La conjunción de La Libertad Avanza con el PRO en la Cámara de Diputados está lejos de avanzar por la resistencia de Martín Menem, quien no le perdona a Mauricio Macri haber pedido su cargo para Cristian Ritondo. La tensión se reavivó en la previa del encuentro en la Casa Rosada entre Javier Milei y el bloque amarillo.
Como muestra de esa pulseada subterránea, esta semana no hubo ninguna cumbre entre miembros de ambos bloques y, después de faltar a la anterior cita en Balcarce 50, molesto con el expresidente, Menem asestó un golpe: sumó a su equipo a Mercedes Piscitello, histórica asesora legislativa del PRO, que reportaba a Silvia Lospennato.
Piscitello será la principal referente del presidente de la Cámara en la gestión parlamentaria, una de los puntos más flojos del oficialismo, que a la escasez de votos le agrega una preocupante falta de oficio parlamentario.
La funcionaria dio el salto sin la anuencia de sus exjefes. “Lo que hizo fue renunciar al PRO e irse a La Libertad Avanza”, aclararon desde el partido amarillo, para desechar que haya habido un acuerdo entre partes. Fue otro capítulo de tensión.
Para acercar las partes, el lunes el jefe de Gabinete Guillermo Francos recibirá a Menem y a Ritondo, jefe del bloque PRO, quien desde julio exige ser tenido en cuenta para definir la agenda legislativa y hasta le acercó un temario al riojano, que avanzó a paso lento en comisiones. Desde entonces sólo se dictaminó el proyecto para facilitar el voto de residentes argentinos en el exterior, sin fecha para tratarse en el recinto.
Martín Menem, molesto
El miércoles, durante el informe de gestión que brindó Francos en el recinto de la cámara baja, Ritondo enumeró sus propuestas legislativas que aún no fueron consideradas.
Con Menem de testigo, el diputado PRO exigió un cambio en el decreto que restringe el acceso a la información pública, aumentar las penas por bloqueos a empresas, avanzar en la promoción de hidrógeno verde y reglamentar la ley de pubertad precoz.
Son sólo algunos de los temas que propuso tratar Ritondo en julio, cuando pidió avanzar también con una ley de extinción de dominio, para decomisar bienes obtenidos por corrupción.
Guillermo Francos
Guillermo Francos, jefe de Gabinete.
Rige por DNU desde 2019, pero el PRO la quiere por ley. Otra semana adelante macrismo es crear una agencia de seguridad anti narcotráfico, que por ser un delito federal sólo se puede combatir.
Esos temas estarán en la reunión del lunes, en el despacho de Francos, cuando Ritondo además explicará sus propuestas para modificar el decreto que restringe el acceso a la información pública, un reclamo de toda la oposición dialoguista. Sólo Unión por la Patria no habló del tema.
Menem está dispuesto a avanzar con la agenda PRO, con la ayuda de Piscitello y buscando una impronta propia. El problema está en conseguir los votos en el resto de la oposición, una tarea que nadie asume.
Sin interbloque
Si bien en su última entrevista Milei dijo que hay un plan a largo plazo para hacer un interbloque entre LLA y el PRO, esas gestiones ni siquiera están iniciadas puertas adentro del Congreso.
Menem no tiene intenciones de acelerarlas luego de las declaraciones de Macri en el acto de la Fundación Pensar de Paraná, cuando acusó al riojano de no saber conducir la cámara baja.
El sobrino del expresidente respondió con un faltazo a la reunión de la Casa Rosada, donde fue un contingente de su bloque liderado por el jefe, Gabriel Bornoroni. El grupo se tomó una foto con Karina Milei: todo un mensaje. El diputado cordobés, además, le había respondido a Macri con un tuit, en el que lo acusó de no haber sabido manejar el Ejecutivo durante cuatro años.
La reunión en la Casa Rosada entre el Presidente y el PRO no apaciguó los ánimos. “Macri quiere la cabeza de Menem y Milei no se la va a entregar. Mientras la pida, la relación será tensa”, aclaran en LLA.
e2a17261-02b0-4840-9680-4cc9108c6eee.jfif
Javier Milei, con miembros del PRO y aliados.
En el PRO señalan que no habrá interbloque si no tienen la conducción de Diputados, una postura que Macri tomó en diciembre y sostiene al día de hoy. Aquella vez fue Francos quien bloqueó la presidencia para Ritondo, aunque tampoco logró que fuera elegido Florencio Randazzo. En el oficialismo se impuso la idea de uno propio, sobre todo porque era la única que tendría respaldo de Unión por la Patria.
Menem confía en que ese criterio del peronismo le permitirá renovar el cargo en diciembre, cuando el expresidente volverá a reclamar que sea ocupado por Ritondo. Será otro capítulo de su pelea con Milei, para recuperar algo del poder perdido.