La elección del 13 de abril define convencionales, pero también una interna a cielo abierto del PJ. El senador y el concejal van por la conducción a futuro.
Otros tiempos. Marcelo Lewandowski y Juan Monteverde, cuando eran aliados. Ahora serán rivales directos.
Hay más de una disputa en la elección de convencionales constituyentes de Santa Fe. Entre el senador Marcelo Lewandowski y el concejal Juan Monteverde se cocina, por ejemplo, una competencia por el liderazgo a futuro de un espectro que tiene al peronismo en la columna vertebral. El que gane será vértice de una nueva construcción.
El gobernador Maximiliano Pullaro plebiscitará su gestión el 13 de abril y quiere asegurarse entre 30 y 40 bancas en la Convención. La Libertad Avanza (LLA) debutará electoralmente en la provincia y ¿se neutralizará? con Amalia Granata. Mientras, el peronismo juega otra cosa: con escasas chances de cantar victoria, discute poco en el presente y mucho de cara al futuro. Dirimirá internas y conducciones por venir, mientras flotan las dudas sobre el exgobernador Omar Perotti.
En ese marco, Lewandowski y Monteverde compiten entre sí. Es verdad que el rosarino Roberto Sukerman completa la tríada de candidatos peronistas al tope de boletas de distrito único, pero arranca detrás de ellos. Quien gane el mano a mano entre Lewandowski y Montecerde tendrá potestad para liderar e imponer condiciones al conjunto. O al menos eso debería ocurrir.
En crisis aguda, con un cierre de listas caótico, el peronismo de Santa Fe se encamina a una elección que debería mover sus cimientos. No obstante, asoman algunas dudas neurálgicas sobre la campaña que emprenderán ambos pilotos.
¿Monteverde hará campaña junto a Armando Traferri? ¿Los senadores, patrones del territorio, le militarán el voto al rosarino? ¿Cómo hará el concejal para levantar su nivel de conocimiento en el centro norte de la provincia? Lewandowski, en cambio, ¿apelará al voto peronista o se concentrará en el esquema de amplitud que intenta vender? ¿Pagará algún costo por decirle que no a Cristina Fernández de Kirchner?
Hasta unos días antes del cierre de listas, Monteverde y Lewandowski negociaron para competir aliados. El senador ofreció lugares en la lista de convencionales a cambio de puestos en la lista de concejales en Rosario. El acuerdo se demoró, cayó y en el medio apareció la propuesta de Agustín Rossi al jefe de Ciudad Futura. Ahora serán rivales directos.
Si gana, Monteverde podrá vender que amplía el esquema de alianzas que ya concretó con el Movimiento Evita y Comunidad. Ahora, a otro level, con el PJ, el Frente Renovador y los intendentes de Vamos. Si triunfa en la chiquita, será patrón y no peón. No le deberá nada a nadie.
Si gana, Lewandowski estará en condiciones de dejar de ser elector para pasar a ser jefe. Si quiere, obviamente. Porque hasta el momento, el senador demostró que es un buen prospecto electoral para el peronismo, pero también dejó en claro que no quiere construir con algunos pilares del partido, como Traferri y Rossi. Si saca al menos un voto más que Monteverde, podrá construir y moldear un PJ más cercano a sus intereses.
La única persona que puede hacerle un ruido al ganador de la pelea es Perotti. El exgobernador dejó pasar el turno de abril, pero más adelante va a mover una ficha. Es consciente de que hace falta renovación en el PJ, que es momento de aire fresco, pero también de que tiene cosas para aportar y un caudal de votos para no desmerecer. Tiempo al tiempo.
Faltan menos de dos meses para la elección y, en el marco de una campaña, es un montón. Si bien todavía no se vieron los primeros trazos de la estrategia de ambos, por más que Lewandowski y Monteverde elijan como adversarios a Pullaro, Granata y LLA, hay algo grande que dirimen y disputan entre ellos. Nadie más.