En 90 minutos de ataques y contraataques de alto calibre, la demócrata irritó el nervio agresivo del republicano y reimpulsó su campaña. ¿Le alcanza?
Kamala Harris versus Donald Trump.
En 90 minutos de altísima tensión, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, logró sacar lo peor de Donald Trump para inclinar la balanza a su favor en el debate presidencal que la demócrata y el republicano protagonizaron este martes por la noche en Filadelfia, a menos de 60 días de las elecciones previstas para el 5 de noviembre.
En esa conclusión coincidieron los principales medios estadounidenses e internacionales. "La vicepresidenta se adueñó de gran parte de la noche, manteniendo a Trump a la defensiva y evitando que se centrara la atención en sus propias vulnerabilidades", resumió The New York Times y sentenció: Harris "dominó su primer debate contra Trump".
Por su parte, The Washington Post señaló que "Harris atacó con dureza a Trump y provocó réplicas encendidas" del republicano. El diario de la capital estadounidense coincidió con el Times en que la demócrata "dominó el debate", aunque se pregunó si el resultado del duelo será determinante en una carrera tan ajustada como la que protagonizan la exfiscal y el expresidente.
"Kamala Harris acorrala a Donald Trump en un debate de alta tensión", evaluó El País y consideró que la candidata demócrata logró "poner a la defensiva al expresidente" y lo empujó a "reaccionar con excesos".
Harris y Trump dieron un buen espectáculo que inció con una jugada inteligente de la demócrata, que en su ingreso al escenario se acercó a su rival y se le presentó enfatizando la pronunciación correcta de su nombre, con el que viene jugando su oponente. Después, a lo largo de la hora y media de discusión, la vicepresidenta fue certera en ataques que irritaron la ya conocida agresividad del magnate republicano. La economía, la inmigración, el aborto y la política internacional fueron los principales campos de batalla.
Harris, que impulsa una ley federal que garantice en todo el país el derecho al aborto, calificó de "inmoral" la postura del republicano, que insiste en dejar que cada estado legisle en ese sentido en sintonía con un fallo de la Corte Suprema que anuló la jurisprudencia de Roe versus Wade. Esa disposición es exhibida por Trump como un logro personal: en su paso por la Casa Blanca, terminó de conformar un tribunal conservador a su medida.
Trump llevó a su adversaria al terreno en el que se siente más cómodo y la acusó, como segunda autoridad de la administración demócrata que lidera BIden, de poner a Estados Unidos en riesgo al permitir el ingreso de miles de "criminales" con la intención de permitirles votar a favor del Partido Demócrata.
Harris respondió que es curioso que el expresidente hable de crimen siendo un "delincuente convicto" por delitos "económicos y sexuales" y por atentar contra las reglas de la democracia. En ese sentido, lo acusó de alentar el asalto al Congreso en enero de 2021, cuando el entonces mandatario saliente desconoció el resultado de las elecciones que lo sacaron de la Casa Blanca. Trump insistió en desconocer esos resultados y Harris lo cruzó: el republicano "fue despedido" por el pueblo estadounidense, dijo.
Trump ofreció entonces, volviendo al asunto de las fronteras, el highlight más bizarro de la noche: denunció que inmigrantes ilegales de origín haitiano están comiéndose los perros y los gatos de la población local en Ohio.
Ante la insistencia de los periodistas que moderaron el debate, Trump evitó una y otra vez decir que ansía el triunfo de Ucrania en el conflicto con Rusia y se limitó a señalar que pretende "el fin de la guerra", a lo que Harris lo acusó de simpatizar con dictaduras, en relación a la que, sostiene, lidera Vladimir Putin, y aseguró que las autoridades militares de los países miembro de la OTAN, aliados de EE.UU., con las que trabajó en los últimos tres años y medio coinciden en considerarlo "una desgracia".
"Ella odia a Israel", contraatacó Trump y repitió esa acusación varias veces. Harris reaccionó repitiendo su condena al ataque perpetrado por Hamas sobre territorio israelí el 7 de octubre de 2023 y que siempre apoyó "el derecho de Israel a defenderse", pero destacó, como lo viene haciendo, que miles de "personas inocentes" están sufriendo y muriendo en Gaza y pidió "el fin inmediato de la guerra" en una solución que garantice la seguridad de Israel y la seguridad, el bienestar y la autodeterminación del pueblo palestino.
Trump dijo que la administración demócrata puso a Estados Unidos "en declive" y que, por culpa de BIden y Harris, "América está muriendo", al tiempo que preguntó "por qué ella no hizo todas las cosas maravillosas que dice que va a hacer". Harris pidió que las elecciones de noviembre sirvan para defender la democracia, "dar vuelta la página" y "no volver atrás".
La candidata demócrata enfrentó el duelo organizado por la cadena ABC obligada a demostrar que su ingreso a la campaña en reemplazo de Joe Biden, después de que el presidente trastabillara en un debate del que Trump salió notablemente fortalecido, fue una buena decisión del Partido Demócrata.
Además, lo hizo con su campaña mostrando un amesetamiento en las últimas semanas después del impulso de la novedad, cuando fue consagrada candidata por aclamación en una convención demócrata espectacular: después del huracán inicial que envanlentonó al electorado azul, la vice llegó al debate emparejada en las encuestas con el expresidente.
Por eso, a pesar de la conclusión generalizada sobre el éxito de Harris en el desafío de este martes, quedó flotando la pregunta que formuló The Washington Post: ¿Le alcanzará este impulso a la vicepresidenta para sacar ventaja en una carrera tan ajustada?