En La Libertad Avanza ya no ocultan los cortocircuitos internos que genera la incursión en sus filas de figuras del PRO, a partir del respaldo que el líder de ese partido, Mauricio Macri, le ofreció para el ballotage al candidato presidencial Javier Milei. Este jueves, Karina Milei, jefa de campaña de su hermano, armó una reunión para organizar la fiscalización con referentes de su espacio, pero sin representantes macristas que en las últimas semanas se promocionaron como garantes de las boletas del economista el 19 de noviembre.
En el encuentro, realizado en el Hotel Libertador, Karina estuvo con Guillermo Ferraro, encargado de la fiscalización de LLA; Guillermo Francos, jefe de la mesa política; Nicolás Posse, coordinador de equipos técnicos y Sebastián Pareja, armador de la provincia de Buenos Aires, el territorio más complejo para custodiar las urnas.
Según confirmaron a Letra P fuentes de LLA, la reunión surgió porque recién este miércoles Ferraro pudo garantizar que tendría ayuda del PRO en la fiscalización de la provincia de Buenos Aires, tras realizar un mapeo con el jefe de bloque del PRO en Diputados, Cristian Ritondo. En el resto de los distritos, en la tropa libertaria no hay expectativa de una colaboración virtuosa del partido de Macri para defender los votos de Milei.
Antes de su diálogo final con Ritondo, Ferraro no terminaba de tener claro quién era su interlocutor en el PRO. La primera reunión para coordinar estos temas se realizó en el búnker de Núñez -al que rara vez visita Milei- y a los referentes de LLA les incomodó el rol de Eduardo Bastitta, un empresario que se presentó como representante de Macri.
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Bastitta no fue muy diplomático: en el primer diálogo con el equipo de Milei ofreció conseguir dinero. Su diagnóstico, palabras más palabras menos, fue que los problemas para controlar las boletas de LLA ocurrieron porque los fiscales cobraron poco. El planteo molestó a Karina Milei y a Ferraro, para quienes la militancia propia hizo un despliegue valioso, por ser una fuerza chica, y para el ballotage debe reforzarse con asistencia confiable que, por sus peleas internas, el PRO no podía garantizar.
Interna abierta
Las idas y vueltas entre los enviados de Macri alteraron la convivencia. La exdiputada del PRO Paula Bertol lideró el primer encuentro de fiscalización, pero luego no apareció más. El senador macrista José Torello también participó, pero no exhibió mucho juego. Menos incidencia tiene el exministro de Transporte Guillermo Dietrich y el intendente de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel, quienes se promocionan como articuladores.
El exdirector de Vialidad dejó atónito al equipo libertario cuando propuso abrir un listado para anotar fiscales, un plan que ya se ejecutó en agosto. “Lo tiró en un pasillo y no lo podíamos creer. Es como poner suplentes a jugar una final”, ironizó un referente de LLA, donde niegan que el PRO haya entregado alguna vez una carpeta con fiscales para las 104 mil mesas del país.
“Nadie vio esos documentos, salvo publicados en los diarios. Además, era imposible coordinar algo con las cúpulas porque todo el tiempo cambiaban de interlocutor”, explican en LLA.
En estas semanas las únicas reuniones que hubo entre equipos de Milei y de Macri fueron de segundas líneas, en Núñez y sin demasiados avances sobre cómo mejorar la fiscalización. Recién en el encuentro de este miércoles con Ritondo, Ferraro pudo cerrar las cifras de la provincia y se armó la reunión de este jueves liderada por Karina.
Uno de los más observados en la cumbre del Hotel Libertador fue Pareja, quien debe garantizar que los concejales electos del conurbano bonaerense por LLA no bajen los brazos. Tuvo las primeras fracturas luego de la derrota de octubre. El PRO debería ayudarlo a prevenir otras. Es uno de los desafíos de Macri, si quiere que gane Milei.
