LLA le pide al radical que presente despachos propios para poder dictaminar. Llegó otro borrador el domingo. Carambia y Crexell, firmas difíciles. Cumbre decisiva.
Martín Lousteau, senador y presidente de la UCR.
El presidente Javier Milei confía en que la ley ómnibus y el paquete fiscal se dictaminen este miércoles en el Senado. Este martes a las 13 habrá una reunión entre funcionarios y autoridades de bancadas para repasar las modificaciones aceptadas por el Gobierno. Al menos hay dos firmas sin confirmar y en LLA negocian con el radical Martín Lousteau para que ayude con despachos de minoría.
Es que el reglamento de las dos cámaras del Congreso es claro: sólo se validan dictámenes si al menos la mitad más uno de los miembros de las comisiones suscribieron alguno de ellos. Sin la ayuda de Unión por la Patria, LLA puede perder sólo una firma. Si Lousteau presenta textos en disidencia resultaría una ayuda decisiva en esta instancia, aunque luego vote en contra en el recinto.
En este mes, el oficialismo no consiguió dictaminar porque no tuvo al menos seis firmas: las de los radicales Lousteau, Maximiliano Abad y Pablo Blanco; Guadalupe Tagliaferri.(PRO), Edgardo Kueider (Unidad Federal) y José María Carambia (Santa Cruz).
La neuquina Lucila Crexell figuraba a favor en los conteos oficiales, por el acuerdo con la Casa Rosada de su gobernador, Rolando Figueroa, pero este fin de semana apagó el teléfono. Una apuesta fallida del Gobierno este mes fue buscar firmas en disidencia y en tal caso debatir modificaciones en el recinto. No tuvo aliados para esa jugada y debió escribir correcciones para negociar.
Los borradores de la Casa Rosada recién fueron enviados el miércoles pasado por el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, con dos correcciones posteriores: una el viernes (sobre ley ómnibus) y otra el domingo (reforma fiscal). La primera tiene modificaciones al Régimen de Incentivos para Grandes Inversores (RIGI), la reforma del Estado y la de procedimiento administrativo, entre otras.
Los retoques al paquete fiscal contienen modificaciones al blanqueo pedidas por Lousteau, para no beneficiar a hermanos, impedir a los beneficiarios acceder a otro plan de regularización hasta 2038 y obligarlos a pagar un 20% el impuesto a los bienes personales.
Hay un plan de fomento a pymes y se establece que en la reglamentación se deberán contemplar instrumentos financieros para integrar la financiación de obras públicas, paralizadas por el Gobierno.
También se sostiene el monotributo social y deducciones al Impuesto a las Ganancias. Se mantiene la baja de alícuotas de ese impuesto, resistida por los gobernadores patagónicos. El Gobierno se resignó a que el tema sea definido en el recinto.
Con las nuevas versiones, el oficialismo confía en tener las adhesiones de Blanco, Abad, Tagliaferri y Kueider, además del dictamen de minoría de Lousteau, que puede resultar decisivo.
Según fuentes al tanto de la negociación, Crexell y Carambia no habían confirmado este fin de semana si estarán presentes en los plenarios del miércoles. Sin ellos dos, el oficialismo no podría perder ninguna otra firma y necesita que Lousteau y Kueider al menos ayuden con dictámenes de minoría. Tagliaferri no dijo nada, pero los negociadores creen que podrán conformarla con los cambios.
No se descarta que los radicales también presenten disidencias: los borradores no incluyen algunos de sus reclamos, como el de garantizar rutas no comerciales de Aerolíneas Argentinas y oficinas del Correo Argentino en ciudades pequeñas, empresas que se propone privatizar. El Gobierno tampoco acepta eliminar la cuota sindical en forma compulsiva, otro de los reclamos radicales.
Kueider pidió un larguísimo pliego de condiciones para dictaminar y aún no respondió si lo conformaban los borradores. No todas estaban incluidas.
Carambia exigió cambios en casi todos los capítulos de la ley ómnibus y está dispuesto a presentar dictamen de minoría. No confirmó si lo hará aún sabiendo que con esa decisión habilite el despacho del Gobierno.
El bloque Santa Cruz lo completa Natalia Gadano. Son dos votos claves en el recinto y, como explicó Letra P, Guillermo Francos creyó tenerlos cerrados con su acuerdo por la continuidad de Yacimientos Carboníferos de Río Turbio, pero el gobernador Claudio Vidal le avisó que no controlaba al binomio de su provincia.
Una versión en el Senado era que el Gobierno se comprometería a retomar la construcción de las represas hidroeléctricas en Santa Cruz, a cargo de una empresa China. Sería un gesto geopolítico y una forma de conseguir votos.
Antes de ser elegido jefe de Gabinete, Francos había garantizado su presencia el Senado este martes a las 13 para reunirse con las autoridades de bloque y la vicepresidenta Victoria Villarruel. Con o sin él, además de confirmar si están los votos para dictaminar, habrá un poroteo por capítulo, para saber cuál puede caerse. No será una reunión fácil.