Al gobernador de La Pampa,Sergio Ziliotto, lo tomó con sorpresa la propuesta que lanzó al ruedo el vicegobernador de Río Negro, Pedro Pesatti, para el armado de un frente provincialista en 2027. Crítico al dialoguismo, ratifica la necesidad de fortalecer a la oposición y se desmarca por completo de la oferta.
En el gobierno pampeano aseguran que no aceptan un alineamiento con los mismos sectores que apoyaron al presidente Javier Milei, facilitándole facultades delegadas que le permiten avanzar sobre los recursos provinciales. Allí, las diferencias con los provincialismos que acomodan el cuerpo en su relación con la Casa Rosada.
Pesatti promovió la creación de un movimiento apuntalado en los gobernadores para enfrentar a Milei en 2027 y enumeró incluso a los hipotéticos integrantes de esa movida, incluyendo a Ziliotto.
Ante la consulta de Letra P, el gobernador pampeano respondió que “2027 está lejísimos, y sin ninguna duda está atado al 2025”. En La Pampa interpretan que si en las elecciones legislativas no se le pone un freno al ataque de Milei al federalismo, al 2027 los gobernadores llegarán sin peso.
Sergio Ziliotto marca distancia
Una de las cosas que sorprenden a Ziliotto es la lista de gobernadores que Pesatti enumera a la hora de pensar su frente provincialista. El pampeano se ve con Rolando Figueroa, Claudio Vidal, Hugo Passalacqua, Martín Llaryora, Gustavo Sáenz y Gerardo Zamora, jefes territoriales de Neuquén, Santa Cruz, Misiones, Córdoba, Salta y Santiago del Estero, y algo parece no cerrarle.
El análisis que se hace desde la provincia es que no se puede construir un “provincialismo” con los mismos sectores que, en diversa medida y oportunidad, han aportado a que Milei tenga poderes que le permiten, a grandes rasgos, hacer lo que quiere desde el gobierno nacional.
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Sergio Ziliotto, uno de los gobernadores que, desde La Pampa, advierte sobre la necesidad de fortalecer la oposición a Javier Milei.
Ziliotto es uno de los gobernadores que desde el primer día se paró de manos ante el gobierno de Milei. A un promedio de una vez por semana el gobernador se declara “en las antípodas” de la gestión de La Libertad Avanza.
Los cuestionamiento por la relación con Javier Milei
El peronismo de La Pampa no aportó ni votos en el Congreso para las leyes que el Presidente consideró clave, ni presencia para la escena del Pacto de Mayo. En lo discursivo y en los hechos siempre se paró en la vereda de enfrente.
Sí firmó, por ahora sin resultados concretos, su adhesión al Plan Canje con Caputo para que Nación devuelva los $100.000 millones que adeuda desde que comenzó la gestión.
Desde ese lugar, aunque sea en voz baja, suenan reproches desde La Pampa. Los gobernadores patagónicos empezaron la gestión haciendo un scrum que prometía defender intereses regionales y provinciales, pero después cada cual atendió su juego y tendió puentes con Nación, aún sin que hubiera concretas contraprestaciones.
Un golazo para Río Negro que agitó un conflicto en La Pampa
La idea de Pesatti, vice de Alberto Weretilneck, no cosechó por ahora muchas adhesiones. El gobernador neuquino Rolo Figueroa también se distanció de la movida, como lógica postura en su proceso interno, que desde el frente Neuquenizate lo lleva a blindar la provincia.
El cuidado del interés provincial desde hace décadas aparece como prioridad también en La Pampa, muy por encima de los acompañamientos a liderazgos o líneas nacionales, siempre dentro de la estructura partidaria.
Ziliotto no se imagina sacando los pies del plato del peronismo, pero además en los últimos meses miró muy de reojo al gobierno rionegrino por sus aceitados vínculos con la Casa Rosada para la implementación del RIGI en la provincia, entre otras cosas.
La mentada mayor inversión de la historia de YPF, que eligió instalar su planta de GNL en Río Negro y no en la provincia de Buenos Aires, generó un chisporroteo doméstico en La Pampa ya que el viejo cacique Carlos Verna respaldó la medida libertaria para chicanear el alineamiento de Ziliotto con su par bonaerense Axel Kicillof.