Sugirió un "affectio societatis" con quienes ahora lo ayuden a borrar la reforma previsional. La unión continuará con el Presupuesto 2025. Necesita más aliados.
Javier Milei intervino en la rosca legislativa de la Cámara de Diputados y este viernes recibió en la Casa Rosada a referentes del PRO y de los exlibertarios del MID para proponer una sociedad inquebrantable, que lo ayude a sostener los vetos presidenciales: su estreno sería con la aceptación del rechazo a la reforma previsional.
De todos modos, como explicó Letra P, además de consolidar lo que el Presidente consideraba aliados naturales, para superar el tercio de votos del recinto, número necesario para sostener el veto, la administración libertaria necesita afianzar su relación con otras figuras de la cámara baja que tienen comportamiento dispar y sumar aliados de otras bancadas. Guillermo Francos será el encargado de hacer las gestiones decisivas, sobre entre los gobernadores de todas las fuerzas políticas, que no ayudaron al Gobierno a evitar la sanción de la reforma previsional.
El plan de Milei es reunir un núcleo duro de 86 votos en Diputados para que ningún veto presidencial sea amenazado. Serviría para evitar otras leyes con costo fiscal (como la de presupuesto universitario) y proteger el Presupuesto 2025, que el Presidente prometió que enviará con déficit cero. En busca de esta alianza, Milei tuvo que aceptar condiciones del PRO y el MID, que preside el exjefe de LLA Oscar Zago. Necesita que ambos espacios abandonen la idea de un interbloque y jueguen para el Gobierno.
El contingente del PRO fue liderado por Cristian Ritondo, quien ante la mirada atenta del mandatario y de Karina Milei, exigió coordinar cada proyecto legislativo para evitar desinteligencias. El diputado amarillo les reprochó no haber tomado en cuenta la propuesta de María Eugenia Vidal para subir las jubilaciones en cuotas y evitar el avance de la reforma sancionada.
Durante la reunión hubo otra queja de Ritondo por la demora en conformar la bicameral de fiscalización de organismos de inteligencia, que finalmente tuvo un reparto de autoridades entre la UCR y UP. El PRO respondió con el rechazo al DNU de fondos reservados de la SIDE, el golpe bajo que Milei no esperaba y lo obligó a tomar cartas en el asunto.
Según fuentes presentes en la reunión, Ritondo consideró "fundamental que, antes de tomar decisiones que requieran la intervención de nuestro bloque, podamos discutirlas". Milei propuso una mesa de coordinación, que haga su debut con la aceptación al veto de jubilaciones. "Si me bancan en ésta, vamos a empezar a construir una affectio societatis", apeló el Presidente al concepto para referirse a la voluntad de varias personas de mantenerse en sociedad.
Milei se comprometió a involucrarse personalmente en las gestiones legislativas, pero con intermitencias. "Ustedes saben que no soy muy afecto a estas reuniones”, dijo, entre risas.
Referentes del PRO que participaron de la reunión explicaron a Letra P que no ven otra opción que confluir con LLA y que, en tal caso, se podrán discutir las formas. De hecho, el DNU de los fondos de reservados de la SIDE fue la primera votación en la que el macrismo no estuvo con el Gobierno.
El macrismo entiende que la reunión fue una claudicación de Milei ante su hermana Karina, quien la intervino con contingente del bloque de Diputados de LLA, que no estaban invitados hasta el día anterior. La secretaria general se fotografió con el grupo en la Casa Rosada, mientras Zago compartía postales con sus excompañeros del PRO.
La comitiva libertaria la lideró el jefe de la bancada, Gabriel Bornoroni, sustituto de Zago en abril. En la noche del jueves, el cordobés calificó en la red X a Macri como un presidente fracaso. Fue en defensa a un ataque del expresidente a Martín Menem, quien, como respuesta, no quiso ir a la Casa Rosada.
La tensión de Milei sí crecerá con el resto de los bloques dialoguistas, como la UCR y partidos provinciales, a los que empezó a visualizar como enemigos, a pesar de que le garantizaron la ley Bases y la reforma fiscal. Estas fuerzas impulsaron la reforma previsional y el jueves sancionarán la ley de financiamiento universitario en el el Senado.
Como explicó Letra P, para sostener el veto se requieren 86 votos y la confluencia del PRO y la Libertad Avanza tiene un techo de 74. Era uno más hasta la salida de Lourdes Arrieta, un error no forzado que Milei empezó a pagar.
El Presidente necesita que el PRO se mantenga sin fisuras para vetar ambas medidas, como primer paso. La reforma previsional se aprobó en Diputados con dos tercios: hubo siete ausencias del partido de Mauricio Macri que Ritondo debería evitar para sostener el veto. Se tratan de Vidal, Silvia Lospennato, Ana Romero, Héctor Stefani, Belén Avico, Héctor Baldassi y Aníbal Tortoriello.
Además, Zago debería garantizar los tres votos de su bloque: el suyo, el de Eduardo Falcone y el de María Cecilia Ibañez. Un dato: en la Casa Rosada, Falcone le preguntó a Milei cómo había calculado que la reforma fiscal tenía un costo fiscal del 65% del PBI. Se hizo un silencio general hasta que el Presidente empezó con sus habituales clases de matemáticas financieras.
El resto de la paleta de aliados tiene a las exlibertarias Carolina Piparo y Lorena Macyszyn (Buenos Aires Libre) y a cuatro votos tucumanos que no estuvieron junto a LLA en la reforma previsional. Paula Omodeo (CREO) -se abstuvo- y el trío que responde al gobernador Osvaldo Jaldo: Gladys Medina, Agustín Fernández y Elia Fernández. Dejaron sus bancas vacías.
Para Milei será necesaria también la ayuda de Arrieta, pero es aún insuficiente: si todos estos números se dan, aún restan tres votos para bloquear los dos tercios. El bloque UCR emitió un comunicado la semana pasada para ratificar que respaldará la reforma previsional.
Francos buscará ayuda en los partidos provinciales, socios de los gobiernos de turno, pero que cuando se votan leyes para los jubilados suelen esquivar la presión. Las sanjuaninas María de los Ángeles Moreno y Nancy Picón, cercanas al gobernador Marcelo Orrego, se abstuvieron cuando se votó la reforma en junio. Pronto les sonará el teléfono, como a tantos.
A Milei no le alcanza con alinear a su tropa y consolidar su acuerdo con el PRO.