El acuerdo entre Patricia Bullrich, Mauricio Macri y Javier Milei detonó Juntos por el Cambio (JxC) y, en especial, al PRO. Las palomas de la coalición quedaron heridas, pero ya piensan en cómo diseñar un nuevo espacio opositor para discutir con el próximo gobierno sea cual fuere el color político. En ese nuevo esquema, los gobernadores electos tendrán un rol fundamental por su poder territorial y Horacio Rodríguez Larreta buscará ser la voz crítica de la oposición.
Aunque el expresidente todavía no hizo público su apoyo al candidato de La Libertad Avanza, el jefe de Gobierno porteño le apuntó de lleno por el pacto con el libertario y recordó que “Macri le dio aval a la palabra de Milei durante la campaña". El alcalde saliente se convirtió en uno de los líderes de la ofensiva contra el ingeniero y la exministra, a quienes acusa de la dura derrota del domingo pasado.
En este contexto, Larreta buscará continuar con la unidad de la coalición y transformarse en el líder de un nuevo espacio opositor, junto a una parte del PRO, el radicalismo, la Coalición Cívica y los socios que apoyaron su precandidatura presidencial en las PASO. “Las dos opciones que tenemos para el ballotage son muy malas para los argentinos”, dijo en conferencia de prensa y dejó en claro que su decisión es ser oposición.
Los diez gobernadores electos de JxC tienen el poder territorial y son clave en el nuevo esquema de JxC. "Vamos a garantizar la unidad, después se reconfigurará todo con el cambio de gobierno", le dijo, a Letra P, uno de los mandatarios provinciales que participó del encuentro que se realizó el miércoles por la noche en la Casa de Corriente. Allí, las provincias se desmarcaron de Bullrich y Macri.
La declaración que dejaron Alfredo Cornejo (Mendoza), Gustavo Valdés (Corrientes), Ignacio Torres (Chubut), Leandro Zdero (Chaco), Marcelo Orrego (San Juan), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Carlos Sadir (Jujuy) a la que también suscribieron mediante enviados Maximiliano Pullaro (Santa Fe) con Juan Cándido y Claudio Poggi (San Luis) mediante Ricardo Endeiza, y que también contó la firma de los gobernadores salientes Gerardo Morales (Jujuy) y Rodolfo Suarez (Mendoza), fue revalida luego por el interbloque del Senado de JxC con la particularidad de incluir a figuras que hicieron público su voto a Milei como Humberto Schiavoni o del círculo chico de Macri como José María Torello.
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Incluso, hasta los gobernadores más cercanos a los halcones se mantuvieron en el mismo eje que sus pares y hasta criticaron abiertamente a Macri y Bullrich por sus posturas personales. Valdés, sin ir más lejos, cargó directamente contra la exministra de Seguridad con quien supo tener muy buena sintonía de cara a las elecciones generales. "Nosotros impulsamos un cambio con mucha fuerza y ese cambio no llegó porque nuestro candidato no supo interpretar las propuestas que tenía la ciudadanía, no logró convencer y hoy retoma la individualidad", afirmó.
Si la frase de Valdés fue una forma de marcar la cancha, porque primero se acercó a Bullrich por su enemistad con Morales que jugó en la interna de JxC con Larreta y luego la criticó, lo de Cornejo fue la confirmación de que los acuerdos que se tejieron antes del 22-O siguen vigentes pero no significan una obediencia total. El gobernador mendocino electo fue el primero en rechazar un acercamiento a Milei mediante un comunicado de la UCR de esa provincia y luego no se anduvo con rodeos frente a la prensa.
Cornejo cuestionó a Morales por apartar a Macri y Bullrich de JxC de manera inconsulta, pero también se despegó del pronunciamiento de Bullrich en favor de Milei. Públicamente, dijo que es una “expresión individual y legítima”. Sin embargo, por lo bajo, le dio un guiño a la exministra al permitir que su vice, Hebe Casado, apoye a Milei en la segunda vuelta. Te sacó por un lado, pero te doy por el otro.
La palabra del expresidente es una de las más aguardadas dentro de JxC. A varias figuras de la coalición el propio Macri les anticipó que le dará un respaldo "contundente" a Milei de cara al ballotage. Tras conocer los detalles de su pronunciamiento, parte del PRO, la UCR y la CC convocarían a una mesa nacional para tener una postura más institucional. Resta ver si es posible sumar al macrismo después del respaldo de su presidenta al liberal.
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Larreta, además, ve en todo este escenario una posibilidad de erguirse como una voz autorizada para decir lo que algunos gobernadores no podrán decir por la relación que tendrán con el gobierno nacional a partir del 10 de diciembre. La cercanía con la mayoría de ellos, a los que apoyó con estructura y financiamiento en sus respectivas campaña, le permitiría ocupar ese lugar.
Esto no quiere decir que todos los gobernadores vayan a buscar un interlocutor válido para expresar lo que, por responsabilidades de gestión, no podrán decir. El anhelo del jefe de Gobierno saliente chocará indefectiblemente con las aspiraciones propias que tendrán los mandatarios provinciales con más experiencia.
