Lo que pintaba para una fiesta terminó siendo la peor noche para Carolina Losada. La precandidata a gobernadora por Unidos para Cambiar Santa Fe se estrelló con la primera derrota electoral de su carrera política y tuvo que reconocerlo en un salón semivacío, solo con periodistas, dirigentes cercanos, los mozos del catering y la ausencia ruidosa de su principal madrina durante el último tramo de la campaña, Patricia Bullrich, quien estuvo acompañada por Luis Petri y aterrizó durante la tarde en Rosario, pero no se mostró en el búnker perdedor ni ante cámara alguna.
El lugar elegido para esperar los resultados fue el centro de convenciones Metropolitano, dentro del complejo del Alto Rosario Shopping, por una relación de cercanía con el empresario gastronómico Jorge Cura, que tiene el manejo del lugar. La pareja de Cura, Soledad Ruiz de Galarreta, es secretaria del bloque de Juntos por el Cambio en el Concejo rosarino e integró una lista para el Palacio Vasallo. En un salón del centro, ubicaron a la prensa, frente a un escenario y una pantalla gigante que reproducía imágenes de los candidatos. En un salón contiguo se ubicó el centro de cómputos.
Desde temprano se sentía un clima tenso, que no pegaba con la cumbia santafesina que sonaba. El primer gesto que indicó que algo no andaba bien fue la ausencia de figuras de peso por parte del equipo de Losada en el salón de los periodistas. Mientras en los demás búnkers se sucedían las declaraciones, en el de la senadora nadie hablaba, ni siquiera off the record. Tampoco había una gran afluencia de militantes. En ese momento, comenzaron a llegar noticias que empezaban a indicar una derrota por un margen que no estaba en los planes de nadie en el losadismo.
A medida que pasaban los minutos y las consultas sobre cuándo iba a salir alguien a hablar se multiplicaban, empezaron a aparecer algunas figuras como la jefa de campaña, Daniela León, y el consultor Lucio Guberman. Sus caras largas lo decían todo. “Está complicado, casi irreversible” reconoció una fuente del equipo de Losada recién pasadas las 20. Todavía no habían cargado ni la mitad de las mesas testigo. En el entorno de Maximiliano Pullaro, aún en off, anunciaban una victoria con holgura. Se empezaba a manejar la posibilidad de que directamente subiera la precandidata a reconocer la derrota.
Una hora después, cuando ya se había filtrado la información de que Federico Angelini le había reconocido la derrota a Gisela Scaglia -vice de Pullaro-, el equipo de la senadora anunció a la prensa que subiría la precandidata al escenario. Se abrieron las puertas del salón privado donde estaban las figuras y apareció la fórmula Losada-Angelini acompañada por la hermana Georgina Losada y Martín Rosúa -dos de los laderos más cercanos a la senadora-, Cristian Cunha -presidente del PRO local-, los mencionados León y Guberman y el primer precandidato a diputado provincial, Dionisio Scarpín.
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En un discurso fugaz, Losada, Angelini y Scarpín le pusieron cara a la derrota. La senadora le agradeció a la gente que fue a votar y resaltó que “lo importante es que acá ganó Juntos por el Cambio”. Lo mismo diría Bullrich, pero en un tuit.
En un tono mucho más tranquilo que el que usó en la campaña, la derrotada contó que había hablado con Pullaro para felicitarlo. Finalmente, anunció: “A partir de mañana, empieza la reconstrucción de la oposición; vamos a ganar la provincia”. Se retiró raudamente, mientras Angelini atendía al periodismo. Había lágrimas en los ojos de algunos de los colaboradores más cercanos.