La vice estiró los tiempos, pero el Ejecutivo no logró persuadir a los dialoguistas. El proyecto, al borde de la sanción. El veto presidencial, la salida.
Victoria Villarruel, en el Senado
Después de dos meses de maniobrar a la espera de una negociación de Javier Milei, Victoria Villarruel se resignó y habilitó para este jueves el tratamiento de la reforma previsional que aprobó la oposición en Diputados y que Unión por la Patria asegura que será ley, con respaldo de un sector de la UCR y partidos provinciales.
Las negociaciones seguirán durante la jornada, pero el panorama es difícil para el Gobierno. El proyecto se aprobó el 4 de junio en la cámara baja y la vice pisó la sesión a la espera de una gestión del Gobierno con la oposición dialoguista que no alcanzó. "Estuvimos desde julio con el tema pisado y no se pudo acordar. Más no podemos esperar", dicen cerca de la vice, que la semana pasada pateó la sesión confiada en que podían acercarse posiciones.
Milei hizo el intento de acordar, a través de sus funcionarios José Rolandi y María Ibarzábal Murphy, quienes le propusieron a la oposición dejar fuera del proyecto la asistencia a las cajas provinciales, la suba anual por el 50% de la variación salarial y el piso mínimo, establecido en 1,09 de la canasta básica.
La propuesta oficial sostuvo el aumento del 8,1, pero sin el retroactivo a abril. El dictamen fue aceptado por un sector del radicalismo, pero hubo cuatro miembros de ese bloque que firmaron la media sanción de Diputados junto a Unión por la Patria: Pablo Blanco, Daniel Kroneberger, Martín Lousteau y Flavio Fama. Lo hicieron en disidencia parcial, pero no está claro si pedirán modificaciones en el recinto.
También suscribió el dictamen con el texto de Diputados el santacruceño José María Carambia, quien hace dupla con Natalia Gadano. UP tiene 33 votos, cuatro menos que el cuórum, por lo que sobrarían los votos para la sanción.
Se sumarían a este lote partidos provinciales que se mantenían el acuerdo de no levantar la voz, pero votar la reforma si llega al recinto. Es el caso de la rionegrina Mónica Silva, quien ya advirtió al oficialismo que si hay sesión, votará el texto de Diputados. Nadie quiere pagar el costo de ser acusado de bajar jubilaciones. Es un tema sensible que llega a todos los rincones del país.
Villarruel acordó con la UCR pisar el tema antes del receso invernal, pero no participó de las negociaciones de las últimas semanas, que estuvieron a cargo del jefe de La Libertad Avanza, Ezequiel Atauche, en contacto permanente con la Casa Rosada. Fue quien aceleró el debate en comisión, que podría haber pisado por ser presidente de la Comisión de Presupuesto.
"Milei está muy apurado por vetar la ley antes de la llegada del presupuesto, mientras que Villarruel no quiere poner la cara a la derrota. Estuvimos estos dos meses trabados por esta interna", se lamentó ante Letra P el referente de uno de los partidos provinciales, que están en un buen momento en su relación con el Gobierno. Este miércoles la mayoría dejó sus bancas vacías en la sesión por los fondos reservados de la SIDE en Diputados.
En la sesión también se aprobará el proyecto de la radical Carolina Losada para tipificar la compra y venta de menores de edad, mientras que el plato fuerte será el debate por las dietas en el Senado. Este miércoles los jefes de bloque presentaron un proyecto para desenganchar sus haberes del aumento paritario, como indica una resolución aprobada en el recinto en abril.
Pero el temario también incluye un proyecto de Luis Juez (PRO) para derogar esa medida y volver a cobrar como en marzo. Bajarían de siete a dos millones de pesos. El otro proyecto que está para tratarse es el presentado por José Mayans, jefe de UP, para regular los salarios de los funcionarios en los tres poderes del Estado, para que nadie gane más que el Presidente. El formoseño cree que tiene consenso para sancionarlo.