Las Jubilaciones, en manos de los conversos
Respecto a la votación de junio, la reforma previsional sumará al menos ocho votos: cinco de izquierda -fuerza que se abstuvo- y dos ausencias de UP que no deberían repetirse. Una fue del santiagueño Ricardo Daives, quien más de una vez dejó su silla vacía. En el bloque aclaran que sus faltas de deben a problemas de salud. También estará el correntino Manuel Aguirre, de la UCR, enfrentado a su gobernador, Gustavo Valdés. El diputado firmó el pedido de sesión.
La búsqueda de conversos, clave para que el Gobierno llegue al miércoles tranquilo, está a cargo del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, junto a Santiago Caputo y Lule Menem, en contacto con su sobrino, el presidente de la cámara baja, Martín Menem.
Como explicó Letra P, en la oficina de Menem hay confianza en que ocho radicales que en junio votaron la reforma previsional, esta vez opten por aceptar el veto.
El listado no incluye figuras cercanas a gobernadores, que podrían sumarse si negocia Francos, sino a quienes evalúan asociarse a La Libertad Avanza en sus provincias o, al menos, quieren evitar que sus rivales locales lleguen a un acuerdo.
“Milei está midiendo 60 puntos en todas las provincias y enfrentarlo tiene un costo. Por eso nadie quiere quedar como cruzado”, explicó a Letra P uno de los radicales que firmó la convocatoria para la sesión del miércoles para acorralar a sus correligionarios.
Los tucumanos Mariano Campero y Roberto Sánchez abrieron el juego de los converso. Durante la reunión de boque del martes, el primero anunció que aceptará el veto, bajo un argumento endeble: que la decisión del Presidente obliga a una revisión del Congreso. Sus pares lo entendieron.
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Mariano Campero armará su propia fuerza, Cambia Tucumán.
El misionero Martín Arjol también está pintado de violeta. Cercano al gobernador correntino Valdés, socio en las sombras del Gobierno, el diputado no quiere regalarle la boleta de LLA al oficialismo local.
En Córdoba, Menem, quien controla el sello de LLA con Karina Milei, ya hizo públicas sus gestiones con la UCR en un acto al que asistieron sus colegas Soledad Carrizo y Luis Picat.
Otra figuras del bloque radical que son tentadas para competir con LLA son Francisco Monti (Catamarca), Pablo Cervi (Neuquén) y Roxana Reyes (Santa Cruz). El catamarqueño ayudó al Gobierno en la bicameral de trámite legislativo, a cargo de debatir decretos.
Cervi era parte del acuerdo con la Casa Rosada para reemplazar a la senadora neuquina Lucila Crexell, a quien le habían ofrecido ser embajadora en la Unesco. Reyes enfrenta al gobernador de su provincia, Claudio Vidal, de relación oscilante con la administración libertaria.
El radicalismo puede sostener definitivamente el veto si sus gobernadores quieren ayudar al Gobierno. Es sólo una variable más en los conteos que hacen el oficialismo y la oposición.
Valdés ese el más colaboracionista y controla el voto de José Tournier. Reemplazó a Alfredo Vallejos, quien asumió como ministro de Seguridad. En el Senado, el correntino Eduardo Vischi, jefe de la bancada UCR, intentó frenar la reforma previsional y votó en disidencia algunos artículos.
No actuó igual el gobernador mendocino Alfredo Cornejo, quien no aportó los votos de Rodolfo Suárez y Mariana Juri. En la cámara baja le responden Pamela Verasay y Lisandro Nieri.
Para unir las partes, el jefe del bloque UCR, Rodrigo De Loredo, empezó este lunes a negociar una insistencia parcial de la reforma previsional. Consistiría en aceptar el rechazo de los dos artículos que más molestan a MIlei: un aumento anual con el 50% de la variación salarial de salarios e igualar la jubilación mínima un 9% por encima de la canasta de alimentos.
Quedaría vigente la suba del 8% (aunque el Gobierno no quiere que sea retroactiva), la indexación mensual por inflación (ya está vigente) y la asistencia a las provincias, un tema que la Casa Rosada tampoco acepta. La insistencia parcial sólo prosperaría si se suma el PRO, que por ahora se mantiene con la idea de aceptar el veto. Otra versión es que el oficialismo estaría dispuesto a darle el cargo en la AGN que pide la UCR si deja firme el veto. El candidato elegido es el cordobés Mario Negri.
Sellos locales, decisivos
Los partidos provinciales tienen nueve votos claves que en junio apoyaron la reforma previsional y fueron los grandes ausentes en la citación de la sesión.
Hay ocho que integran Innovación Federal y responden a sus gobernadores: cuatro de Misiones (Alberto Arrúa, Yamila Ruíz, Daniel Vancsik y Carlos Fernández), tres de Salta (Pamela Caletti, Pablo Outes y Yolanda Vega) y uno de Río Negro (Agustín Domingo).
Como monobloque actúa el neuquino Osvaldo Llancafilo. Estos ocho votos contribuyeron a aprobar la reforma previsional en junio, pero no dieron señales de repetir su conducta. “Tienen miedo y no responden”, repiten los diputados de UCR y de Encuentro Federal que trabajan en la sesión.
Llancafilo es el único que se expresó. y si bien no firmó el pedido de sesión, aclaró en un comunicado que rechazaría el veto. "Es un paliativo para jubilados que cobran 300 mil pesos", sostuvo. Francos intentará que cambie de opinión, a través de su gobernador, Rolando Figueroa. Hubo quienes creyeron que lo mejor era esperar el debate del Presupuesto 2025 para seducir a este grupo, pero prevaleció la postura de apurar el tratamiento.
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Miguel Ángel Pichetto y Mario Negri.
En EF, el bloque coordina Miguel Pichetto, hay un gobernador que tampoco tomó postura: el entrerriano Rogelio Frigerio, quien controla el voto de Francisco Morchio.
Por esa bancada, votó en contra de la reforma Ricardo López Murphy, quien esta vez no estará por un tema personal. En caso de asistir, iba a rechazar el veto. Se ausentará por problemas de salud el chubutense Jorge Ávila.
El aporte de Larreta
La otra lista de posibles conversos es corta pero puede ser decisiva e incluye a quienes votaron por el rechazo al proyecto o no estuvieron y ahora podrían cuestionar el veto.
El principal operador de estas conversiones es Rodríguez Larreta, quien ya logró que su pupilo Álvaro González anunciara que esta vez votará a favor de la reforma previsional. En el invierno dejó su banca vacía el cordobés Héctor Baldassi. El exjefe de Gobierno porteño le pedirá que la ocupe y rechace el veto.
Entre las siete ausencias PRO estuvieron también las de Héctor Stefani (con diálogo con Larreta) y la chubutense Ana Clara Romero, cercana al gobernador Ignacio Torres.
Serán tironeados por los referentes de su partido. El oficialismo, además, deberá ajustar los votos de aliados que estuvieron ausentes en el primer tratamiento de la reforma previsional y esta vez no le pueden fallar.
Fue el caso de cuatro representantes de Tucumán que suelen ayudar al Gobierno como Paula Omodeo (CREO) -se abstuvo- y el trío que responde al gobernador Osvaldo Jaldo: Gladys Medina, Agustín Fernández y Elia Fernández. Dejaron sus bancas vacías.
También se abstuvieron las sanjuaninas María de los Ángeles Moreno y Nancy Picón, cercanas al gobernador Marcelo Orrego. Milei las necesita. Esta vez, no puede perder por dos tercios.