Garrahan: la oposición aprobó la emergencia sanitaria con dos tercios y fuerza un nuevo aumento salarial
Hubo acuerdo entre el kirchnerismo y la mayoría de los bloques opositores. El proyecto obliga a Javier Milei a incrementar sueldos en guardias y residencias.
Sesión en que la oposición le dio dolores de cabeza a Milei.
La oposición sumó un problema en el Congreso para la campaña legislativa de La Libertad Avanza: en Diputados se aprobó este miércoles el proyecto de emergencia en pediatría y residencias médicas, que entre otras cosas obliga a Javier Milei a mejorar los salarios del sector y garantizar el funcionamiento del hospital Garrahan.
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El proyecto fue aprobado con 159 votos a favor, 67 en contra y 4 abstenciones. Apoyaron dos tercios de los presentes, por lo que, si el Presidente decide vetar la norma, no tiene garantizado el respaldo para sostener esa medida. Como ocurrió con el proyecto para aumentar el presupuesto universitario horas antes, sólo La Libertad Avanza y el PRO votaron en contra. La aprobación fue posible por el aporte de los bloques convocantes: Unión por la Patria, Encuentro Federal, la coalición cívica, la izquierda y Democracia Para Siempre (UCR crítica).
Los partidos provinciales se abstuvieron o dejaron sus bancas vacías. La excepción fue el trío salteño que responde al gobernador Gustavo Sáenz y votó a favor. El santacruceño José Garrido votó a favor. La UCR, que no participó de la convocatoria de la sesión, aportó 11 de sus 14 votos. Sólo dejaron sus bancas vacías Pamela Verasay y Lisandro Nieri (Mendoza) y Gerardo Cipollini (Chaco), leales a los gobernadores Alfredo Cornejo y Leandro Zdero. Su colega Ignacio Torres (Chubut) ordenó la abstención de sus dos alfiles: Jorge Ávila (EF) y Ana Clara Romero (PRO).
La iniciativa fue impulsada por el diputado de UPPablo Yedlin, pero tuvo apoyo de toda la oposición. Contempla una emergencia por un año, lo que permitiría hacer compras discrecionales, un aspecto que fue cuestionado por algunos bloques opositores que plantearon sus disidencias durante el debate en comisión.
El proyecto de la oposición
Si bien el debate legislativo se inició por el conflicto del Garrahan, el proyecto aprobado excede la situación de ese nosocomio, al que, de todos modos, en uno de los artículos exige que no se impida su funcionamiento por ser "hospital de referencia nacional en atención pediátrica".
La ley obliga a una recomposición salarial inmediata de "personal asistencial y no asistencial" que atiende a la población pediátrica, como también a los residentes nacionales de salud de todas las especialidades. Estipula una actualización "en términos reales" -por inflación- a noviembre de 2023.
También pide garantizar "programas y acciones de salud infantil y adolescente". Se deroga la resolución 2109/2025, que modifica el sistema de residencias, con la posibilidad de convertirlo en una beca y ya no en un empleo en relación de dependencia, que de todos modos el Gobierno podría firmar otra vez.
Este artículo (el 10°) tuvo reparos de un sector del radicalismo, como así también el que crea una comisión de seguimiento de la emergencia con la presencia de ministros de salud de las provincias, agrupados en el Consejo Federal de Salud.
La pelea por la pediatría
El debate tuvo mayoría de oradores de Unión por la Patria, donde advirtieron que no tolerarán un veto presidencial que sea protegido por los aliados eventuales que tiene Milei en las provincias. "Atención a los gobernadores: está en peligro la continuidad del hospital Garrahan, y eso pone en riesgo la salud de los niños de la Argentina, el hospital atendió a 355 mil niños de provincias en 2024", sostuvo Yedlin.
Victoria Toloza Paz, de UP, fue al grano: “Si el hospital Garrahan está de pie desde la década del 80' es porque la democracia construyó un sistema de salud pública que es un orgullo nacional e internacional”, sostuvo la diputada peronista.
Facundo Manes, de DPS, destacó que en hospitales públicos "se lucha todos los días con humanidad y ciencia. No se atienden números, se salvan vidas. Debemos entender que la salud ha dejado de ser una lucha simplemente contra la enfermedad”. Lo siguió el socialismo Esteban Paulón, de EF.
El oficialismo se defendió a través de la marplatense Juliana Santillán. “Lo que pretende con este proyecto no es atender un proyecto de urgencias sanitarias, sino armar una ingeniería legal para instalar estructuras donde van a estar los kirchneristas”, denunció.
"Son todos caballitos de batalla que hacen para vivir de la política y la gente lo sabe. El resultado es claro: el 60% de lo que producen se lo sacan para financiarlo a ustedes. La presidencia de Javier Milei quiere devolverle el poder al sector privado, que es el que genera riqueza", aportó sobre el final del debate Bertie Benegas Lynch.
Los problemas del veto
La votación dejó un grave problema para Milei, porque no puede apelar a la mayoría de los aliados para eventual veto, que llegará tarde o temprano porque el proyecto también tiene garantizado dos tercios en el Senado.
La debilidad del Gobierno surge porque algunos de sus habituales aliados, con la sesión iniciada, se apartaron de la estrategia oficialista. Es el caso del radicalismo y de algunas fuerzas provinciales.
Otros aliados también dejaron sus bancas vacías, que llegaron a 26 y serán decisivas cuando se trate un eventual veto. Es el botín que el Gobierno se disputará con la oposición en ese momento. Lo mismo con las cuatro abstenciones: la dupla chubutense, Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos) y Marilú Quiroz (PRO).
La mayoría de las sillas vacías fueron de partidos provinciales (Misiones, Río Negro y San Juan) y figuras del macrismo, que otra vez se desmarcaron de su bloque. Se trata de Luciano Laspina, Gabriela Besana, Silvia Lospennato, María Eugenia Vidal, María Sotolano y Karina Bachey. Milei puede necesitarlos.