ELECCIONES 2023

La campaña de Martín Llaryora: foco en el territorio y un ojo en el factor Schiaretti

A dos semanas de la votación provincial, el candidato del peronismo cordobés vuelve a la Capital y prepara su gira final. Con Juez en el centro de la escena, busca sacar provecho de la pelea opositora.

Luego de una gira por el sur provincial, Martín Llaryora volverá a la ciudad de Córdoba este jueves. El intendente y candidato del oficialismo a la gobernación concentrará su actividad en la ciudad durante la segunda parte de la semana, mientras su equipo analiza el desbande que el "factor Schiaretti" generó en Juntos por el Cambio (JxC). “Nosotros estamos enfocados en nuestro trabajo, mientras JxC es quilombo. Luis Juez es JxC y la gente se da cuenta de eso”, aseguran en el campamento del delfín del cordobesismo.

En ese sentido, en el entorno del intendente no se preocupan demasiado por lo que puede llegar a suceder a nivel nacional. Confían en que la gestión provincial y las seguridades que Llaryora puede transmitir a través de su experiencia en la ciudad de Córdoba serán la clave para triunfar en las urnas el 25 de junio. En consencuencia, se concentran en fortalecer ese mensaje en las recorridas que el candidato continuará la semana que viene en los departamentos Calamuchita, Punilla, Colón y Santa María. Es decir, por el cordón que rodea a la Capital y que concentra buena parte del electorado provincial.

En la mesa estratégica del cordobesismo reciben encuestas todo el tiempo. “Si uno analiza lo que viene sucediendo en las elecciones municipales, la conducta del electorado es muy clara: cuando las gestiones tienen una aceptación por debajo del 45%, la gente empieza a evaluar a la oposición como una alternativa y la polarización que se viene dando en el interior favorece ese cambio de rumbo. Cuando la gestión tiene una imagen positiva que supera el 50%, la continuidad está casi asegurada”. La referencia no es casual: tanto la administración de Llaryora como la de Schiaretti sostiene niveles de aprobación por encima de ese umbral que, según entienden, garantizaría la continuidad.

Sin embargo, Llaryora y su equipo ampliado, es decir el que contempla también a los socios que sumó a Hacemos Unidos por Córdoba para esta elección, no quieren dejar nada librado al azar. Buscan fortalecer la presencia en aquellos terrenos en los que la penetración del discurso del oficialismo peronista siempre se encontró con escenarios más complejos.

Así se entiende su última estadía en el sur provincial y su reciente recorrida por Río Cuarto, donde también estuvo el gobernador Juan Schiaretti, en Marcos Juárez y Unión. En esa región cumple un rol central el intendente de Villa María, Martín Gill. El dirigente todista desanda de modo constante el territorio hacia al sur para fortalecer su vínculo con aliados locales y llevar, desde la de la gestión que conjuga la defensa de lo hecho en la órbita nacional y lo proyectado por el gobierno provincial, un mensaje de unidad pensando en “la Córdoba que viene”.

En los últimos días, por ejemplo, en algunas de esas paradas coincidió con el ministro de Industria Eduardo Accastello, su contrincante peronista en Villa María, con quién convive en la estructura ampliada del cordobesismo. Los festejos del domingo pasado, por ejemplo, los encontraron a ambos en Tío Pujio.

https://twitter.com/accastelloedu/status/1665506865168384000

Mientras Llaryora mantenía una reunión con cooperativas y mutuales en Justiniano Posse, Gill juntó a intendentes y referentes de diez localidades de los departamentos del sur en un encuentro que tuvo como objetivo que las figuras regionales conocieran de primera mano el proyecto y la obra del nuevo Centro de Gestión Ambiental de Villa María y Villa Nueva. Al igual que el sanfrancisqueño al frente de la Municipalidad de Córdoba, el villamariense saca la bandera de la gestión y la hace flamear alrededor de la provincia.

Contralecturas

De esa lectura estratégica también se desprende la interpretación de los resultados electorales que la oposición saca a relucir domingo a domingo y que advierte un “cambio que se anticipa desde el interior”. En el llaryorismo minimizan el peso de esos resultados en la elección general y señalan que los intendentes que separaron la contienda local de los comicios del 25 de junio responden, en su gran mayoría, al radicalismo y al Frente de Todos.

“Los radicales que se despegaron de Juez y los kirchneristas que le temen al arrastre de Martín”, dicen, aunque aceptan algunas pifiadas estratégicas en los alfiles propios que perdieron sus municipios.

Sin acusar, entienden que “se confiaron”, a pesar de que las gestiones mostraban algunos puntos flacos. Si La Calera, Cosquín y Santa Rosa de Calamuchita hubiesen votado en mismo día que la pulseada por la gobernación, entienden, el resultado hubiese sido otro.

Más allá de todo, el intendente que quiere ser gobernador no dejará de festejar en las dos fechas que restan antes de la batalla final del 25 junio. Los cañones apuntan este domingo a Villa General Belgrano, aunque la estrategia puede pegar un volantazo en caso de que haya algún otro resultado que vislumbre como más atractivo para la foto y para la proyección. Minimizar no quiere decir, necesariamente, subestimar el peso de las victorias previas.

En los días por venir, Llaryora también aumentará su presencia en los medios, fundamentalmente los de alcance provincial, y empezarán a aparecer spots en los que buscará fortalecer su candidatura. También servirán para cementar el apoyo a las candidaturas que en las municipalidades lo acompañarán en la votación del último domingo de junio.

Aunque la agenda no está definida, hay una hoja de ruta situada en la ciudad de Córdoba que se concentraría en la última semana de la campaña. Ese minuto a minuto incluirá un cierre, que tendrá también su versión sureña, junto al intendente Juan Manuel Llamosas en la ciudad de Río Cuarto.

macri se aferra a juez y a cordoba para ganarle la pulseada a larreta
larreta respaldo a juez, pero pidio construir una nueva mayoria

También te puede interesar