El candidato de Juntos por el Cambio(JxC) a la gobernación de Córdoba, Luis Juez, sabe que tiene una oportunidad única. Después de casi un cuarto de siglo de sucesiones democráticas y de reciclajes de la marca, a tono con la rapidez de reflejos políticos de José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti, el peronismo se juega la sucesión el domingo 25 de junio. Lo hará en un escenario que buscó controlarse con el diseño milimétrico del calendario electoral y la incursión nacional de un gobernador que se resiste a la jubilación política y que sabe, mejor que nadie, que el futuro de la provincia no puede pensarse en el aislamiento y autosuficiencia cordobesista conocida hasta ahora.
Para enfrentar a Martín Llaryora, Juez tiene el apoyo de la centenaria Unión Cívica Radical, experta en mover los engranajes territoriales y garantizar la fiscalización del voto. Gozará de un apoyo inédito de un partido que hizo lo necesario, junto al peronismo, para que ese candidato “antisistema” que amenazaba el bipartidismo, el sistema político cordobés, jamás alcanzara su objetivo. Por esta razón, el fundador del Frente Cívico dice que es su “última oportunidad” para lograr la gobernación de Córdoba, sin que esto signifique un renunciamiento político si el resultado no es el que espera el próximo domingo electoral.
-En pocas horas termina la campaña y un largo recorrido. ¿Qué Córdoba encontró?
-En estos años hubo un sistemático abandono del cordobés como ciudadano. Si mirás la provincia desde arriba, con un dron, parece que está todo muy prolijo, pero si examinás sector por sector, te das cuenta que hay un deterioro absoluto de la calidad de vida de los cordobeses: desde el empresario más importante hasta el ciudadano más indigente.
-¿El peronismo de Córdoba faltó a su doctrina?
-El peronismo terminó de destruir el motor aspiracional de la clase media. Le bajaron la vara a la gente de manera sostenida. El peronismo de Córdoba se terminó convirtiendo en un partido populista, donde el reparto le ganó al mérito. Le quitó esa energía de saber que si estudiabas, ibas a ser mejor que tus viejos; que si ahorrabas ibas a tener tu casa, que si tenías un laburo más o menos bueno ibas a tener alguna garantía para el futuro. Nada de eso existe en la provincia. Córdoba se parece a una provincia norteña, conducida por el peronismo, y nada que ver con lo que supo ser.
-Sin embargo, en el imaginario político y social, Córdoba no es asociada al grupo de provincias llamadas “feudales”.
-Si en 25 años la gobernaron dos tipos, no hay forma de no hablar de una provincia feudal. Cuando queremos justificar el peronismo cordobés decimos que “lo vota la gente”. ¿Vos creés que a Jorge Capitanich lo eligen los marcianos? A Luis Zamora también lo votó la gente; a Alicia Kirchner, a Gildo Insfrán, a Osvaldo Jaldo y a Juan Manzur, también los votó la gente. Sin embargo, son regímenes feudales. En Córdoba vamos hacia un régimen feudal. Hoy no accedemos a ningún lugar si no es por recomendación política o con la venia de algún señor que maneja el feudo en el interior o la de un dirigente de la capital fuertemente vinculado. Tampoco podés hacer un trámite en EPEC o en el ERSEP sin cuña.
-La tendencia indica que los oficialismos se imponen. ¿Por qué sería distinto en Córdoba?
-Llaryora no genera expectativa como la que pudieron generar De la Sota o Schiaretti; no despierta nada en la gente. A nadie se le cruza por la cabeza que Llaryora les va a devolver a los cordobeses la calidad de vida que supieron tener; el mejor acceso a la salud pública y a la educación. Es una oferta electoral de menor calidad.
-¿Llaryora no es lo mismo que Schiaretti o De la Sota? ¿Cómo lo fundamenta?
-Es otra generación. Su flexibilidad para vincularse con sectores que el peronismo de Córdoba siempre rechazó lo pone en un lugar que hoy le sirve para mostrarse cómodo. En esa idea de trasvasamiento generacional y en los gestos se ve que es un tipo que se siente más cómodo con el kirchnerismo que con el viejo delasotismo o el schiarettismo.
-¿No hay una necesidad real de desalambrar Córdoba para pensar en gestiones que integren las tres jurisdicciones de gobierno?
-Es que Llaryora no siente a eso. No tengo ninguna duda de que hay que terminar con ese cordobesismo a espaldas del puerto, donde el puerto hace y reparte como quiere. No puede continuar el pacto del peronismo que dice "ustedes no se metan y yo no jodo". Esa mirada nos ha dado miles de dolores de cabeza, nos dejó afuera de la discusión de las tarifas, los subsidios, de las radicaciones de fábricas, de las exenciones impositivas. Córdoba no ha sido defendida como corresponde y Martín no lo va a hacer, no lo sabe hacer.
https://twitter.com/ljuez/status/1671306781820166146
-La próxima autoridad provincial va a estar obligada a dejar de pensar a Córdoba como una isla, como una provincia autosuficiente.
-Repito: no lo va hacer Llaryora porque el gobierno nacional va a ser de Juntos por el Cambio. Llaryora no tiene ninguna relación. Sus vínculos son con Sergio Massa, con Wado de Pedro, con Máximo Kirchner. ¿Con quién va a vincular Llaryora a Córdoba? ¿Con esos amigos que tiene? A la provincia hay que vincularla decididamente para sentarse a discutir el precio de la energía o los subsidios al transporte público. Ellos no se sentaron en esas mesas, lo arreglaron con ATN. Permitieron un mecanismo de reparto "a lo peronista". Les dijeron "si ustedes no se meten en nuestra disputa, no les va a faltar nada". Ellos decidieron estar cómodos en la trinchera cordobesa.
-Si el gobierno nacional va a ser de JxC como augura, ¿debe ser con Horacio Rodríguez Larreta o Patricia Bullrich?
-No tengo definición sobre ese tema.
Losada Juez Bullrich.jfif
-Después de la invitación electoral de Larreta y Gerardo Morales a Schiaretti, ¿está más cerca de Bullrich?
-No pasa por un tema de comodidad. Nosotros vamos a gobernar Córdoba y te puedo garantizar que dos de los ministerios productivos en el gobierno nacional van a ser para cordobeses. Te lo garantizo porque esto ya lo he planteado en la mesa de JxC. Es un gesto que muestra la importancia de anudar Córdoba con el esquema nacional.
-¿Lo imagina a Schiaretti en el potencial gabinete de JxC? El llaryorismo se ilusiona con esa posibilidad.
-Es una mentira. Juan no puede compartir absolutamente nada. Es la utilización obscena de la figura de un buen tipo; no veo a alguien que ha sido tres veces gobernador de Córdoba reclamando algo de eso. No lo veo haciendo el papel de Manzur, haciendo un papel lastimoso en un gabinete, recibiendo órdenes. No existe eso. Por eso te digo que la oferta de Llaryora es de menor calidad. Schiaretti y De la Sota fueron líderes importantes. Llaryora es un pibe con suerte, nada más.
-¿Habrá sorpresas el sábado 24 de junio cuando se inscriban las listas para las PASO?
-Mi hoja de ruta dice 25 de junio. Es en lo único que pienso y en que Rodrigo de Loredo gane la intendencia de Córdoba el 23 de julio.