento a la solución que estamos buscando. No tenemos que ser mezquinos ni ser celosos de quién habla con quién. Tenemos que abrir el juego.
-¿Hay diálogo con Alejandro Álvarez, el subsecretario de Políticas Universitarias?
-Nos fuimos alejando, porque los encuentros terminaban siendo totalmente improductivos. Parecía que nos estaba tomando el pelo de manera constante. El botón final no lo tiene él, está entre Sandra Pettovello y Economía. Se pasan la pelota entre ellos.