LADO A

Mauricio Macri, militante de Javier Milei en público y en las sombras

El expresidente busca apoyos para el libertario en los medios de comunicación, pero también intenta convencer al empresariado en ámbitos privados. Llamados a los "tibios" para presionarlos a que se definan o "ayuden por abajo".

El expresidente Mauricio Macri intervino la campaña del libertario Javier Milei de cara al ballotage, a quien cree que hay que guionar con un discurso menos histriónico y más confrontativo en su pulseada contra el oficialista Sergio Massa. El fundador del PRO opera con una estrategia bifronte: brinda entrevistas y conferencias para bancar públicamente a su candidato, pero también se mueve en las sombras con llamados a la dirigencia del interior que le atiende el llamado y un sector del empresariado de confianza, a quienes intenta convencer de que deben votar por “el cambio”.

Macri encaró la última semana un raid mediático que dejó opacado a Milei, lo que generó ruido en la trinchera libertaria. Acaso por eso, un hombre de confianza del expresidente aseguró a Letra P que durante los próximos días “va a bajar el perfil”. Incluso la fuente intentó minimizar el hecho de que el fundador del PRO manejara la estrategia política de La Libertad Avanza, pero lo cierto es que varios dirigentes con los que se juntó en los últimos días quedaron sorprendidos por lo involucrado que vieron a Macri en la campaña libertaria.

En el 13° Foro de Negocios Abeceb, que se desarrolló en el Faena Art Center el miércoles, Macri ratificó su apoyo a Milei ante unos 600 empresarios y dirigentes políticos, ante quienes sentenció: "Somos el cambio o no somos nada". Lo acompañaba en el panel el expresidente de España Mariano Rajoy, con quien luego almorzó a solas en el restaurante Happening de la Costanera porteña.

El expresidente todavía cree tener influencia en el mundo empresarial y por eso busca mover en amperímetro en el Círculo Rojo, donde miran a Milei con demasiada desconfianza. El argumento de Macri frente a cada interlocutor es el mismo: la necesidad de evitar un nuevo gobierno peronista. “A las personas con las que se junta les dice que Massa es un límite, que haría mucho mal a la Argentina. No es una militancia a favor de Milei, es una militancia contra Massa”, dijo a Letra P un dirigente al tanto de los intentos de convencimiento que protagonizó el exmandatario en los últimos días.

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Durante la charla en el Faena, Macri dio a entender que sus equipos tendrían un rol importante en un eventual gobierno de Milei. "Él va a aceptar colaboración de todos para llevar el cambio adelante", sugirió, pese a que la mesa chica del libertario asegura que no hubo “contraprestaciones” y que todo el apoyo de Macri es “incondicional”.

Además de las charlas con los empresarios, Macri mete presión a dirigentes del PRO del interior para que se inclinen por Milei: llama a los "tibios" -como los califican en su entorno- y les pide que se definan públicamente. A los más reacios les dice que, al menos, “ayuden por abajo”.

Hasta ahora, no logró el volumen de apoyos esperados, aunque en el PRO confían en que habrá una lista de dirigentes que se expresarán antes del 19N. En ese sentido, algunos miran a su primo Jorge Macri, el jefe de Gobierno porteño electo, que todavía no hizo explícito su voto y podría hacerlo antes del ballotage.

Bullrich y Macri, atentos a la fiscalización

En La Libertad Avanza insisten en que la fiscalización es uno de los temas clave de la próxima elección y por eso el PRO se comprometió a darles refuerzos para la segunda vuelta. En rigor, los libertarios ya intentaron sembrar dudas sobre la legitimidad de los resultados de octubre, con mesas aisladas en las que Milei sacó cero votos, para demostrar que le robaron. “Microfraude”, es la palabra que buscan instalar.

Desde un municipio gobernado por el partido amarillo en el conurbano aseguraron a Letra P que Macri no se mete personalmente en el tema, del mismo modo en que no se involucró en la fiscalización de JxC, aunque sí en la financiación. “El PRO formalmente no tiene ni ánimo ni recursos para eso, Macri se dedica a hacer medios y a conversar con dirigentes, no organiza operativos de nada, aunque si él no financia no podría arrancar nada”, explicaron.

Macri se ocupó de dejar al mando a un hombre propio, el senador por la provincia de Buenos Aires José Torello, gran conocedor de las reglas electorales, para coordinar el operativo de fiscalización. También aportó Patricia Bullrich, que le arrimó gente a Milei para colaborar con un esquema más sólido. Paula Bertol, Laura Alonso y Guillermo Dietrich articulan puentes para coordinar logísticamente el arsenal de fiscales, junto al diputado electo Damián Arabia y Guillermo Sánchez Sterli en la Provincia.

Malestar entre los libertarios

Milei buscó dar un gesto hacia sus propias filas, donde hay el enojo por la intervención de Macri en la campaña no se disimula, y por eso aseguró a la prensa que lo abordó a la salida del Congreso que “el único jefe de campaña sigue siendo Karina”, en referencia a su hermana y principal operadora del espacio. Además, en diálogo con C5N, dijo que “no se negocian” ninguno de los puntos de su política económica. Desde la eliminación del Banco Central a la dolarización, todas seguirán en pie.

El desánimo se extiende entre los seguidores de Milei y también entre su círculo de confianza. Lo blanqueó en Twitter su hasta ahora principal vocero económico, Carlos Rodríguez, que aseguró estar “bloqueado” para hablar en los medios.

Alberto Benegas Lynch (h), el “prócer” de los libertarios y padre del diputado electo con su mismo nombre, pidió que no aparezca “la absurda pretensión por parte de los de siempre de domarlo a Javier Milei para que retroceda en sus extraordinarias propuestas que precisamente son las que lo catapultaron y las que pondrán a nuestro país de pie". Fue una indirecta hacia Macri, decidido a armar un nuevo guión para el candidato libertario.

Javier Milei y Patricia Bullrich.
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