La CGT empezará a discutir la semana que viene la fecha y modalidad de la segunda medida de fuerza contra el gobierno de Javier Milei que será en abril, en medio de un escenario de alta conflictividad en los gremios por las negociaciones paritarias y por despidos masivos en la administración pública que recalientan el escenario y aumentan el malestar social.
Para la conducción cegetista, los tiempos se acortan. La central está atravesada por una pulseada entre sectores que presionan para volver a salir a calle y hacer otra demostración de fuerza contra Milei y los dirigentes que proponen una estrategia más cauta y concentrar todos los esfuerzos en la batalla política para hacer caer el DNU en el Congreso. Pero el temor a quedar desconectados del contexto de alta tensión gremial, con medidas de fuerza todas las semanas, empieza a pesar cada vez más.
Otro paro contra Javier Milei
Esas diferencias sobrevolaron este martes el plenario nacional de la poderosa Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), que reúne a los gremios de ferroviarios, aeronáuticos, camioneros, taxis, marítimos y ahora sumó a los metrodelegados. En el encuentro estuvieron los dos secretarios generales de la CGT, Héctor Daer y Pablo Moyano, que había calentado la previa anticipando que el plenario iba a lanzar una gran medida de fuerza del transporte.
Finalmente no ocurrió. La CATT sólo expresó en un documento el acompañamiento a las medidas que pueda tomar la CGT, pero no definió ninguna acción propia. "No iba a discutirse en un plenario con 500 delegados y diputados nacionales invitados", explicó uno de los referentes de la central de transporte.
El gesto no es menor. Del acompañamiento de los gremios del transporte depende la contundencia de cualquier medida de fuerza, sobre todo de un paro general como el que está en estudio. En la CATT hay diferentes posturas. El secretario general y líder de la Unión Ferroviaria Sergio Sasia propone "ser prudentes y cautos" antes de salir a llamar a nuevas medidas de fuerza sin el consenso necesario. Pero hay gremios como La Fraternidad, de Omar Maturano, y la UTA, de Roberto Fernández, que proponen profundizar el plan de lucha.
Presión de Pablo Moyano
Pablo Moyano es otro de los que viene fogoneando el segundo paro general contra Milei. "En los próximos días va a haber una reunión de la CGT y vamos a discutir sobre un posible paro general. Hay muchos gremios de transporte que le están pidiendo a la CGT que tome una decisión en los primeros días de abril", había dicho el líder de Camioneros y secretario general de la CGT en la previa al plenario de la CATT.
Esta tarde, en durante el plenario, agregó: "El gobierno desprecia y odia a los trabajadores con las medidas que está tomando. No podemos ser tibios, le pedimos a los compañeros que se apruebe un plan de lucha que termine con un paro con toda la CGT y toda la CTA".
Moyano es uno de los que plantea leer el escenario de conflictividad que aflora en todo los sectores y se profundizó por los despidos masivos en la administración pública y que cuando finalice el mes podría multiplicarse en decenas de miles de nuevos trabajadores desempleados. Su postura choca contra los integrantes de la mesa de conducción que piden ir con cautela. Sasía es uno, pero también tienen la misma mirada Gerardo Martínez, de UOCRA; Andrés Rodríguez, de UPCN, y, en cierta medida, Héctor Daer, secretario general y titular de Sanidad.
La CGT siente además la presión de otras centrales. El sábado pasado, en su congreso nacional, la CTA Autónoma volvió a llamar a un nuevo paro general con todas las centrales unificadas, en medio de la ola de despidos en la administración pública. El discurso del titular de esa central Hugo Cachorro Godoy fue seguido y aplaudido desde el escenario por Hugo Yasky y Roberto Baradel, de la CTA de los Trabajadores, y por Abel Furlan, titular de la UOM, referente de la Corriente Federal e integrante de la CGT.