La Casa Rosada ya avisó que avanzará para garantizar servicios mínimos. El sindicalismo adelanta que irá a la Justicia. Paros en el horizonte.
Gremios de pilotos y personal aeronáutico profundizan su plan de lucha.
El anuncio del gobiernode Javier Milei de declarar servicio esencial a los vuelos, después de la medida de fuerza del viernes en Ezeiza y Aeroparque, tensó el conflicto con los gremios aeronáuticos, que ya preparan recursos judiciales contra esa medida y amenazan con nuevas medidas de fuerza.
El paro en Aerolíneas Argentinas de la semana pasada dejó a unos 15 mil pasajeros varados y generó la cancelación de 150 vuelos. El conflicto salarial involucra a los gremios de personal aeronáuticos, de pilotos y de controladores aéreos.
En este contexto, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, anunció que el gobierno avanzaría con la reglamentación de la esencialidad de los vuelos comerciales para que, en caso de paro, se deba garantizar una guardia mínima de vuelos, similar a lo que ocurre en servicios esenciales como la salud pública.
La reglamentación del "servicio esencial" de la actividad aeronáutica, civil, aerocomercial pública y privada en todo el territorio nacional todavía no fue oficializada, pese a los anuncios del gobierno. Según trascendió, el tema está a cargo de la Comisión de Garantías de la Secretaría de Trabajo que conduce Cordero, un organismo que interviene en conflictos colectivos que afectan actividades y/o servicios susceptibles de ser declarados esenciales. "Vamos a cumplir con toda la normativa que exige la Organización Internacional de Trabajo (OIT) para avanzar con esta reglamentación, pero la vamos a aplicar", dijeron fuentes del gobierno.
Para los gremios es una declaración de guerra del gobierno. La esencialidad contempla que puedan aplicarse sanciones ante medidas de fuerza, entre otras derivaciones ante conflictos salariales, como el que hoy atraviesan.
Por lo pronto, creen que la Justicia podría darle un revés al gobierno con este tema. "La esencialidad que pretenden es pasible de denuncia penal", dice Juan Pablo Mazzieri, de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), el gremio que conduce Pablo Biró, uno de los que el viernes pasado realizó el paro. "La jurisprudencia internacional así lo determina. Los convenios de la Organización Internacional del Trabajo tienen carácter de supra legal en un país signatario como Argentina. Y además, así lo contempla la Constitución", argumenta.
Desde la Asociación Argentina de Aeronavegantes que conduce Juan Pablo Brey, otro de los gremios en conflicto, dijeron a Letra P que todavía no hay información concreta sobre la reglamentación más allá de las declaraciones de funcionarios del gobierno en ese sentido. También avisan que van a ir a la Justicia "porque el derecho a paro está claro en la Constitución y la OIT. Si el gobierno arremete, entendemos que la Justicia le va a poner un freno".
Desde APLA, la Asociación de Personal Aeronáutico (APA), la Asociación Argentina de Aeronavengantes y la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA), los tres gremios que el viernes realizaron medidas de fuerza, deslizan que el conficto se va a profundizar por la decisión del gobierno de acelerar en el enfrentamiento en vez de intentar una vía de negociación salarial.
En las próximas semanas podrían empezar a debatirse nuevos paros. Los gremios denuncian que desde diciembre pasado los ingresos cayeron 75% y muchos trabajadores están por debajo de la línea de pobreza. Para agosto, la oferta de mejora fue del 3%, un porcentaje que los gremios consideraron inaceptable antes de llamar a la medida de acción directa del viernes pasado.
Pese a la dispersión y atomización de la representación gremial, los aeronáuticos se mueven en sintonía y con un elemento de presión común: cada uno de los sindicatos por más chico o grande que sea tiene capacidad de paralizar los vuelos si así lo decide.