La Cámara de Diputados tratará este miércoles el veto de Javier Milei a la reforma previsional y, por la conversión de un sector de la UCR, la oposición no contará con los dos tercios para insistir con la ley. El jefe del bloque radical, Rodrigo De Loredo, evalúa dos alternativas para salvar al menos una parte de la reforma.
La primera es la insistencia parcial, como anticipó LetraP, que sólo registra un antecedente. La otra alternativa sería la vuelta del expediente a comisión, para ampliar el debate al menos un mes más. En ambos casos, para construir una mayoría, el radicalismo necesita de Unión por la Patria, que se reunía este martes para evaluar si aceptaban algunas de ambas propuestas o pedían ir al recinto a todo o nada. También había una negociación con el PRO.
La cumbre peronista servía además para corroborar cuántas ausencias habría. Las sospechas siempre recaen sobre los referentes de gobernadores de estrecha relación con la Rosada, como Raúl Jalil.
En el radicalismo confían en que UP aceptará un acuerdo. La reforma fue aprobada en junio con un texto nuestro, que a último momento el peronismo decidió a apoyar porque de lo contrario no salía nada. En este caso puede ser igual", sostuvo una fuente de la UCR ante Letra P. En UP no salían de su asombro. "La sesión la convoca el radicalismo y como no puede resolver su interna busca estas salidas. Es increíble", sostuvo una autoridad del bloque.
En La Libertad Avanza (LLA) este martes era todo algarabía. Con la conversión de al menos cinco radicales, que votaron a favor de la reforma en junio y ahora aceptarían el veto, creen tener los 86 votos para blindar la decisión presidencial. Como esperan ausencias funcionales de la UCR y de partidos provinciales, pronostican que esa cifra les permite estar sobrados para alcanzar el tercio de presentes en el recinto y desechar por completo la reforma previsonal.
El poroteo y la ayuda de la UCR
En LLA suman como nuevos aliados a seis integrantes del PRO que no votaron la reforma en junio. Sólo descartan a la chubutense Ana Romero y a Álvaro González, que aquella vez votó a favor. Pero, además, ayudarían al oficialismo los cuatro aliados tucumanos que tampoco quisieron dejar su marca en la sesión del 4 de junio: Paula Omodeo y el trío ligado al gobernador Osvaldo Jaldo.
Los cinco radicales que se reunieron con Milei resultaron el empujón final para que el Gobierno dejara de temer un rechazo al veto. No serían los únicos: al menos otros tres votos de la UCR podrían torcerse. De Loredo reunió a su bloque por la noche de este martes para evaluar alternativas y hacer cuentas. Son 33 miembros y no más de 20 garantizan rechazar el veto a una ley que en junio votó toda la bancada. Sólo hubo una ausencia.
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Javier Milei recibió este martes a cinco diputados radicales.
Los teléfonos ardían entre los asesores radicales, con versiones de todo tipo. Se especula con faltazos en el recinto de referentes cercanos a gobernadores como Alfredo Cornejo (Mendoza), Gustavo Valdés (Corrientes), Leandro Zdero (Chaco) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe).
Una salida alternativa, como la insistencia parcial, podría unir nuevamente al bloque. Por eso, De Loredo explorará esa opción hasta el final. El cordobés ya mantuvo reuniones con Juan Manuel López (Coalición Cívica) y Nicolás Massot (Encuentro Federal), quien además oficia de nexo entre el radical y el jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez.
La salida
La insistencia parcial consistiría en ratificar sólo algunos artículos como el aumento del 8,1% de las jubilaciones retroactivo a abril, la movilidad por inflación -que ya rige por decreto- y la asistencia a la cajas previsionales de las provincias, resistida por la Casa Rosada.
Quedaría fuera el piso del 9% por encima de la canasta básica y la suba anual por variación salarial, que Milei cree que puede derivar en un impacto del 2% del PBI. Fue parte del diálogo que tuvo en la Casa Rosada con el quinteto radical.
La insistencia por artículos recién podría pedirse tras habilitar por dos tercios el tratamiento del expediente. Todo debería estar previamente coordinado y podría ser necesaria una ayuda del PRO, en caso de que las ausencias hagan imposible alcanzar una mayoría especial sin el bloque amarillo.
El radicalismo estima que LLA tendría aceptar aprobar estos fragmentos de la ley, porque no es muy diferente al dictamen que firmó su bloque en el Senado.
Sin embargo, para el secretario parlamentario de la cámara baja, Adrián Pagán, ni siquiera es válido insistir parcialmente con una ley. No encontró ningún artículo en el reglamento que avale esa práctica, más allá del antecedente, de hace 20 años, que tiene como protagonista a Elisa Carrió.
Para UP, la oferta de la UCR es avalar que al menos haya un aumento de las jubilaciones, que si se acepta el veto total no llegará. En caso de que se pida volver el proyecto a comisión, Pagán reclamará mayoría especial. Es por eso que también En UP no quieren ser parte de un papelón así, mientras que el resto de los bloques especula.
Encuentro Federal, conducido por Miguel Pichetto, se reunió y ratificó su decisión de pedir la insistencia total, pero no tiene el plantel completo: faltarán Ricardo López Murphy (por problemas personales) y Jorge Ávila (por cuestiones de salud), mientras que Francisco Morchio, de Entre Ríos, se ausentará por orden de su gobernador, Rogelio Frigerio, quien también hace gestiones para que falte la radical Marcela Antola.
Había rumores de una negociación por las cajas previsionales que beneficiaría al entrerriano y al gobernador Martín Llaryora (Córdoba), que controla cuatro votos en ese bloque.
Tanta era la desprolijidad, que Pichetto propuso que la sesión sea corta, sin debates ni expresiones de minoría. No será un clima fácil: se espera un marcha en el Congreso en favor de los jubilados.
Los partidos provinciales no anticiparon su postura, sorprendidos por la ayuda del radicalismo que los convirtió en prescindibles. Sólo anunció que apoyaría la insistencia en la ley Osvaldo LLancafilo (Neuquén). No hablaron sus pares de Río Negro, Misiones y Salta. Algunos de sus referentes no ven con malos ojos una insistencia parcial. Esperan la propuesta.