Con un presidente en ejercicio –¿lo estará en verdad?– que tiene que probar cada día, en general sin éxito, que no está senil, con el intento golpista de Donald Trump perpetrado en enero de 2021 –el asalto al Capitolio– y tras el intento de asesinato que sufrió el sábado, cabe preocuparse por la estabilidad y la salud de la democracia en Estados Unidos.
Aunque suene cruel mencionarlo, Trump sale fortalecido del atentado fallido. Su condición de víctima de la violencia se suma a encuestas previas que ya lo daban arriba, una distribución estadual del voto republicano lo favorece a priori en la carrera por la mayoría del Colegio Electoral, los desvaríos de Joe Biden –de 81 años mal llevados, expresados en gaffes cotidianas– y la desbandada total de la prensa y los donantes demócratas.
Donald I, quien ya anunció su intención de "ser un dictador el primer día", podría no sólo regresar al poder como un monarca. En caso de hacerlo, tendría al Partido Republicano en su bolsillo, gobernaría con una Corte Suprema ultraconservadora –acaba de favorecerlo con un fallo que le dio inmunidad casi total por delitos cometidos en el ejercicio de la presidencia– y, acaso, con mayoría en las dos cámaras del Congreso.
Todo está dado para que la hiperpotencia vire a la derecha dura y de modo rotundo.
Captura de pantalla 2024-07-14 a la(s) 5.15.28p. m..png
Los detalles del atentado fallido contra Donald Trump siguen causando estupor en la prensa de Estados Unidos.
El amor es más fuerte y el de Javier Milei por Trump es particularmente intenso. Al revés de lo que hizo ante otros hechos internacionales, esta vez su reacción al intento de asesinato del presidenciable republicano fue veloz e incluyó un posteo que orilló peligrosamente una acusación de instigación contra el oficialismo demócrata.
Captura de pantalla 2024-07-14 a la(s) 4.52.22p. m..png
El caso, continuidad de una lamentable tradición estadounidense, terminó en una muerte y heridas serias a otras dos personas que participaban del mitin en Butler, Pensilvania. Para el magnate fue apenas en un susto y la oreja derecha lastimada. La alternativa habría sido un riesgo grave de violencia social, algo que los dos candidatos pretenden atajar con llamados a la concordia nacional que no se sabe cuánto durarán en medio del exasperado ambiente reinante.
Las dos caras del agresor de Donald Trump
El atacante, Thomas Mathiew Crook, quien llevaba explosivos en su auto y quien fue abatido por el Servicio Secreto, era un joven de 20 años con el antecedente de una pequeña donación a una agrupación demócrata, pero que –llamativamente– estaba registrado para votar como republicano. ¿Lo motivaba la posibilidad de cerrarle el paso a Trump en las primarias?
Una vez más, el fácil acceso de casi cualquiera a los rifles de asalto emerge como un tema poderoso en Estados Unidos. Además hay que notar que los extremos de la grieta y los climas de odio ya no son privativos de uno de los bandos en pugna. De hecho, el intento contra Trump sigue al sufrido por Jair Bolsonaro en la campaña de 2018 y al cometido contra Cristina Fernández de Kirchner, quien se solidarizó con el norteamericano, el 1 de septiembre de 2022.
El clima de deterioro de las instituciones está instalado allí y en muchos países más; la Argentina, especialmente sensible a lo que ocurra en el Norte en la era Milei, no es una excepción.