La mala praxis del Gobierno para negociar el proyecto denominado ley ómnibus, que finalmente volvió a comisión, abrió la puerta a contactos entre sectores de la oposición que se unieron para ponerle límites. El primer caso fue la fusión de los bloques dialoguistas (UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal). Y este martes, con la ley casi caída, se produjo el contacto menos esperado: el bloque de Córdoba, referenciado en el gobernador Martín Llaryora, abrió una negociación con Unión por la Patria, con Máximo Kirchner como interlocutor.
La tropa cordobesa quería el voto de UP a la coparticipación del impuesto PAIS, para que fuera aprobado con un respaldo cercano a los dos tercios, una mayoría que sirve para rechazar el veto presidencial. El tema se discutió en la reunión del bloque que preside Germán Martínez.
Surgieron varias posturas. Si bien quienes se referencian en gobernadores querían aprobarlo sin dudar, Máximo Kirchner puso reparos. "No nos llamaron nunca y piden nuestra ayuda. Hagamos una negociación", propuso el hijo de Cristina Fernández de Kirchner. No tardó en ponerse en contacto con referentes del bloque de Córdoba, como Carlos Gutiérrez e Ignacio García Aresca.
https://publish.twitter.com/oembed?url=https%3A%2F%2Ftwitter.com%2FMartinLlaryora%2Fstatus%2F1755045714508271866&partner=&hide_thread=false
El presidente del PJ bonaerense quiso estar al tanto de los artículos que podían caerse por la rebelión de los dialoguistas, como las bases de las facultades delegadas y la privatizaciones. También estaba interesado en que se cayeran los artículos que habilitaban al Ejecutivo a tomar deuda externa sin límites y sin pasar por le Congreso. "Nos vinieron a buscar ahora porque nos necesitan. Tenemos que lograr algo más", analizó el diputado.
Fue así que en UP tenían claro que varios artículos del proyecto se irían cayendo a medida que se votara uno por uno y sería imposible seguir la sesión. Cuando se pidió un cuarto intermedio, a Martínez sus colegas le pidieron por favor que sus dirigidos no hicieran discursos para celebrar la sesión fallida. "Ganaron ustedes, celebren en los medios", sugirieron. El festejo fue mayor porque la bancada se mantuvo casi ilesa: sólo se fueron los tres representantes de Tucumán. Demasiado poco para ser un gobierno saliente.
En el bloque de Córdoba, artífice de la vuelta a comisión, no había celebración. Por el contrario, sus referentes creen que el debate debe volver a comisión, una situación que no es contemplada por los líderes de los bloques dialoguistas. Gutiérrez pidió que la ley ómnibus no quede congelada. "Nosotros seguimos pensando que la ley debe salir y deben buscarse los consensos que sean necesarios, ahora en comisión", solicitó en un comunicado.
"Lo que ha hecho el oficialismo es despreciar la posibilidad de que muchos diputados, los que representamos a distintas provincias y los que no, le diéramos la posibilidad de conseguir los instrumentos que necesitaba para abocarse a la emergencia y dejara el resto de los temas para la discusión en particular en las comisiones", se lamentó Gutiérrez. Recordó los reclamos de su provincia: asistencia al déficit de las caja de jubilaciones y coparticipar el impuesto PAIS.
Gutiérrez es cercano al exgobernador Juan Schiaretti, quien aportó varios funcionarios a este gobierno, como el titular de ANSES, Osvaldo Giordano; y Franco Moggeta, en Transporte. En el bloque de Córdoba aseguran que no hubo una gestión con el exmandatario cordobés para sumarlos y por lo tanto no hay una alianza. Lo dejaron claro este miércoles.