Sin tantos tecnicismos o citas a economistas, pero con una arenga a la militancia para intentar un triunfo en primera vuelta que por ahora no aparece ni en sus cálculos más optimistas, el candidato presidencial de la Libertad Avanza, Javier Milei, cerró la campaña presidencial en el estadio Movistar Arena, ante 15 mil personas y con las principales figuras del espacio sobre el escenario.
Como anticipó Letra P, el economista buscó incentivar a su tropa para sumar los votos que le faltan si quiere consagrarse el domingo y evitar otras tres semanas de campaña para el ballotage. Si bien los pronósticos para esa instancia no son malos para la Libertad Avanza (LLA), según los sondeos, el tránsito para llegar a ese día impacienta y mucho a Milei.
"Necesitamos redoblar los esfuerzos en la fiscalización y si, además, mucha gente que no fue a votar (en las primarias del 13 de agosto) decide hacerlo, es probable que podamos ganar en primera vuelta", cerró el diputado su discurso, de sólo media hora, que tuvo menciones a figuras del siglo XIX como el expresidente Juan Bautista Alberdi y el escritor Esteban Echeverría. "Pasamos de ser una país de bárbaros a una potencia", volvió a recordar. Esta vez, no hubo elogios al exjefe de Estado Carlos Menem, protagonista de su monólogo de cierre previo a las elecciones primarias.
El acto comenzó con un discurso del economista Alberto Benegas Lynch (h), considerado por Milei como el "prócer del liberalismo". Dejó definiciones fuertes como un pedido para romper relaciones con el Vaticano, no preocuparse tanto por el déficit fiscal ("Cuba no tiene; lo importante es bajar el gasto público", remarcó) y, eso sí, cerrar el Banco Central, porque "sólo puede alterar los precios relativos". Consideró esa propuesta como un "orgasmo intelectual".
Tras ser anunciado con la música de un shofar y la emisión por la pantalla gigante de su último spot de campaña -en el que simula hablar desde el despacho presidencial- e imágenes de implosiones de edificios (otra marca registrada de la furia liberal), Milei ingresó caminando por la puerta trasera del estadio, a los saltos y abrazándose con la gente, hasta llegar al escenario. Ya sonaba por los parlantes Panic Show, el tema de La Renga reversionado por los libertarios para convertirlo en un himno y que el candidato presidencial, sobre las tablas, volvió a cantar a capella, antes de su grito de guerra preferido: "¡Viva la Libertad, Carajo!".
El público estaba compuesto en su mayoría por jóvenes varones y debió someterse a un riguroso cacheo policial para ingresar, antes de exhibir la entrada que se repartía por la tarde en las inmediaciones del estadio. Se vieron llegar militantes en micros, que algunos se identificaron con el sindicalista gastronómico Luis Barrionuevo, uno de los aliados que sumó el libertario en estos meses.
También hubo contingentes bonaerenses acercados por el legislador Nahuel Sotelo, a cargo de la agrupación Julio Argentino; y el armador y candidato a senador provincial, Sebastián Pareja. La estética callejera mezclaba rasgos de recitales de rock y eventos de cosplay, pero no faltaban bombos y banderas, clásicos de eventos peronistas. Los amuletos que más circulaban eran billetes de 100 dólares falsos, con las fotos de la fórmula presidencial de la Libertad Avanza.
La audiencia esperó hasta dos horas a Milei, al ritmo de una variada musicalización, que mezcló en el repertorio a la Bersuit Vergarabat, Los Violadores, The Clash, Guns N' Roses, Muse, cumbias de El Dippy (candidato de LLA a intendente de La Matanza) y repitió varias veces la canción Provócame, de Chayanne, que también tiene una reversión libertaria, con el estribillo "Votá a Milei".
En el escenario se ubicaron figuras de las listas de todo el país, cómo Diana Mondino y Oscar Zago (Caba); Marcela Pagano, Bertie Benegas Lynch y Lilia Lemoine (Buenos Aires); Celeste Ponce (Córdoba), César Treffinger y Romina Diez (Santa Fe). Una vez entre ellos, luego de agitar a la gente de cada rincón del estadio, Milei los saludó uno por uno.
Casi se olvida de acercarse a la tribuna lateral para enviarle un beso a su novia, la artista Fátima Flórez, quien esperaba el gesto para la foto. El cineasta Santiago Oría, encargado de filmar cada detalle del evento, tuvo que recordarle al economista esa parte del guión.
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Ya detrás del atril, el diputado convocó y pidió aplaudir a su compañera de fórmula, Victoria Villarruel; y al candidato a jefe de gobierno, Ramiro Marra, a quienes presentó como "los fundadores de la Libertad Avanza". Luego fue el momento de reconocimiento a su hermana, Karina Milei. "Nada hubiera sido posible sin ella, la persona más importante del equipo". También hubo una mención a especial a Conrado Caputo, hijo de Santiago Caputo, asesor de Milei y primo de Nicolás Caputo, amigo personal del expresidente Mauricio Macri.
Un rato después, el diputado reclamó aliento para Carolina Piparo, aspirante a la gobernación bonaerense.
Ganar como sea
Aunque estuvo dos días repasando sus apuntes, Milei apeló a un discurso emocional para pedir a su militancia juntar los votos que faltan para consagrarse en cuatro días. Tanto fue así, que a sus hit tradicionales, como "La casta tiene miedo", o el remake de 2001 "Que se vayan todos", sumó otros con idioma futbolero como "Primera vuelta, la puta que lo parió" o "Ponga huevo, huevo liberales, el domingo cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar".
En el equipo del libertario reconocen que no hay encuestas que les anticipen un triunfo el domingo (se necesitan 45 puntos o 40 y diez de ventaja con el inmediato perseguidor), pero aseguran que harán el último esfuerzo para quedar lo más cerca posible.
"Probablemente hayamos pasado el desierto de los 40 años para llegar a la libertad", festejó Milei, sin augurar resultados.
"Somos un fenómeno mundial. Es impresionante pensar dónde estábamos hace dos años y dónde estamos ahora. Es algo histórico lo que hemos logrado. Somos la expresión liberal que ha sacado el porcentaje más grande de la historia. Tenemos una estructura outsider. ¡Y les ganamos a todos!", celebró.
El economista volvió a apuntarle "a los delincuentes de la política", a quienes les recriminó haber definido un eventual triunfo suyo como un salto al vacío. "¿De qué me hablan? Si los países más libres son ocho veces más ricos que los reprimidos. El salto al vacío son ustedes: ¡Chorros! ¡Empobrecedores!".
Milei englobó en la definición de casta, el término que inmortalizó para identificar a sus enemigos, a "los políticos ladrones, empresarios prebendarios, sindicalistas que entregan a los trabajadores y a los periodistas y micrófonos ensobrados".
Sin nombrarlos, acusó a sus rivales de Juntos por el Cambio de buscar sólo modificar las formas. "Seamos claros: hay gente que no quiere cambiar, que quiere seguir con el statu quo. Les decimos que no nos voten. Que se queden con el fracaso y la decadencia", bramó.
Sereno, le preguntó al público qué país quieren: "¿El de la decadencia o el de la libertad que supimos tener? ¿Creen que una Argentina distinta es posible con los mismos de siempre?".
"Si ustedes creen que hay algo injusto en este sistema, si quieren cambiar este sistema decadente: sí quiero pedirles que acompañen con el voto", diferenció el candidato presidencial y agregó nuevos eslogans liberales: "Quiero que cada uno sea artífice de su propio destino. No nos resignemos a ser cada día más pobres, no nos resignamos a que nuestros hijos abandonen nuestra patria".
Milei definió las elecciones del domingo como "las más importantes de los últimos cien años" y se despidió reclamándole a la militancia, una vez más, que sume aliados para llegar a los 40 puntos soñados. "Vamos a votar. No se queden en sus casas. Lleven a sus padres, a sus amigos. Argentina tiene futuro y ese futuro es liberal".