La CGT se llevó del encuentro con Guillermo Francos y Santiago Caputo el compromiso del gobierno de Javier Milei de frenar uno de los puntos más controvertidos de la reforma laboral, el que prohíbe los bloqueos. También les arrebató una promesa: que seguirá sin apoyar el proyecto para "democratizar" el sindicalismo que impulsa la UCR en el Congreso.
Pero ese doble triunfo del ala dialoguista de la CGT no es suficiente para alinear a los gremios combativos, que piden acelerar la confrontación con la administración libertaria ante lo que leen como señales de debilidad política del Gobierno, la caída de la imagen presidencial y el malestar social. Pablo Moyano y la Corriente Federal de gremios seguirán empujando por un tercer paro nacional y las poderosas confederaciones de gremios de transporte preparan una medida de fuerza contundente para el 17 de octubre, aniversario emblemático para el peronismo, con el que le mostrarán los dientes al gobierno.
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La CGT dejará este miércoles sus diferencias de lado para regresar a las calles para sumarse a la marcha federal universitaria, igual que lo hizo a fines de abril, cuando movilizó buena parte de su aparato para aportar a lo que hasta ahora fue la convocatoria callejera más importante contra el gobierno de Milei. Fue en la antesala del segundo paro general contra el libertario, atravesado por una interna cegetista. Entonces, la Casa Rosada apostaba a la confrontación con la "casta sindical"; pero ahora la convoca para dialogar y apuesta por una negociación en la que empezó cediendo posiciones.
Si bien en la marcha por el presupuesto universitario se espera una presencia importante de los gremios combativos de la central, todavía es una incógnita cuánto movilizarán los referentes del ala dialoguista que el lunes acordaron con Francos y el secretario de Trabajo, Julio Cordero, mantener abierto un canal de dialogo.
Encuentro en la Casa Rosada
Según detallaron voceros oficiales de la CGT este martes, ambos funcionarios libertarios se comprometieron a mantener en stand by la reglamentación de uno de los artículos más resistidos por la CGT de la reforma laboral contenida en la ley ómnibus XS, el 242 que es conocido como "antibloqueo", que sanciona acciones gremiales que puedan ser consideradas un piquete en los lugares de trabajo.
"Requiere de una reglamentación que no deje indefensos a los trabajadores en sus justos reclamos. Se tomó un compromiso por parte del Poder Ejecutivo a una mesa de trabajo que permita abordar mecanismos de abordaje previo a la aplicación de la sanción allí dispuestas por acciones gremiales", dijeron en la central. Por eso, la CGT se sumará a una mesa de diálogo tripartita con el Gobierno y los empresarios, como la que convocó Cordero meses atrás, sin ningún éxito.
La delegación cegetista
La comitiva la encabezaron dos de los tres secretarios generales, Héctor Daer y Carlos Acuña; y fueron acompañados por los pesos pesados del ala dialoguista, Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA) y José Luis Lingieri (Obas Sanitarias) entre otros. La delegación cegetista se llevó un guiño para otro de sus reclamos: la situación de las obras sociales sindicales. "Se expuso el problema del mantenimiento del sistema de salud solidario, por los aumentos exorbitantes del precio de los medicamentos", dijeron a Letra P en la central. Sobre este punto también se acordó tratarlo en la mesa de diálogo.
En la agenda de la CGT también hubo planteos por la situación del transporte y el financiamiento universitario para mejorar las condiciones salariales de docentes y no docentes.
En todos los puntos hubo señales del Gobierno para intentar que el diálogo avance. En el edificio de calle Azopardo, este martes, el balance sobre lo conseguido era positivo entre los secretarios del ala dialoguista, pero los compromisos mileístas no conseguirán alinear al resto de los gremios del ala combativa que pide volver a la calle. La consolidación de un frente confrontativo con el gobierno libertario de gremios docentes y estatales agrupados en las CTA a punto de reunificarse mete presión a la CGT.
Lo que viene
El conflicto con los aeronáuticos, además, agrupó en una misma vereda a las dos poderosas confederaciones de transporte, la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y la Unión General de Asociaciones de Trabajadores del Transporte (UGATT). Agrupados en un scrum en defensa de los pilotos y aeronavegantes y junto a Moyano, los gremios realizarán el próximo 17 de octubre un paro que anticipan contundente.
La discusión por un tercer paro general a Milei empieza a pedir lugar en la agenda de la CGT.