Mientras participaba de una gira por Washington, organizada por la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham), el gobernador electo de Córdoba, Martín Llaryora, recibió un llamado inesperado. Era Guillermo Francos, representante argentino ante el BID hasta unos días antes, cuando renunció para sumarse a la campaña del candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei. Le pidió una reunión.
Fuentes cercanas al actual alcalde de la capital cordobesa confirmaron el encuentro a Letra P. Fue breve y protocolar. Llaryora y Francos están unidos por el ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, quien nació en San Francisco, al igual que el mandatario cordobés, y hace casi tres décadas llevó a la política al flamante operador de Milei, quien si gana la elección presidencial lo elegirá como ministro del Interior.
Por el peso específico de su provincia -en la que Milei fue el más votado en agosto- y su ambición de liderar una nueva versión del peronismo, Llaryora es una de las figuras más codiciadas entre los armadores políticos de La Libertad Avanza, quienes en las últimas semanas se trazaron un objetivo: acercar a gobernadores para empezar a tejer alianzas que puedan fortalecer una eventual gestión presidencial del economista.
Se conforman con un primer contacto y la promesa de que no será el último. La tarea no es fácil, porque una de las propuestas del candidato libertario en su plataforma de campaña es recortar las transferencias discrecionales a las provincias y la obra pública. Pero en su entorno confían en acercar posiciones. “Saben que habrá un primer semestre muy difícil y lo mejor para ellos será tener diálogo”, evaluó ante Letra P uno de los dirigentes encargados de hacer contactos a lo largo del país.
A ese trabajo se sumó Francos, pero ya participaban otros referentes de LLA, como el legislador porteño Oscar Zago y Carlos Kikuchi, encargado del armado nacional durante el cierre de listas. Hace tres semanas, Kikuchi reunió a la jefa de campaña, Karina Milei, con los candidatos a legisladores nacionales del espacio. Pero como explicó Letra P, el exrepresentante ante el BID se convirtió desde la semana pasada el principal referente de la mesa política de La Libertad Avanza.
Pese a que reniega de la rosca, durante el debate presidencial, Milei también salió a buscar alianzas con las provincias: usó su última pregunta para consultarle a su rival y al actual gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, si estaba dispuesto a colaborar con una gestión libertaria. La respuesta fue positiva. “Creemos que quien gane la elección tiene que tener la posibilidad de poner en marcha su programa de gobierno. Pero nunca vamos a votar algo que perjudique a Córdoba o al interior”, aclaró.
La conexión Milei-Schiaretti había empezado antes a través de un interlocutor: Florencio Randazzo, compañero de fórmula del mandatario cordobés. El exministro kirchnerista se dedicó las últimas semanas a elogiar al candidato libertario en las redes sociales. En Santiago del Estero se lo vio en un diálogo ameno con el líder libertario y con la compañera de fórmula, Victoria Villarruel, con quien tuvo un amable trato cuando se cruzaron en el debate televisivo de los candidatos a la vicepresidencia.
Randazzo tiene mandato como diputado hasta 2025 y compartiría bloque con los cinco cordobeses que habrá desde el 10 diciembre, referenciados en Schiaretti y Llaryora, quien además podría atraer a varios peronistas sin tierra. Ya hubo contactos con los santafesinos.
El otro diálogo que esperan en LLA, y que por ahora es sólo intra parlamentario, es entre cordobeses y los partidos provinciales de Río Negro y Misiones, habituales aliados de los gobiernos de turno, a cambio de favores específicos para sus provincias.
En LLA saben que, ni siquiera sumados, los partidos provinciales y la porción del PRO que ofrece Mauricio Macri alcanzarían para llegar a una mayoría en el Congreso, si Milei gana las elecciones. Pero, llegado el caso, se conforman con mostrar una fortaleza política que aporte la imagen de gobernabilidad que el economista no tiene.
Los otros contactos
Después del triunfo de Milei en las primarias, los líderes de las provincias empezaron a atender a los operadores de LLA. Algunos ya tenían línea directa como Claudio Poggi, electo gobernador de San Luis, quien, para romper la hegemonía en el liderazgo de la familia Rodríguez Saá, armó un frente heterogéneo, encabezado por Juntos por el Cambio e integrado por fuerzas dispersas, como los libertarios locales.
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En agosto, Milei fue el candidato presidencial más votado en San Luis, con 23 puntos de distancia sobre JxC. Precavido, Poggi activó el diálogo con varios emisarios del economista y se convirtió en el único mandatario de Juntos por el Cambio que en el búnker de LLA reconocen como posible aliado para eventuales acuerdos en diciembre.
Los otros contactos de los operadores de Milei fueron con partidos provinciales, que sumaron peso en el mapa nacional y suelen ser más proclives a negociar con los gobiernos nacionales, siempre que se cumplan con sus requisitos.
Carlos Rovira, vicegobernador de Misiones, jefe político indiscutido de la provincia, volvió a hablar con dirigentes de LLA en los últimos días. Fueron charlas breves, para analizar la coyuntura nacional y quedar en contacto para más adelante.
Milei arrasó en Misiones, pero si repite los resultados en octubre no podrá ganar las dos bancas para el Senado que corresponden al triunfador, porque la justicia federal local le impugnó su lista. La versión de los armadores nacionales de LLA es que, en mayo y después de leer en encuestas, Rovira les anticipó que no podrían competir por esos lugares en el Congreso, porque intentaría ganarlas él a través de una alianza con el oficialismo nacional. Así fue.
Uno de los primeros gobernadores electos que habló con los emisarios de Milei fue el diputado Claudio Vidal, ganador de las elecciones en Santa Cruz, donde terminó con 32 años de kirchnerismo. En LLA aseguran que garantizó ser casi un aliado más en diciembre, cuando, además de un diputado nacional, podrá acercar a sus colegas de la región, con quienes formará la liga de gobernadores patagónicos.
El más interesado en reunir a los mandatarios australes es Ignacio Torres, del PRO, electo gobernador de Chubut. Integrarían la liga patagónica Gustavo Melella, de Tierra del Fuego; Rolando Figueroa, electo en Neuquén; y el senador Alberto Weretilneck, quien vuelve a gobernar Río Negro.
Weretilneck no tuvo contactos con Milei, pero tiene cómo llegar: hasta 2025, el diputado nacional que lo representará será Agustín Domingo, su exministro de Economía.
En el currículum de Domingo figura una maestría en el ESEADE, el Instituto de formación libertaria, donde se venera a Alberto Benegas Lynch (h) -quien será el orador del acto de cierre de LLA- y el año pasado Milei recibió el título Honoris Causa. Muchos de los docentes de esa casa de estudios son los potenciales ministros anunciados por el diputado para un hipotético gobierno suyo. Podrían hacer algún contacto con Río Negro. Es tiempo de rosca.