Una insólita guerra de afiches, con eslogan idéntico y nombre de papa santo, aparecieron este lunes en Mar del Plata y en zonas del conurbano bonaerense para lanzar las precandidaturas a presidente de dos de los suplentes del peronismo: el jefe de Gabinete, Juan Manzur, y el dirigente del Movimiento de Trabajadores Desocupados, Juan Grabois.
“Juan XXIII”, dicen simplemente los carteles para apoyar al funcionario nacional. Están firmados por la organización La Rucci, y causaron sorpresa en la ciudad de Mar del Plata, justamente donde en los últimos días pasaron el presidente Alberto Fernández y el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, con espíritu de pretemporada de campaña.
“Juan 23, Grabois presidente”, reza la frase del afiche del dirigente del Frente Patria Grande presentada en letras blancas con fondo negro, y sin firma, que se vio en zonas de los partidos bonaerenses de Escobar, San Isidro y Vicente López.
En el entorno de Manzur dijeron que el jefe de Gabinete no dio autorización para esta campaña de afiches, la que es motorizada -transcendió- por grupos que pretenden que sea candidato si Alberto Fernández no se presenta o bien si compiten en una interna del Frente de Todos. En tanto, Grabois uso sus redes sociales para intentar explicar: "Recibí un montón de mensajes y juro que no sé quién pegó los carteles. Sobre candidaturas charlamos más adelante".
Tal como contó Letra P, Manzur y Grabois aparecen en la lista de los suplentes del peronismo tras el renunciamiento de la vicepresidenta Cristina Fernández a ser candidata en 2023. El funcionario nacional y gobernador de Tucumán en uso de licencia aparece como el abanderado del poder federal para intentar llegar a la Casa Rosada, mientras que el dirigente piquetero y asesor papal apoya sus ambiciones en un programa de tres ejes bergoglistas que pone el foco en los sectores más desfavorecidos de la sociedad.
https://twitter.com/Letra_P/status/1612807403333885952
La campaña de afiches apela al nombre del papa Juan XXIII, quien fue pontífice entre 1958 y 1963 y convocó al Concilio Vaticano II que renovó la Iglesia, haciéndola más cercana a la gente. Jorge Bergoglio, actual pontífice, lo proclamó santo el 27 de abril de 2014.