El diputado de La Libertad Avanza, Javier Milei, confirmó que votará a favor del proyecto de su rival en la competencia por la presidencia, Sergio Massa, para reformar la ley que regula el impuesto a las Ganancias, que se tratará este martes en la Cámara baja.
Como informó Letra P, el libertario había mantenido el misterio y obligó al Frente de Todos a juntar el fin de semana una mayoría sin su ayuda. Sin embargo, antes de ir al Congreso, Milei anunció su posición en una charla que brindó en el Club del Petróleo, uno de los rubros con más trabajadores beneficiados con este proyecto.
"Voy a votar siempre (para) que se bajen impuestos, no me importa ningún cálculo político. Les dejo la exclusiva", señaló en ese evento el candidato a presidente de LLA, quien comparte bloque con su compañera en fórmula, Victoria Villarruel. Tienen de aliada a la candidata a gobernadora de Buenos Aires por el frente electoral, Carolina Piparo. Voceros del diputado confirmaron a Letra P que el trío ayudará a aprobar la iniciativa.
Con la tropa libertaria, el Frente de Todos llegaría sin problemas a los 129 votos del cuórum, aun si no puede garantizar asistencia perfecta entre sus 118 miembros. Había dudas sobre los tres representantes de Patria Grande, el partido de Juan Grabois (Itaí Hagman, Natalia Zaracho y Federico Fagioni).
Los cuatro integrantes del Frente de Izquierda y los cuatro de Provincias Unidas (que se compone con duplas de misioneros y rionegrinos referenciados en los gobiernos locales) confirmaron que votarán a favor, aunque estos últimos negocian una compensación económica a los gobernadores. Se suman a esa posición tres miembros del interbloque federal (Topo Rodríguez, Natalia de la Sota y Graciela Camaño).
También respalda la reforma de Ganancias el gobernador electo de Neuquén, Rolando Figueroa. Podría acompañar Claudio Vidal, mandatario electo de Santa Cruz, y hay una negociación con el riojano Felipe Álvarez, quien tiene un monobloque y fue aliado de Horacio Rodríguez Larreta en las primarias.
Juntos por el Cambio confirmó su rechazo la semana pasada. El interbloque decidió no dar cuórum y hay fuertes internas sobre cómo votar. El PRO quiere ir por la negativa y entre los radicales hay quienes prefieren una abstención.