La CGTno responderá institucionalmente -por ahora- al anuncio que lanzó el viernes el presidente Javier Milei ante la Asamblea Legislativa sobre la decisión del gobierno de avanzar con un proyecto de reforma laboral y, además, con la limitación por ley de los mandatos de los dirigentes gremiales, entre otras propuestas que fueron leídas como un ataque frontal contra la central obrera.
En la mesa de conducción cegetista quieren evitar entrar en un escenario de golpe a golpe con el jefe de Estado, convencidos como están de que el Presidente los eligió para construir un enemigo a la medida de sus necesidades. Por estas horas, y mientras miden los tiempos en el camino hacia un nuevo paro, en la CGT se muestran concentrados en multiplicar los canales de diálogo con gobernadores del peronismo y legisladores de los bloques de Unión por la Patria, para apuntalar la estrategia contra el DNU.
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"Es la verdadera batalla que tenemos que dar. Hay que concentrarse en voltear el DNU más que salir a rechazar la convocatoria de mayo en Córdoba", decía este lunes uno de los máximos referentes de la central sobre el llamado de Milei a gobernadores y partidos políticos a un gran acuerdo en esa provincia. El mismo dirigente ponía como ejemplo la decisión del gobierno, conocida en la madrugada del lunes, el cierre de la agencia de noticias estatal Télam. "Es un ejemplo de las cosas que pueden hacer porque está vigente el DNU".
Contra el DNU
Este fin de semana, dos de los secretarios generales de la CGT salieron a confrontar con Milei, que el viernes en la Asamblea Legislativa hizo otro ataque frontal contra la dirigencia sindical y calificó a Pablo Moyano como uno de los "jinetes del fracaso de la Argentina".
El líder del sindicato de Camioneros, que viene empujando la idea de avanzar rápido hacia un segundo paro general, fue al choque y dijo que desde la central también trabajan para convocar a gobernadores pero en sentido contrario al del Presidente. “Nosotros también vamos a convocar a los gobernadores desde la CGT para decirles que no pueden votar estas leyes que van en contra de los intereses de los argentinos”, planteó Moyano, que además reclamó "centralidad" en la reconstrucción del peronismo. "Somos el último muro de contención contra Milei", aseguró en un mensaje que también apuntó contra las provincias.
En la mira de Javier Milei
Más allá de las reacciones, en la CGT le bajaron el precio a las propuestas con las que Milei buscó confrontar abiertamente, como la limitación de los mandatos de los dirigentes en los gremios a un período de cuatro años y con una sola reelección. “Hay dirigentes que están hace 20, 30 años”, chicaneó el Presidente en su discurso del viernes. Pero en la CGT esquivaron las balas.
Pablo Moyano, en la gobernación de Buenos Aires.
Pablo Moyano, en la gobernación de Buenos Aires.
"Tiene que juntar el número y modificar la ley de asociaciones sindicales", desafió un dirigente de la mesa de conducción, que devolvía gentilezas recordando una frase del propio Milei en campaña que juraba que no se metería con ese tema. En la CGT vieron pasar algunos intentos por avanzar en ese sentido que nunca superaron la etapa de discusión en comisiones.
Más inquietud generó en cambio la propuesta de Milei para que los acuerdos específicos que realicen en asociación libre los trabajadores de una empresa, o grupo de empresas, primen por sobre los convenios colectivos del sector. "Vamos a terminar con esa locura de imponerle a la gente condiciones laborales que define un señor detrás de un escritorio que no trabaja hace 30 años", lanzó Milei desde el atril en la Cámara de Diputados.
La respuesta de Héctor Daer
Este lunes, Héctor Daer señaló esa propuesta de Milei como el verdaro objetivo de la Casa Rosada. "El tema de fondo no son los dirigentes sindicales, el tema de fondo es la jerarquía de los convenios colectivos de trabajo. Es inadmisible para el movimiento obrero que se rompa la jerarquía de los convenios colectivos de trabajo porque ahí desaparecen los derechos laborales", dijo el titular de Sanidad.
En parte de la conducción cegetista la propuesta genera preocupación. Ven que Milei puede acelerar con esa idea y con la reforma laboral, frenada por ahora en la Justicia, como parte de un nuevo acuerdo político con los gobernadores a cambio de alivio fiscal para las provincias. Por eso, todos los cañones están apuntados ahí. Como con la ley ómnibus, la CGT quiere ayudar todo lo posible a que el gobierno libertario la choque en el Congreso.