19N SEGUNDA VUELTA

El voto de Victoria Villarruel: clima tenso, negacionismo y una rosa amarilla

Cruces e insultos permanentes entre militancia libertaria y familiares de víctimas de la dictadura. La confusión con el dinosaurio Barney, tres niños massistas y la abuela de la vida mejor.

Victoria Villarruel no cumplió con la puntualidad militar para llegar Jardín de Infantes 916 del Barrio Evita, en el partido de Tres de Febrero, donde debía votar en el ballotage para definir si su compañero de fórmula Javier Milei o el rival de UP, Sergio Massa, es el nuevo presidente. La emisión de voto se dio en un clima tenso, al borde del estallido. La libertaria lo acompañó con una expresión negacionista con equívoco; y en medio de un operativo policial en exceso para la cantidad de gente que había sobre la calle Labardén.

El tedio por la espera al sol por más de dos horas, hizo que se tensaran los ánimos entre militantes de La Libertad Avanza que llegaron al lugar al ver por televisión que familiares de víctimas de desparecidos de la dictadura militar esperaban a la candidata a la vicepresidencia.

Villarruel entró a lugar de votación escoltada por policías, tras permanecer varios minutos dentro de una camioneta a metros del jardín. Mientras un grupo de personas, sin barrera policial, vivaba su nombre y se acercaba para saludar a la candidata; otro de familiares de víctimas de desaparecidos, bloqueados por efectivos, le gritaban: “A donde vayan, los iremos a buscar” y “Victoria, vos sos la dictadura”.

Tras emitir su voto, Villarruel habló con la prensa en un espacio al aire libre que tiene la institución y volvió a banalizar la memoria de las víctimas del terrorismo de Estado. "Venir a un jardín de infantes y pintar 'fueron 30.000 desaparecidos' es como ir a un cementerio y pintar a un Oso Barney", dijo –confundiendo oso con dinosaurio- para cuestionar la presencia de personas con carteles y remeras que ratificaban ese número de personas desaparecidas. También se jactó: "Representamos la democracia".

La salida fue tan tumultuosa y tensa como la entrada. Villarruel fue escoltada hasta la camioneta en medio de militantes que la aplaudían y cantaban consignas de apoyo a la fórmula libertaria como “día de esperanza y de hacer limpieza”. En tanto, desde una casa vecina sonaba la marcha peronista; y unas mujeres la insultaban y le pedían que no volviera más al Barrio Evita y que votara “en el country al que pertenece”.

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De la provocación a los insultos

Poco tiempo después de que varios medios, entre ellos Letra P, hablaron con Camba, un hombre que dijo que ese era su nombre de militancia y se identificó como hermano de una joven desaparecida y tío de un nieto recuperado; llegaron al lugar vecinos del barrio que consideraron “una provocación” su presencia y de otros familiares de víctimas de la dictadura; y no dejaron de insultarlos y de pedir que se fueran.

“No es momento para que estén acá, que se vayan”, arengó una mujer mientras efectivos de la bonaerense arrinconaban a los familiares de víctimas para que no avanzarán sobre los militantes libertarios. El cruce de insultos fue permanente, tanto en la previa como durante y después de que Villarruel votó.

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Una rosa amarilla, tres niños massistas y la abuela de la vida mejor

Entre la militancia que esperaba a Villarruel, en primera fila se ubicó un joven con una rosa amarilla en la mano y un anhelo: entregársela a la candidata. El calor hizo que los pétalos de la flor se cayeran y que el admirador de la libertaria no pudiera cumplir su misión. No obstante, justificaba su voto por la fórmula Milei-Villarruel: “Para la verdad y la Justicia, para la gente que trabaja”, le comentó a una vecina que tenía parada al lado.

Alrededor de las 10, cuando Villarruel había prometido que llegaría, tres niños de no más de doce años pasaron corriendo por el jardín al grito de “voten a Massa”. Minutos después llegó una mujer anciana que contó a Letra P y otros medios la razón por la cual, a pesar de sus 89 años, acudía a las urnas y con felicidad. “Yo voto por convicción. Vengo a votar para que ustedes tengan una vida mejor; ya la mía ya la viví”, recalcó Lucía Vincencetti, apoyada en el andador que usa para trasladarse.

villarruel y el oso que era dinousario: procesismo fallido
Victoria Villarruel en un acto con militares

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