El ministro de Finanzas de la provincia de Córdoba, Osvaldo Giordano, presentó el Presupuesto 2024 que guiará la política económica del gobernador electo, Martín Llaryora. Como anticipó Letra P, el instrumento fue desarrollado de manera conjunta con el equipo del gobernador Juan Schiaretti y Guillermo Acosta, quien asumirá la posta desde el 10 de diciembre. “Austeridad” y “crisis” fueron los dos conceptos que dominaron la exposición que anticipó la baja expectativa del cordobesismo frente a un gobierno de Sergio Massa o Javier Milei.
“El contexto que vivimos en Argentina marca una enorme incertidumbre y dificultad para hacer cualquier tipo de cálculo económico, ni qué hablar de proyección. Es imposible pronosticar o proyectar en un entorno tan volátil. Aun así, consideramos que es importante cumplir con la presentación de la norma”, se atajó el funcionario que fue exponiendo detalladamente el diseño que apunta al equilibrio fiscal y una política tributaria que mantiene los lineamientos de los últimos años.
El llaryorismo sabe que la deuda con la Caja de Jubilaciones es una carga pesada para las finanzas públicas, pero también una herramienta de negociación en un contexto de inminente definición nacional. El gobernador Schiaretti no saldrá de su postura neutral: no apoyará ni a Massa ni a Milei. No obstante, cabe hacerse la pregunta si el rojo previsional no es un elemento para poner sobre la mesa de negociación en lo inmediato con quien asumirá las riendas de uno de los bastiones más importantes del interior del país. El nuevo cordobesismo deja correr por lo que bajo que las respuesta en "sí".
La oposición cordobesa en la Legislatura arriesgaba este martes que el primero que garantice “envíos actualizados” tendrá el apoyo de Llaryora. Como todas las fuerzas, incluido el oficialismo, saben que calzando ese frente cualquier gestión “camina sola”.
Un ejemplo de la dimensión estratégica del problema: en octubre, en números redondos, la Nación debería haber girado $7.000 millones y mandó $1.000. La situación se repite desde hace años. En el oficialismo admitían que cualquier diálogo que se quiera entablar con el oficialismo provincial debe comenzar por ese frente.
Giordano mostró las tendencias que prevalecen en el sistema previsional cordobés y los desafíos que se derivan de ellas. Precisamente, puso énfasis “en el enorme daño financiero que generan los incumplimientos del Gobierno nacional”, al punto de considerarlos como uno de los principales factores desestabilizadores de las finanzas de la provincia. En proceso judicial, la deuda se estima en el orden de los $239.047 millones.
Presión impositiva
En materia impositiva se seguirá la línea marcada por Schiaretti. La actualización del Impuesto Inmobiliario Urbano tendrá como tope la variación de los salarios; se mantendrán las valuaciones del año 2020 y su actualización se hará a través del Coeficiente de Equidad Tributaria para el cálculo del impuesto. También se mantendrá una tabla de alícuotas progresivas en función del valor de la propiedad, en tanto que los sectores vulnerables conservarán las exenciones ya vigentes.
En cuanto al Inmobiliario Rural, también se mantendrán las valuaciones del año 2020 al igual que la segmentación de los inmuebles teniendo en cuenta la cantidad de hectáreas y la valuación. Se amplían de tres a cinco los grupos definidos para facilitar las recategorizaciones a los propietarios con menores extensiones de tierra y también tendrá un tope la actualización en función del Índice de Precios Mayoristas Agropecuario.
Respecto de los automotores, se actualizan las valuaciones según la información de la Dirección Nacional de Registro del Automotor y Créditos Prendarios y se mantiene la progresividad del impuesto en función del valor de la unidad, al tiempo que continuarán las exenciones para autos de más de 10 años y motos de más de 5 años.
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Los ejes del proyecto
Los pilares sobre los que se apoya el Presupuesto son la austeridad en la administración de los recursos humanos, la optimización de la recaudación facilitando el pago de los impuestos, la prioridad de la inversión en infraestructura y el gasto social.
Se tomó para su confección el Marco Macro Fiscal presentado por el Gobierno Nacional que anticipa que el 2023 cerrará con una caída real del PBI del 2,5%. Para el 2024 se proyecta un crecimiento en la actividad económica, por lo que el PBI registraría un alza del 2,7%.
La inflación “promedio anual” del año 2023 se ubicaría en torno al 118,3% y en el año 2024 alcanzaría el 97,3%. En tanto, el tipo de cambio nominal (TCN) se proyecta en US$365,9 a diciembre de 2023 y en US$ 607 a diciembre de 2024.
Primeras críticas
El legislador radical de la UCR, Dante Rossi, señaló a Letra P que, en general, el Presupuesto sigue el mismo patrón que el año pasado. Sin embargo, "hay sorprendentes incrementos en el gasto de varias Agencias, que en algunos casos llegan al 300%". Se refiere a los organismos descentralizados que tienen a cargo la gestión deportiva y turística.
"Además, este presupuesto otorga una peligrosa autorización al Ministerio de Finanzas para llevar a cabo operaciones de crédito público, emisión de letras de tesorería, canje de títulos de la deuda pública e incluso prorrogar la jurisdicción a tribunales extranjeros, todas acciones que deben requerir aprobación legislativa", alertó el radical sobre la política de financiamiento que dejó entrever el plan de Llaryora.