Obligada a poner el cuerpo por la marca, la diputada Romina Diez usó un acto de gestión para lanzar su campaña. Necesita, como fiel alfil karinista, levantar su nivel de conocimiento en Santa Fe. Su apuesta ambiciosa es polarizar con el gobernador Maximiliano Pullaro, pero La Libertad Avanza comparte electorado con Unidos. ¿Cómo juega Javier Milei? ¿Se sube también a la guerra?
La Libertad Avanza no tiene capital político de base y Santa Fe no es la excepción. Ungida por Karina Milei, Diez fue reconocida oficialmente este sábado como la jugadora del oficialismo nacional en la provincia. ¿Eso quiere decir que ordena y conduce todo el arco libertario? Para nada. Entresemana ya había mostrado una dosis de lo que viene en su proyección, ninguneo kirchnerista al gobierno provincial y declaraciones exacerbadas, como la comparación de Pullaro con su par formoseño Gildo Insfrán.
Romina Diez, la elegida de Karina en Santa Fe
Diez, fuera de su verba picante, tiene un desafío que es puramente político. “El sello empuja, pero a ella no la conoce nadie en Santa Fe”, afirma un consultor santafesino y no exagera. Para enmendar esa carencia, la economista necesita notoriedad, relieve, medios y campaña. Eligió un método, quedó claro cual, ahora hay que esperar los resultados.
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LLA no rechaza la reforma constitucional que se cocina en la política provincial. Sólo objeta que se habilite a Pullaro la posibilidad de competir por su reelección. Es decir, Diez, o alguien de LLA, está dispuesto a competir en una elección constituyente en 2025. Esa instancia va a ser una buena medida para el mileísmo en Santa Fe: una contienda meramente provincial con las principales figuras como rivales. Porque una cosa puede ser, en el segundo semestre, una elección nacional para la Cámara de Diputados donde el efecto arrastre de la Casa Rosada talle (léase Cambiemos 2017), pero otra muy distinta unos comicios provinciales con otras características y necesidades.
Además, Diez lidera una facción de LLA, la que conduce Karina, pero hay muchas otras ramas libertarias que reconocen al Presidente como líder político y no comulgan con la economista. La gran duda a esta altura es si tendrán lugar dentro del partido en 2025 o tendrán que competir por fuera. ¿Tan sobrado está LLA como para darse ese lujo? Ya ocurrió en 2023, pero ahora, con la intención de fortalecer el partido, parece extraño ese camino.
Maximiliano Pullaro y la Casa Rosada
Pullaro no es Insfrán, como lo chicanea Diez. El radical reconoce “buenas personas” en el gobierno nacional, valora el déficit cero y defiende otro modelo, pensado desde el interior y la riqueza de su provincia. Con todo, no quiere pelearse con Milei y tampoco quiso, en los últimos días, subirse al ring que le propuso la economista. Se entiende: un gobernador no pelea con una diputada.
Por más lealtad que le tenga, Pullaro no es Martín Lousteau. Lo siente su referente partidario, pero su juego político es otro. Haciendo gala de pragmatismo hasta la médula, el hughense es una suerte de cacht all y no deja nadie afuera de su barco. En ese registro, ¿por qué va a pelearse con el Presidente? Tiene buen diálogo de gestión con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el asesor superestrella Santiago Caputo. Además y por sobre todo, comparte electorado con LLA en la provincia. No es por ahí.
Javier Milei, ¿hasta dónde?
Milei, que se concentra en exceso en la macroeconomía, tiene que definir qué hará el año próximo en el terreno político. Si hay elección de convencionales constituyentes en Santa Fe, ¿LLA le va a dar todos los fierros a Diez para competir? ¿Será bendecida por el Presidente? Un actor libertario santafesino de diálogo esporádico con Milei le confesó a Letra P que el mandatario jugará en modo neutral en la guerra contra Pullaro. Según esta fuente, en la concepción del Presidente, Pullaro no es un enemigo .
Por ese motivo se impone la pregunta, ¿hasta dónde va a tirar Milei de la cuerda en Santa Fe? ¿Es negocio real y concreto para LLA que su delfín provincial vaya por la vía del escándalo por la cabeza del gobernador, que araña un 70 por ciento de imagen positiva? Tiempo al tiempo. Por los primeros movimientos de la Casa Rosada, hay aroma a cartas echadas.