El ministro de Infraestructura bonaerense, Gabriel Katopodis, perderá el control de la empresa Autopistas Buenos Aires S.A. (Aubasa), a donde había designado a un hombre de su equipo, que ahora será reemplazado por José Ramón Arteaga, dirigente de Sergio Massa, extitular de la Comisión Nacional Reguladora de Transporte (CNRT), quien asumirá la semana próxima.
El movimiento se conoció en las últimas horas a partir de la presentación de la renuncia de quien desde marzo pasado estaba al frente de la empresa, Juan Sauro, del riñón de Katopodis, quien pierde así un espacio disputado políticamente dentro de la estructura de las empresas de la provincia de Buenos Aires. Tras el alejamiento, se convocó a asamblea dentro de la empresa para elegir el sucesor, que será Arteaga.
Autopistas disputadas
Se trata de un lugar para nada despreciable en términos políticos y de gestión, al punto que, para pagar apoyos, cuando Daniel Scioli era gobernador puso en esa silla a Gonzalo Atanasof; durante la gestión de María Eugenia Vidal, Aubasa fue conducida por Víctor El Kassir; y ya en el gobierno de Axel Kicillof, la presidencia fue ocupada por el intendente massista de General Las Heras Javier Osuna, quien permaneció allí durante unos meses. Luego, fue reemplazado por otro hombre del Frente Renovador: Ricardo Lissalde.
El espacio de Sergio Massa condujo la empresa que tiene a su cargo las autopistas bonaerenses hasta diciembre, cuando se fue Lissalde para asumir nuevamente en su banca de diputado. Ese movimiento generó especulaciones sobre si se respetaría el cargo para el Frente Renovador. En la danza de nombres, sonó el extitular de Trenes Argentinos Martín Marinucci, pero fue descartado.
Loteo con Sergio Massa afuera
En marzo pasado, a cuatro meses de llegar al sillón del Ministerio de Infraestructura, Katopodis hizo el movimiento de nombrar a Sauro al frente de Aubasa, en un esquema en el que también fueron designado Walter Abarca, vinculado a los intendentes peronista de la Séptima sección electoral, como director titular y vicepresidente de la firma, y el ex-Aerolíneas Argentinas Pablo Ceriani como gerente general.
La decisión se leyó como una jugada para lotear Aubasa y dejar afuera al massismo, en el marco de los cortocircuitos que en el verano se abrieron en el vínculo entre el hombre de Tigre y el gobernador Kicillof.
En rigor, dicen cerca de la empresa, el nombre de Arteaga se venía manejando desde diciembre pasado, aunque por motivos personales el massista platense había pedido postergar ese desembarco.
"El cargo siempre fue para el massismo, nunca hubo discusión de eso", dijo a Letra P una fuente del Frente Renovador.
Arteaga buscará mejorar la gestión de Lissalde, que tuvo problemas administrativos, financieros y políticos, entre los que se contaron una relación de conflicto y tensión con el gremio de trabajadores de Peajes, que conduce Facundo Moyano, que realizaron largas protestas en las cabinas durante las temporadas pasadas.